Album de un loco: 13

Segunda parte de Album de un loco
de José Zorrilla

La inteligencia

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Introducción

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No siempre ha de mentir la poesía;
no es renombre, a mi ver, muy lisonjero
el que nos da el oficio de embustero
a los que le ejercemos hoy en día,
pues no puede ocultársele a ninguno
que embustero y poeta todo es uno.

Y como en esto de mentir, espero
que, después de veinte años de manía
de mentir por escrito, el mundo entero
me ha de tener al fin por el primero
de los que cursan hoy la embustería,
me ha venido al magín la fantasía
de decir la verdad una vez sola,
para hacer a mi fama una mamola.
Es verdad que parece mal consejo
el querer apartarme de un oficio
que me ha acarreado siempre beneficio,
y más cuando voy ya llegando a viejo;
mas me harto de mentir; ya me fatiga
el hacer sin cesar ramos de flores
y el extraer los granos a la espiga,
para dar leche y miel a mis lectores.
Empalágame ya, me tiene ahito
lo dulce de mis versos, y me aburre
andar buscando siempre lo bonito,
y no decir jamás lo que me ocurre,
por escribir bonitas necedades;
me canso de mentir, y tengo gana
de decir una vez cuatro verdades,
y de zurrar al mundo la badana.

Yo, que, de envidia y de rencor ajeno,
por doquiera que voy busco lo bueno,
y de ensalzarlo con placer me encargo,
¿por qué no he de tener jamás el gusto
de dar a mis lectores algún susto,
dándoles en tazón de almíbar lleno,
alguna gota de licor amargo,
algún homeopático veneno?

Si hay en ello algún mal, no le concibo,
pero, que le haya o no, como me siento
con una comezón irresistible
de fiar al papel un pensamiento
que en él me anda bailando, es imposible
no dejarle salir libre y contento
al aire; estoy resuelto; no me privo
del placer tentador de echarle al viento;
en la tinta dulzaina con que escribo
años ha tantas páginas de almíbar,
voy esta gota a derramar de acíbar.