Compendio de la filosofía: 41
CAPÍTULO II.
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Que la virtud intelectual sea necesaria para la felicidad, se puede demostrar con muchas razones. Insinuarémos algunas de ellas, y sea esta la primera: No siendo otra cosa la felicidad, que la suma de todos los bienes, que perfeccionan la naturaleza del hombre, se deduce por consiguiente, que todo aquello que perfecciona la naturaleza del hombre sea necesario para la felicidad; es así que la virtud intelectual perfeccionando el entendimiento, perfecciona sin duda alguna la naturaleza del hombre: luego es cierto que es necesaria para la felicidad. Y si para constituir la suma felicidad se requiere la belleza, ¿como no ha de ser tambien necesaria la ciencia, siendo esta ornamento del ánimo, no menos que lo es aquella del cuerpo?
Otra de las razones es esta: Ninguno puede exercitar las virtudes morales como conviene, sin elegir rectamente, ni puede elegir rectamente sin conocer rectamente las cosas que ha de elegir: luego para el exercicio de las virtudes morales es necesaria la virtud intelectual: es así que aquel es necesario para la felicidad: luego tambien esta.
Sea la siguiente la tercera razon: Por mas que el hombre, en opinion de Aristóteles, esté ordenado por su naturaleza para la sociedad, sin embargo no ha de ser tan de los otros, que no sea tambien y mucho mas de sí mismo, y por tanto que no pueda, ó tal vez no deba pedir licencia á la comunidad, y retirándose á la soledad de sí mismo, buscar en ella aquella felicidad que conviene á los solitarios, y que consiste principalmente en la contemplacion de la verdad, siendo esta el acto mas noble que pueda hacerse por el entendimiento, el qual entre todas las potencias del hombre se cree que es, y es en la realidad la mas noble, y la mas excelente; es así, y es cierto que el hombre no podrá, ni con prontitud, ni con facilidad hallar la verdad, ni contemplarla, si no estuviere adornado de las virtudes intelectuales: luego se ha de decir que la virtud intelectual es necesaria para la felicidad.