Album de un loco: 36

​Segunda parte de Album de un loco de José Zorrilla

La inteligencia editar

XXI editar

¿Y Cristóbal Colón? ¡Vaya una historia!
Colón, la fe, el valor, la inteligencia,
el honor de la ciencia,
cuyo nombre es la cifra de la gloria,
cuya inmortal memoria
es blasón con que se honra medio mundo,
tras largos años de antesala y tedio,
por un error de su saber profundo,
añadió medio mundo al otro medio;
y ¡ni siquiera el nombre
lleva aquel medio mundo de aquel hombre!

Modelo de constancia,
apoyado no más en su conciencia,
de los sabios sufrió la petulancia,
de los reyes la ciega indiferencia,
de sus aduladores la arrogancia;
y vió coger el fruto de su ciencia
a la ambición, la envidia y la ignorancia,
que de hiel abrevaron su existencia;
porque a través de la opinión mundana,
y avasallando el mar, en evidencia
puso de Europa incrédula a la vista,
y a los pies de una reina castellana,
la opulenta región americana.

Colón, la inteligencia desprovista
da cálculo rapaz, el pensamiento
que de la luz del Creador emana,
la fe, que ni es avara, ni egoísta;
Colón, alma de estirpe soberana,
y no alma sanguinaria o calculista
de guerrero feroz o de rentista,
a América llamó DESCUBRIMIENTO;
mas la ambición, de su feliz invento
lanzándose, voraz, sobre la pista,
vogó a despecho de la mar y el viento,
para llamar a américa CONQUISTA.

Colón, el saber noble, la fe pura,
la esencia del espíritu cristiano,
llevaba al continente americano
la caridad, la gloria, la ventura,
la civilización con franca mano;
Colón en cada nueva criatura
de aquel nuevo país vió un nuevo hermano,
y en cada nueva isla americana,
un nuevo Edén para su fe cristiana.
La ambición sólo vió en aquella tierra
un nuevo campo de rapiña y guerra,
una extensión de creación sin cabo,
donde su ansia voraz, su sed de oro
en cada nuevo ser vió un nuevo esclavo,
en cada piedra frágil un tesoro,
debajo de cada áspera colina
y en cada gruta cóncava una mina.

Colón, esto es, la fe y la inteligencia,
de civilización por elemento,
¿qué diera a su inmortal descubrimiento?
Paz, caridad, fraternidad y ciencia,
artes, comercio, industria agricultura,
la luz, la libertad, el pensamiento,
germinador del bien y la ventura;
de aquel mundo que Dios abrirle quiso,
hiciera de Colón el almo aliento
un terrenal e inmenso paraíso.

¿Qué hizo de él la ambición? Un nuevo infierno
de eterna lid y de tumulto eterno.
¿Qué dejó en él? Lo que tras sí en la tierra
deja no más, con la ambición, la guerra:
nieblas, superstición, odios, rencillas,
ruines pasiones, hijas del averno,
de desventura perennal semillas.