Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.

LINAGE.

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A cuatro suertes de linages se pueden reducir todos los que hay en el mundo, que son es.... unos que tuvieron principios humildes, y se fueron estendiendo y dilatando hasta llegar á una suma grandeza; otros que tuvieron principios grandes, y los fueron conservando, y les conservan y mantienen en el ser que comenzaron otros que aunque tuvieron principios grandes acabaron en punta como pirámide, habiendo disminuido y aniquilado su principio hasta para en nonada, como lo es la punta de la pirámide que respecto de su basa ó asiento no es nada, otros hay, y estos son los mas, que ni tuvieron principio bueno ni razonable medio; y asi tendran el fin sin nombre como el linage de la gente plebeya y ordinaria. De los primeros, que tuvieron principio humilde y subieron á la grandeza que ahora conservan, te sirva de ejemplo la casa otomana, que de un humilde y bajo pastor que le dió principio, está en la cumbre que le vemos. Del segundo linage, que tuvo principio en grandeza y la conserva sin aumentarla, serán ejemplo muchos príncipes, que por herencia lo son y se conservan en ella, sin aumentarla ni disminuirla, conteniéndose en los límites de sus estados pacíficamente. De los que comenzaron grandes y acabaron en punta hay millares de ejemplos, porque todos los Faraones y Tolomeos de Egipto, los Césares de Roma, con toda la caterva (si es que se le puede dar este nombre) de infinitos principes, monarcas, señores, medos, asirios, persas, griegos y bárbaros, todos estos linages y señoríos han acabado en punta y en nonada, asi ellos como los que les dieron principio, pues no será posible hallar ahora ninguno de sus descendientes, y si le hallásemos seria en bajo y humilde estado. Del linage plebeyo no tengo que decir sino que sirve solo de acrecentar el número de los que viven, sin que merezcan otra fama ni otro elogio sus grandezas. De todo lo dicho quiero que infirais que es grande la confusion que hay entre los linages, y que solo aquellos parecen grandes é ilustres, que lo muestran en la virtud y en la riqueza y liberalidad de sus dueños.


Haz gala, Sancho de la humildad de tu linage, y no te desprecies de decir que vienes de labradores; porque viendo que no te corres, ninguno se pondrá á correrte: y préciate mas de ser humilde virtuoso que pecador soberbio. Innumerables son aquellos que de baja estirpe nacidos han subido á la suma dignidad pontificia é imperatoria, y de esta verdad te pudiera traer tantos ejemplos que te cansaran.


Jamas te pongas á disputar de linages, á lo menos comparándolos entre sí, pues por fuerza en los que se comparan, uno ha de ser el mejor y del que abatieres serás aborrecido, y del que levantares en ninguna manera premiado.