Nota: En esta transcripción se ha mantenido la ortografía original.

RAZON.


Principiemos por el fin, pues yo en siguiendo el órden alfabético soy dueño de entrar y salir por donde me dé el regalado gusto: que no tengo otorgada ninguna escritura de seguir los pasos contados al autor del Diccionario manual. Así concluye este su breve y originalísimo artículo:,dase el nombre de razon al palo del ciego.» -¿Quien no vé que esto es lo que en buen romance se llama razon de pié de banco?

Soplo, y vivo te lo doy; y ande la rueda. Principiemos ahora por el principio.

« Razon. Brindis... (aficionado se conoce que es el hombre al chisguete) bríndis, filosófico de un espíritu fuerte.... (y le gusta lo recio) que embriaga y adormece... «¡Ay, que lastima! Hermanito, vayase vmd. á acostar, que se está cayendo todo.

Pues ya se vé: ¿no es cosa que hará reir al convidado de piedra el ver un hombre así quererse constituir Padre-maestro y poner cátedra de razon y sabiduría, cuando hace silogisinos que no los haria el mismo Zampa-tortas?

Yo bien sé que el autor del manual razonado al llegar aquí (si puede llegar por su pié), se va á poner conmigo hecho un veneno;

«Que dira echando un taco.
¡Por vida de Dios Baco!»

y que me llamará filósofo. Pero nunca me llame él cosa peor, ni sea yo cosa mas mala; pues en siendo yo tan hombre de bien como á él le deseo, tan aina me puedo ir filósofo al cielo, como si fuera doctor en teología, ó patriarca de las Indias.