Nota: En esta transcripción se ha mantenido la ortografía original.

Lujo - Sección I

EN un país donde todo el mundo andaba descalzo ¿tenia lujo el que se puso los primeros zapatos? ¿No era un hombre muy sensato y muy industrioso?

¿No sucede lo mismo al que se puso la primera camisa? Respecto al que la hizo lavar y planchar, yo lo tengo por un genio lleno de recursos, y capaz de gobernar un Estado.

Sin embargo, los que no estaban acostumbrados a usar camisas blancas, lo tuvieron por un rico afeminado que corrompía la nación.

Guardaos del lujo, decía Catón a los Romanos: aunque habéis subyugado a la provincia de Faso, no comáis faisanes: aunque habéis conquistado el país que produce el algodón, dormir en el suelo; y aunque habéis robado con las armas en la mano el oro, la plata y las piedras preciosas de veinte naciones, no seáis jamás tan necios que os sirváis de ello. Careced de todo, después de haberlo robado todo. Es necesario que los ladrones de caminos sean virtuosos y libres.

Lúculo le respondió: Amigo mío, desea mas bien que Craso, Pompeyo, César y yo lo gastemos todo en lujo. Es preciso que los grandes ladrones se batan por la partición de los despojos. Roma debe ser esclava, pero lo será mucho mas pronto y con mucha mas seguridad por uno de nosotros, si hacemos valer nuestro dinero como tú en lugar de gastarlo en cosas superfluas y en los placeres. Desea que Pompeyo y César empobrezcan bastante para no poder pagar sus ejércitos.

No hace mucho tiempo que un hombre de la Noruega reprendía a un holandés por su lujo ¿Qué se ha hecho, le decía, aquel tiempo feliz, en que un comerciante, que salía de Ámsterdam para las Indias, dejaba en su cocina un cuarto de buey ahumado, y lo encontraba a su vuelta? ¿Dónde están vuestras cucharas de palo y vuestros tenedores de hierro? ¿No es vergonzoso para un moderado holandés el dormir en una cama de damasco?

Anda a Batavia, le contestó el hombre de Ámsterdam, gana como yo diez mil talegas de oro [1], y veremos si tienes deseos de vestirte bien, de comer bien y de vivir una buena casa.

después de esta conversación se han escrito veinte volúmenes sobre el lujo, y estos libros ni lo han disminuido, ni lo han aumentado.



  1. Tonne d'or en Holanda son cien mil florines.