Granada. Poema oriental: 43
Serenata morisca
editarESTRIVILLO.
Azucena — de Baena,
Abre tus hojas al sol del día:
Desdeñosa — Nazarena,
Abre á mi canto tu celosía:
Abre, sultana del alma mía.
1ª
Sultana hermosa de los jardines,
Ramo de mirra, tazón de flores.
Bajo la huella de tus chapines
Nacen rosales, mirto y jazmines:
En cuyas ramas llenas de olores
Hacen su nido los colorines,
Duermen los genios de los amores,
Y buscan sombra los serafines.
¿Dónde hay belleza de criatura
Que se compare con tu hermosura?
Tienes el cuello airoso
De la paloma,
Y el aliento oloroso
Como el aroma;
Tus ojos puros
Son ojos de gazela,
Dulces y oscuros.
Cristiana bella,
Por ver un rayo de tu mirada,
Sentir tu aliento, seguir tu huella,
Yo te daría
El mejor carmen de mi Granada,
Mi mejor torre de Andalucía.
Azucena — de Baena,
Abre tus hojas al sol del día:
Desdeñosa — Nazarena,
Abre á mi canto tu celosía:
Abre, sultana del alma mía.
2ª
Sultana, hermana de las huríes,
Que los jardines del cielo moran,
Tus dos mejillas son carmesíes
Como granadas que se coloran;
Tus labios rojos como rubíes,
Y me parecen cuando sonríes
Los dientes puros que en sí atesoran,
Corderos blancos entre alhelíes.
¿Quién es el hombre que te merece?
¿Quién la que hermosa te se parece?
Tu cintura es esbelta
Como las palmas;
Tu cabellera suelta,
Red de las almas;
Suave tu acento
Como el rumor del agua
Y el son del viento.
Cristiana hermosa,
De tus cabellos por solo un rizo,
Por tu sonrisa más desdeñosa,
Yo te daría
Mi castillejo más fronterizo,
Mi mejor puerto de Andalucía.
ESTRIVILLO.
Azucena — de Baena,
Abre tus hojas al sol del día:
Desdeñosa — Nazarena,
Abre á mi canto tu celosía:
Abre, sultana del alma mía.
3ª
Si tú admitieras, linda cristiana,
Las verdaderas creencias mías,
A mi suntuosa corte africana
Como mi esposa me seguirías.
Tendrías fiestas todos los días,
Sortija y toros cada semana,
Y en mis palacios habitarías
De mis vasallos como sultana.
¿Quién no te hablara puesto de hinojos?
¿Quién en tí osara poner los ojos?
Garza sobre una peña
Mal anidada,
Ven comigo á ser dueña
De mi Granada.
Vuela sin ruido,
Las torres del Alhambra
Serán tu nido.
Bella cristiana,
Si te vinieras á ser mi esposa,
Para que fueras sola y sultana
Yo te daría
Para tu esclava mi alma amorosa,
Para tu alcázar mi Andalucía.
ESTRIVILLO.
Azucena — de Baena,
Abre tus hojas al sol del día:
Desdeñosa — Nazarena,
Ven á ser reina de Andalucía.
Ven ¡oh sultana del alma mía!
Así dando la voz y el instrumento
El amante cantar por concluido,
Calló la guzla y espiró el acento:
De sus últimas notas el sonido
Fugaz el eco remedó en el viento
Con un suave y dulcísimo gemido,
Y al perderse en el aire la armonía,
Se cerró del balcón la celosía.