Política Interior (DFV)

Nota: En esta transcripción se ha mantenido la ortografía original.

POLITICA INTERIOR.

Se trata de tener en su pais lo mas de poder, de honores y de placeres que sea posible. Para conseguirlo es menester mucho dinero.

En una democracia esto es muy difícil, porque cada ciudadano es un rival. Una democracia no puede subsistir sino en un pequeño rincon de tierra. En vano serás rico por tu comercio secreto, ó por el de tu abuelo, tu fortuna te proporcionará envidiosos, y muy pocas criaturas. Si en alguna democracia gobierna una casa rica, no será por mucho tiempo.

En una aristocracia pueden proporcionarse mas fácilmente los honores, los placeres, el poder y el dinero; pero es menester una grande discrecion. Si se abusa demasiado son de temer las revoluciones.

Asi en la democracia todos los ciudadanos son iguales. Este gobierno es en el dia raro y desdichado, aunque natural y sabio.

En la aristocracia se hacen sentir la desigualdad y la superioridad; pero cuanto ménos arrogante es la aristocracia, tanto nas asegura su bien estar.

Queda la monarquía. Esta es en la que todos los hombres son hechos para uno solo; el que acumula todos los honores con que quiere condecorarse, gusta todos los placeres que quiere gozar, ejerce un poder absoluto y todo esto con tal que tenga mucho dinero: porque si no lo tiene, será desgraciado en el interior como al exterior; y pronto perderá poder, placeres, honores y tal vez la vida.

Mientras que este hombre tiene dinero, no solamente goza él, sino tambien gozan sus parientes y sus criados principales; y una multitud de mercenarios trabaja todo el año para ellos con la vana esperanza de gustar algun dia en una cabaña el reposo que al parecer gusta su sultan y sus bajás en sus serrallos. Pero hé aquí al poco mas ó ménos lo que sucede:

Un pingüe y gordo cultivador poseia antiguamente un vasto terreno de sembrados, prados, viñas, vergeles y bosques. Cien jornaleros cultivaban sus tierras, y él comia con su familia, bebia y se dormia. Sus principales criados, que lo robaban, comian despues que él, y se lo comian casi todo; de forma qne cuando venian los jornaleros tenian que ayunar. Estos últimos murmuraban, se quejaban, perdieron la paciencia, y por último se comieron la comida del amo, y lo echaron de su casa. El amo dijo que estos pícaros eran unos hijos rebeldes que pegaban á su padre. Los jornaleros decian, que habian seguido la ley sagrada de la naturaleza, que él habia violado. Por último se refieren á un adivino de las inmediaciones que pasaba por un hombre inspirado. Este snnto hombre tomó la hacienda para si, y mató de hambre á los criados y al antiguo amo, hasta que lo echen á él á su turno. Esta es la política interior.

Esto es lo que se ha visto mas de una vez; y algunos efectos de esta política subsisten todavia en toda su fuerza. Preciso es esperar que dentro de diez, ó doce mil siglos, cuando sean mas ilustrados los hombres, estos grandes poseedores de tierras, que entónces serán mas sabios, tratarán mejor á los jornaleros, y no se dejarán subyugar por los adivinos ni por los brujos.