Nota: En esta transcripción se ha mantenido la ortografía original.

POLITICA.

La política del hombre consiste primeramente en tratar de igualar á los animales, á los que la naturaleza ha dado el alimento, el vestido y el cubierto.

Estos principios son largos y dificiles.

¿Como se procurará el bien estar, y como nos pondremos á cubierto del mal? A esto está reducido todo el hombre.

Este mal existe en todas partes: los cuatro elementos conspiran á formarlo: la esterilidad de una cuarta parte del globo, las enfermedades, una multitud de animales dañinos, todo nos obliga á trabajar continuamente en separar el mal.

Ningun hombre puede por si solo librarse del mal y procurarse el bien; para una y otra cosa le son necesarios los socorros: luego la sociedad es tan antigua como el mundo.

Esta sociedad es en tanto numerosa y otras veces muy rara. Las revoluciones de este globo han destruido con frecuencia razas enteras de hombres y de otros animales en todos los paises; y las han multiplicado en otros.

Para multiplicar una especie es necesario un terreno y un clima tolerables; y con estas ventajas puede todavía verse reducido el hombre á andar desnudo, á sufrir el hambre, á carecer de todo y á perecer de miseria.

Los hombres no son como los castores, las abejas y los gusanos de seda, que tienen un instinto seguro que les procura lo necesario.

Entre cien machos se encuentra apénas uno que tenga genio; apénas una entre quinientas hembras: y solamente con el genio se inventan las artes, que á la larga procuran un poco bien estar, que es el único objeto de toda la política.

Para ensayar estas artes son menester socorros, manos que ayuden, y entendimientos bastante abiertos para comprender, y bastante dóciles para obedecer. Antes de encontrar todo esto se pasan millones de siglos en la ignorancia y en la barbarie; y abortan millones de tentativas. Por último nace un arte, y todavía son menester millones de siglos para perfeccionarlo.