Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos: Capítulo XLI
1068 (376). De varios relativos se forman compuestos acabados en quiera o quier, terminación que se ha tomado sin duda el verbo querer. Tales son, quienquiera, sustantivo, cuyo plural quienesquiera es poco usado; cualquiera, adjetivo; dondequiera, cuandoquiera, comoquiera, siquiera, adverbios.
1069. Aunque compuestos de relativo, no lo son, y para recobrar la fuerza de tales, necesitan juntarse con que, formando las frases relativas quienquiera que, cualquiera que, dondequiera que, etc.
1070 (a). La apócope quienquier es anticuada. Cualquier no puede decirse sino precediendo a sustantivo expreso y formando frase con él; por lo que una cosa cualquier, o cualquier que lo diga, serían expresiones incorrectas; pero si precede al sustantivo y forma frase con él, se apocopa o no, indistintamente: cualquier o cualquiera hombre, cualesquier o cualesquiera cosas. Doquiera es una forma anticuada, admitida hoy sin escrúpulo por los poetas, que dicen indiferentemente doquiera y doquier. En dondequiera, cuandoquiera, comoquiera, siquiera, la apócope es arcaica.
1071 (b). En el día el valor propio de como quiera que es de cualquier modo que; mas en lo antiguo significaba sin embargo de que, aunque, y en este sentido lo emplea alguna vez Martínez de la Rosa, juntando el arcaísmo del significado al de la forma: comoquier que.
1072 (c). Siquiera tiene variedad de acepciones: 1.ª A lo menos, la más vulgarizada de todas: «Si el galardón ha de durar mientras Dios reinare en el cielo, ¿por qué no quieres tú que el servicio dure siquiera mientras tú vivieres en la tierra?» (Granada). 2.ª Aun, después de ni; aunque con cierta diferencia, porque si se puede decir arbitrariamente, «Ni aun» o «ni siquiera asiento se le ofreció», sólo creo que con propiedad pueda decirse «Ni aun sus lágrimas le desenojaron». 3.ª Aunque: «Respondió el cuadrillero que a él no le tocaba sino hacer lo que» (respecto de don Quijote) «le era mandado, y que una vez preso, siquiera le soltasen trescientas» (Cervantes). Adviértase, con todo, que sin embargo de esta equivalencia de sentido entre aunque y siquiera, son diversos sus oficios, pues siquiera es un simple adverbio, y aunque un adverbio relativo que liga dos proposiciones, una de ellas tácita. Pudiéramos expresarla diciendo aunque le soltasen, no se le daría nada; pero precediendo siquiera, no podríamos hacer lo mismo, porque siquiera representa la frase primitiva si querían, si se les antojaba. «Vívame la suma caridad del Ilustrísimo de Toledo; y siquiera no haya imprentas en el mundo; y siquiera se impriman contra mí más libros que tienen letras las coplas de Mingo Revulgo» (Cervantes); esto es, aunque no haya imprentas en el mundo, y aunque lluevan libros sobre mí; donde es de notar que se indican dos suposiciones contrarias, para dar a entender que tanto importa una como otra. Lo mismo en este ejemplo de Rivadeneira: «Siquiera se hayan de quedar en un mismo lugar por mucho tiempo, siquiera se hayan de apartar a lejas tierras, siempre se ven estar con ánimo alegre».