Historia general de la medicina en Chile/Capítulo XXXIV



CAPÍTULO XXXII. JUAN MIQUEL

Del Real Colegio de Cirujanos de Cádiz.
Substituto de cátedras del Colegio de Medicina de Lima;
Fiscal y Secretario del Protomedicato de Chile.
Médico de vacuna, ad honorem.
Médico de hospitales.
Profesor de patología general, de medicina clínica, de terapéutica y de medicina legal.
Secretario de la Facultad de Medicina y Farmacia.
Autor de numerosos trabajos científicos.



El Dr. Juan Miquel, español, nació en 1792 y murió en 1866.

Su vasta actuación en nuestro pais—48 años—y la asídua labor pública á que se consagró, con toda la fuerza de su extricto y severo caracter, merecen que su nombre quede grabado en lugar preferente, en las páginas de nuestra historia médica.

Fué el sucesor del Dr. Blest en el profesorado.

En 1853, con motivo de haberse presentado al concurso de provisión en propiedad de la cátedra de patología interna, publicó un opúsculo, en el cual se resumen sus títulos para optar á dicho honor, el cual insertamos en seguida, y que, mejor que ningún otro documento, consigna una extensa parte de su obra:

«Méritos y servicios del que suscribe:

Estudié en clase de alumno interno por espacio de 7 años Medicina, Cirugía y Farmacia en el Colegio de la Marina Real de España; me recibí de Cirujano Médico en 7 de Marzo de 1817 en Cádiz; i de Médico en 11 de Febrero de 1818.

1818.—Por orden real se me destinó al Colegio de Medicina de Lima á petición de su Director don Hipólito Unanue, en calidad de Bibliotecario y substituto de cátedra.

1819.—Hecho prisionero por la Armada de Chile, en la fragata Maria Isabel, me hice cargo del hospital de mujeres, que visité solo, en Cirugía y Medicina por 30 pesos al mes, por espacio de siete años. Desde igual fecha por orden suprema visité gratis en sus casas á todos los enfermos de las provincias del sud que estaban emigrados.

1820.—Redacté por orden del Sr. Ministro de la Guerra un lijero compendio de Higiene Militar que fué puesto en ejercicio, i mejoró en mucha parte la salud del soldado á bordo, en guarnición i en campaña.

1821.—Nuevo reglamento hecho por mi i planteado por la Junta de Caridad i el Administrador para el arreglo, distribución y policía del hospital de San Francisco de Borja. El mismo año presenté por disposición de dicha Junta, de la que era uno de sus miembros, todos los antecedentes de Higiene pública que debian tenerse presente en la formación de un Panteón público i Campo Santo.

1822.—Por acuerdo de la Ilt. Municipalidad se publicaron los preceptos de Higiene pública i método curativo que para la precaución i cura de una nueva epidemia de erisipela gangrenosa que se estendió por la población de Santiago, se me ordenó presentar. En igual fecha el Gral. San Martin me elijió como Médico de cabecera para asistirlo en la fuerte enfermedad que recien llegado del Perú sufrió, i de la que tuve la suerte de restablecerlo.

1823.—Se me nombró fiscal del Protomedicato, destino que por 18 años desempeñé gratis.

1824.—Por Supremo decreto trabajé toda la organización médica i quirúrgica que se preparó i condujo en la expedición á Chiloé.

1826.—Proyecto i redacción de un nuevo arreglo en la Facultad de Medicina i Farmacia.

1827.—Presente á la Asamblea Provincial un nuevo sistema para mejorar la lamentable posición en que se hallaban los huérfanos.

1828.—Publicación de diversos artículos de Higiene Pública y Privada dados á luz en «El Mercurio Chileno.»

1830.—Observaciones sobre mejoras de hospitales i socorros á domicilio publicados por mi.

1832.—Observaciones pasadas al Gobierno i publicadas en el Araucano sobre necrología de Santiago i sus hospitales.

1833.—Medidas de Higiene pública i privada mandadas redactar i publicar por orden suprema para precaverse en lo posible del cólera, i hacerlo menos mortífero si llegaba á aparecer en la República.

1834.—Fui declarado Ciudadano Chileno. [1]

1836.—Publiqué en El Araucano, la historia, causas, curación i medidas precautorias para la epidemia desconocida en Chile hasta entonces del Grano i pústula maligna.

1837-39.—Asistencia gratuita á la Sala de Vacuna en los meses que me tocaba el turno.

1840-43.—Diversos informes leidos en la Sociedad de Agricultura, de la que era miembro, sobre varias materias.

1844-45.—Artículos en el Semanario de Santiago—sobre salubridad y policía médica. Proyecto sobre la utilidad de crear una plaza de fiscal de Salubridad Pública, con designación de sus cargos.

1846.—Efectos químicos, físicos i médicos observados por mi, en el terremoto de 1822.

Observación hecha sobre el cambio de una persona de color blanco que pasó al negro: ambas memorias corren en los Anales de la Universidad.

1847.—Efectos físicos i médicos de la máquina Electro-galvánica i sus ventajosas aplicaciones para la salud.

Memoria leida en el seno de la facultad de medicina, i ciencias físicas, reunidas.

En el mismo año fui nombrado uno de los miembros que compusieron la comisión informadora sobre las aguas de Santiago.

1848.—Indicaciones médicas sacadas de la experiencia de 32 años en Santiago para la mejor aplicación de los baños minerales de toda la república i corren en «Los Anales» en dos diversos números.

1849.—Memoria sobre las enfermedades del corazón, sus causas más comunes entre nosotros, i los medios más propios para modificarlas.

1850.—Entré de nuevo al hospital de mujeres en calidad de médico: abrí en el Instituto Nacional un curso de Medicina y dicté un tratado de Patología jeneral, que no existía.

1851.—Continuación del curso de Medicina. Se dió principio á la clase de Medicina Clínica enseñada á la cabecera del enfermo. Se me nombró Secretario de la Facultad de Medicina i del Protomedicato.

1852-53.—Finalización de los cursos de Patología jeneral i Medicina Interna, Medicina Clínica, Mat. Médica i Terapéutica, Arte de recetar, Medicina legal i forense, i Toxicología ó tratado de venenos.

Los alumnos que en los 3 últimos años han cursado las precitadas clases bajo mi dirección han sido todos aprobados en los exámenes finales.

Memoria leida sobre la araña venenosa en Chile; su clasificación, síntomas del envenenamiento i curación.

Suplico antes de proveerse la Cátedra de Medicina lo que previene la lei 12, tít. 12 de la N. Recop. en los arts. 7 i 8.—Juan Miquel.—Santiago de Chile.—1853.—Imp. de la Sociedad.—4.º dos págs.»

El profesor Miquel, al llegar á nuestro país sustentaba las doctrinas médicas de Pinel y de Cullen, pero después, cuando Laennec reformó el sistema fisiológico del innovador Broussais, abrazó con entusiasmo los teorías y la enseñanza de la escuela francesa.

Los textos que adoptó en sus cátedras fueron: Chomel, en patología general, Grisolle, en patología interna, Trousseau, en materia médica y terapéutica, y Mata, en medicina legal y toxicología.

El Dr. Miquel, fué enemigo de las sangrías, y muy lejos de ser intransijente en las medicaciones,—como lo fueron muchos, basados en tal ó cual sistema médico dominante—fué ecléctico en el tratamiento. [2] Gozó de merecida reputación; su ojo clínico era admirable, por lo cual era buscado y temido porque su pronóstico rara vez salía fallido.

En 1850, abrió un curso de Medicina interna, como profesor interino, y en 20 de Junio de 1853, obtuvo el nombramiento en propiedad de la cátedra después de haber salido victorioso en una brillante oposición cuyos detalles exponemos en la nota, al pié.[3]

Para llevarse á cabo este concurso hubo una serie de dificultades: primero, respecto á las asignaturas que entraban en el examen, aprobándose al fin una indicación del rector Domeyko para que fuesen todas las correspondientes á la primera cátedra, (patología, clínica, terapéutica y medicina legal) después, sobre el local, duración y forma del examen, y aún, la de competencia de examinadores por haber entrado como candidato el Dr. Tocornal, decano de la facultad, para lo cual se nombró, en su reemplazo, al Dr. Sazie, y aunque el decano desistió más tarde de optar al concurso, se declaró persistente el nombramiento del Dr. Sazie para presidir la mesa examinadora.

La clase de Medicina, abarcaba las asignaturas de patología general, patología y clínica interna, materia médica y terapeútica, medicina legal y toxicología; esta reunión de materias duró hasta el año 1861, en que el Dr. Miquel quedó con las asignaturas de patología interna y terapéutica pasando las clases de clínica interna y medicina legal al nuevo profesor don Jorge Hércules Petit.

El profesor Miquel, dice el Dr. Eduardo Salas Glano, en su «Historia de la Medicina en Chile», «era en sus clases metódico, claro y brillante en sus explicaciones; su buen sentido, le hacía aceptar los progresos y descubrimientos recientes, de modo que mantenía á sus alumnos al corriente de todas las innovaciones de la ciencia.

En patología se extendía lo suficiente para hacer conocer bien las enfermedades más comunes á nuestro clima y en terapéutica, introduciendo siempre el conocimiento de algunos agentes nuevos, fue uno de los campeones más decididos contra la sangría y el emético que tan en boga estuvieron en esa época.

La clínica la hacía consistir casi exclusivamente en la observación de los enfermos cuando pasaba su visita hospitalaria, pero no era exigente respecto á la historia de ella, sino que se concretaba á notar los síntomas más culminantes, el diagnóstico y el tratamiento. Después de la visita hospitalaria se trataba, aunque reducido número de veces, de los casos más importantes.

Como profesor de médicina legal hizo una clase teórica, lo mismo que en patología y terapéutica.

Miquel tenía una cualidad que es indispensable para ser buen maestro: no se apasionaba por ninguna teoría ó sistema, se limitaba, únicamente, á estudiarlas.»

Queda vinculado el nombre del Dr. Juan Miquel á los progresos de la enseñanza, de la beneficencia y hospitales, de la elevación profesional y muy principalmente á la literatura médica, de tal manera que quien quiera estudiar ó escribir sobre alguno de sus muchos temas desarrollados, tendrá que consultarlos no sólo como una investigación histórica sino también para aprovechar de sus exposiciones.

Bibliografia

Compendio de Higiene Militar—1820—Folleto ejecutado é impreso por orden del ministerio de la guerra, para el uso de la marina y del ejército de Chile.

Reglamento interno, de arreglo, distribución y policía del hospital de San Francisco de Borja.—1821

Antecedentes de Higiene Pública que deben tenerse en cuenta en la formación de un Panteón público y Campo Santo.—1821.

Preceptos de Higiene Pública. Método curativo para la precaución de una epidemia de erisipela gangrenosa.

Publicación hecha por la I. Municipalidad de Santiago.—1822

Efectos químicos, físicos y médicos, observados en el terremoto de 1822.—Observación hecha sobre el cambio de una sona de color blanco que pasó al negro.—1822.—Impresos chilenos, 1825-63.—M. S. de la B. N.—Esta comunicación fue presentada á la facultad de medicina y de ciencias matemáticas y físicas, en 1846, y corre impresa en los Anales de la Universidad.—Año 1850.—4.º 6 págs.

Proyecto de reforma y redacción de un nuevo arreglo en la Facultad de Medicina.—1826

Proyecto de un nuevo sistema para mejorar la lamentable posición en que se hallan los huérfanos.—Presentado á la Asamblea Provincial de Santiago.—1827.

Higiene Pública y Privada.—Arts. publicados en «El Mercurio Chileno.»—1828.

Observaciones sobre mejoras de Hospitales y Socorros á domicilio.—1830.

Medidas de Higiene Pública y Privada, para precaverse en lo posible del Cólera ó hacerlo menos mortífero si llega á aparecer en la República.—Mandadas redactar y publicar por orden suprema.—1833.

Pústula maligna ó Grano.—Historia, causas, curación y medios precautorios de la epidemia desconocida en Chile.—Arts. publicados en «El Araucano, de 1836.

Proyecto de un nuevo establecimiento de beneficencia.—Publ. en la Imp. del Comercio.—Sant. de Chile.—1837.

Salubridad Pública y Policía Médica.—Serie de arts. publicados en «El Semanario» de Santiago, en 1844-45.—(Proyecto sobre la utilidad de crear una plaza de fiscal de Salubridad Pública.)

Efectos físicos y médicos de la máquina electro-galvánica y sus ventajosas aplicaciones para la salud.—Memoria leida en el seno de la Facultad de Medicina y Ciencias Físicas, reunidas, en 1847.—A. U.—1850.—4.º 3 págs.

Sobre las aguas de Santiago.—Memoria presentada á la Fac. de Med. en 2 de Julio de 1850.—A. U.—4.º 9 págs.

En la «Reseña del Progreso Médico de Chile» del Dr. José Grossi, se lee, al respecto, lo siguiente:

«Habiéndose nombrado por el Gobierno una comisión encargada de dictaminar sobre la mejor agua potable para el consumo de la ciudad de Santiago, especifica dicha comisión (después de anotar el análisis del señor Domeyko) las condiciones que debe tener una agua para que pueda consumirse sin peligro para la salud. Afirma la comisión que el agua que beben los pobres en Santiago no es clara; que es cruda, merced á la presencia del sulfato de cal y magnesia ocasionando dolor al estómago y obstrucción en el bazo e hígado. También cree el doctor Miquel, informante de la comisión, que las aguas podrían ocasionar el coto y que el agua filtrada que ordinariamente se consumia en las casas acomodadas, era mala. Miquel enumera después otras causas o factores antihijiénicos, capaces de producir enfermedades, tales como la atmósfera que califica de seca y fria, el terreno que conceptúa húmedo; la carne que cree mala, las habitaciones, que considera pésimas y la pobreza del suelo en árboles productores de oxíjeno así como también la tuberculosis, que piensa está mui jeneralizada.»

Observación de un caso de Cyanosis.—Memoria presentada á la Fac. de Med. el 2 de Julio de 1850.—A. U.—4.º 3 págs.

Describe este estado patológico que lo cree consecuencia de una comunicación arterio venosa.

Descripción de una curación hecha de Meninjitis del canal raquideano,—A. U.—1850.—4.º 2 págs.

Relata el caso de una meninjitis basilar complicada con la generalización á la envoltura medular, cuyo diagnóstico se ratificó por la autopsia, hecha con el Dr. Valentín Saldías.

Algunas ideas sobre el Cloroformo y sus aplicaciones médicas, tomadas de los mas recientes autores de Europa y América, y de las experiencias hechas en Santiago, por el autor.—A. U.—1850.—4.º 4 págs.

Descubierta la anestesia por el eter, por el Dr. Ch. T. Jackson, de Massachussetts, en 1842, y poco después la acción del cloroformo, por Flourens, y su aplicación á la cirugía por Simpson, de Edimburgo, puede comprenderse que fué muy bien recibido y comentado el trabajo del Dr. Miquel, sobre este anestésico.

Observaciones prácticas sobre las virtudes medicinales de las diversas aguas minerales de Chile, y precauciones con que deben usarse.—A. U.—1851,—'4.° 4 págs.

Recuerda los preciosos servicios del Dr. Ignacio Domeyko con relación á la hidrología nacional y sus múltiples análisis químicos que sirven de base para la terapéutica balnearia y el uso interno de las aguas minerales. Apunta las reglas para los rejímenes del baño, y termina ocupándose de las termas de Chillán y Cauquénes y de algunos usos relativos á los baños del mar.

Aguas termales y minerales templadas de Chile.—A. U.—1851.—4.º 5 págs.

Divide en tres grupos á estas aguas: 1.º Salino-gaseosas, para el linfatismo, anemias y estados débiles en general; considera de una acción tan estimulante estas aguas que son útiles para facilitar la concepción en los matrimonios de constitución débil ó extenuada, como las aguas de Colina, por ejemplo, que son las que analiza para este primer tipo; indica las inconveniencias de esta estimulación para las personas pletóricas y sanguíneas que pueden ocasionarles hemorroides y flujos. Los baños de Colina deben visitarse en otoño y primavera.—2.º Alcalino-gaseosas, como Apoquindo y Cauquénes, de aguas minerales templadas, útiles para un gran número de afecciones principalmente del aparato gastro-intestinal.—3.º Aguas sulfurosas, como Chillán, que deben utilizarse en primavera y verano, y que dice excelentes para la tuberculosis y catarros pulmonares.

Sobre la araña venenosa de Chile.—A. U.—1852.—4.º 3 pág.

Versan estos apuntes sobre el latrodeptus formidabilis; quizas debido á pocas observaciones no es exacta ni completa la descripción que hace de la enfermedad, la cual considera benigna y de fácil dominación.

Estado de la Medicina en Chile.—Discurso pronunciado; por el prof. de Patología y Clínica interna de la Univ. don Juan Miquel, en el acto de su recepción á dicha cátedra, celebrado el día 7 de Julio, con arreglo al art. 25 del Supremo Decreto de 14 de Marzo de 1846.—A. U.—1853.—4.º 3 págs.

Comenta la condición de la medicina en el país, la altura á que debe considerarse esta ciencia y ataca rudamente al charlatanismo.

Memoria acerca de las enfermedades hereditarias en Chile y. con especialidad en Santiago.—A. U.—1854.—4.º 5 págs.

Cree que la cruza de distintos temperamentos trae buenos resultados tanto mejor si son opuestos y extraños. Apunta el curioso hecho de considerar á la sarna como hereditaria. La mortalidad tiene una buena proporción por las enfermedades heredadas como la tisis, sífilis, etc.

Memoria de las enfermedades del corazón en Chile, y especialmente en Santiago, leída en la sesión del mes de Julio.—A. U.—1855.—4.º 7 págs.

Enumera á la raza, el desequilibrio orgánico y falta de desarrollo torácico, el espejo ustorio que forma la cercana cordillera, los vestidos apretados, la sífilis, el exeso de las pasiones y la herencia, como las causas predisponentes al estado cardíaco. Usa para estas afecciones la digital, el nitro, el beleño y la sangría.

Ultimos momentos de la vida.—A. U.—1856.—4 pags.

Discute el punto sobre la hora en que debe terminar el cometido de un médico á la cabecera de un moribundo, en vista de ser práctica que, en dichos instantes, se abandone al paciente hasta en manos extrañas, para evitar el dolor de la familia. Combate esta inhumanitaria costumbre y solicita para el último trance, no sólo la presencia de los parientes, sino también la del médico que debe tocar todos los recursos de la ciencia para aliviarle. No acepta la opinión de Barthez y Cabanis que dicen que el enfermo en su última hora siente un bienestar, un placer general, como cuando se aproxima el sueño, y, de acuerdo con Huffeland, opina por la asistencia hasta el fin.

El huano.—Memoria leída en la sesión del 26 de Marzo de 1858.—A. U.—4.º 2 págs.

Apunta las propiedades terapéuticas del huano del Perú, en la lepra ó elefantiasis griega.

La canchalagua.—Virtudes medicinales.—A. U.—1859.

Guia para los baños minerales y termales de la República de Chile con los avisos y observaciones sobre el empleo medicinal del agua del mar, é influencia de la atmósfera marítima, etc. por el doctor don Juan Miquel, Catedrático de patolojía interna, medicina legal y terapéutica del Instituto Nacional de Santiago, etc.—Santiago, Imprenta del Ferrocarril.—1859.—18.º; 62 pag.

Catecismo higiénico ó arte de conservar la salud, prolongar la vida y prevenir las enfermedades adoptado al clima, temperamento, usos y costumbres de Chile.—Obra al alcance de todo el mundo y muy especialmente dirijida á mejorar los hábitos y costumbres de los chilenos respecto á la salud.

La salud es el mejor bien de que podemos disponer, sin el cual la vida no es sino un largo padecer. Más vale prevenir las enfermedades que tener que curarlas.—Santiago.—Imprenta del Ferrocarril.—Calle de los Teatinos, Núm. 34.—1859.—62 págs. en 8.º

La papa, considerada como sustancia medicinal.—A. U. —1860.—4.º 3 págs.

En su práctica, dice el autor, he comprobado que este tubérculo no sólo es de gran utilidad alimenticia sino también un verdadero ajente terapéutico, sobre todo en cocimiento en las obstrucciones del hígado.


  1. Este mismo año, con motivo de la rivalidación de títulos que se exigía á los médicos extrangeros, el Dr. Miquel pidió examen, y con fecha 6 de Febrero de 1834, el Protomédico Blest, y el Secretario Morán, fijaron el dia sábado 8 del mismo mes, y para que los examinadores Roberto Leigton, profesor Francisco Llombard y Ramón Quevedo se hallasen presentes en la prueba.—Arch. de Gobierno.—Univ, de Chile.—1819-78.—(No sabemos á qué profesores se refiere este dato, pues no conocemos médicos de este nombre ni tampoco se registran entre los del Instituto Nacional. Y como el Dr. Miquel no menciona este hecho entre sus apuntes, creemos que esta noticia sea un error que ha quedado en los archivos.)
  2. Entre los papeles inéditos de este profesor que conserva su hijo, el Dr. don Damián Miquel, hemos hallado algunos datos sobre las enfermedades de entonces—consignadas ya en el capítulo correspondiente—y sobre los tratamientos más usuales.

    La fórmula de la chicha peruana, contra el reumatismo crónico, enfermedades cutáneas y descomposturas de sangre, es así: Raíz de zarzaparrilla, 2 libras; hojas de sen, 2 onzas; chancaca, 8 panes: manzanas verdes, 1½ docena; garbanzos, 1 libra; quinoa amarga, ½ libra y una piña. Se corta todo en pequeños trozos y se hace fermentar en una arroba de agua, y se toma á pasto durante 40 dias. Fué muy utilizada por el Dr. Miquel.

    La fosfoleína, preparada con cerebro de animales (actual organoterapia) era muy común en Chile, en el primer tercio del siglo pasado.

    El Dr. Miquel, acostumbraba repetir á sus enfermos el siguiente adajio:

    Si deseas vivir sano—Métete á viejo temprano—Y la ropa de invierno—No la dejes en verano.

    Al llegar al pais, en 1818, dice que halló á los siguientes médicos, en Santiago: al protómedico Oliva, que seguía las teorías humorales; al Dr. Bartolomé Diaz Coronilla, muy anciano ya; al bachiller peruano, Mariano Polar; á M. J. Grajales, su compatriota, acérrimo partidario de las teorías brownianas, ó nerviosas; y al Dr. Nataniel Cox, inglés, cuyo caballo de batalla era el cálomel y exclusivista para el uso del opio, de la sal de Inglaterra y el tártaro emético.

  3. En el Boletín de las Leyes—T. 21—se halla la relación siguiente de lo sucedido con motivo del concurso de medicina á que nos referimos.

    «Conforme al artículo de la ley orgánica de la Universidad, de los reglamentos vigentes para las aposiciones á las cátedras en la instrucción universitaria, especialmente del 14 de Marzo de 1846 y del 29 de Octubre de 1849, como también en virtud del decreto del supremo gobierno de 7 de Diciembre del año pasado, del de 26 de Febrero y de 6 de Abril de este año, que mandan dar á oposición las cátedras de Patolojia y Clínica interna, fijan el término y disponen que por causa de la implicancia del decano de la Facultad de Medicina, el ex-decano de la Facultad don Lorenzo Sazie, debe nombrar la comisión formando parte de ella; el Delegado Universitario avisó el 26 de Abril a dicho decano haberse presentado al concurso cuatro candidatos: don Juan Mackenno, licenciado de la Universidad de Chile, don Manuel Cortes, licenciado de la misma Universidad, don Pedro Herzt doctor de la Universidad de Viena y licenciado de esta Universidad, y don Juan Miquel profesor suplente de la cátedra de patolojia y clínica interna. El 6 de Mayo el señor Sazie pasó al delegado la lista de los miembros de la comisión para lo cual nombró á los señores Ildefonso Raventos, Emilio Veillon y Vicente Padin y para suplentes los señores José Joaquín Aguirre y don Joaquín Noguera.

    Seis dias después, el 12 de Mayo, se instaló la comisión compuesta de los tres primeros nombrados por el ex-decano y éste mismo nombrado por el Supremo Gobierno, bajo la presidencia del Delegado, y habiendo examinado los títulos de los cuatro candidatos los admitió á todos al concurso.

    El 16 de Mayo, en presencia de toda la comisión y de los candidatos, se elijió para la prueba escrita, á la suerte, el tema siguiente; «De las membranas mucosas, consideradas en su patolojia, en su terapéutica y en su aspecto médico legal;» y quince dias después, es decir el 31 de Mayo, remitieron los candidatos al Delegado Universitario sus memorias, de cada memoria dos ejemplares, según lo prevenido por el artículo 17 del reglamento de 29 de Octubre de 1842.

    Siete dias se han concedido á la comisión y á los candidatos para que tuviesen tiempo de examinar las memorias antes de la lectura pública de ellas: y á las seis de la noche del 9 de Junio tuvo lugar la prueba escrita, conformándose en ella á lo que dispone el artículo arriba citado y el artículo 18 del mismo reglamento. Indicado á la suerte el órden en que los candidatos debían leer sus memorias, principió por leer la suya don Juan Mackenna; la lectura duró una hora: en seguida habiéndosele obligado por la comisión á que discutiese sobre los efectos locales y generales de algunos de los principales venenos sépticos, argumentó por mas de un cuarto de hora.

    «En la misma noche leyó su memoria don Pedro Herzt, cuya lectura duró dos horas y cuarto y á continuación argumentó por media hora sobre la pregunta que le había dirijido la comisión relativa á los «signos diferenciales entre el reblandecimiento de la membrana mucosa-gastrointestinal producida por la inflamación y el que es causado por los agentes tóxicos.»

    Siendo la hora avanzada, no se dió lugar á la lectura de don Juan Miquel sino al dia siguiente, es decir el 10 de Junio á las seis de la noche. La lectura de la memoria duró una media hora y la argumentación 10 minutos. Para esto último la comisión exijió «que el candidato señalase las indicaciones que establecen punto de contacto entre la medicación antiflojística directa, (como son las emisiones sanguíneas y emolientes) y la medicación purgante en la inflamación de la mucosa intestinal gástrica.»

    En fin don Manuel Cortes leyó su memoria por espacio de una hora y argumentó 10 minutos sobre lo preguntado por la comisión, «si existe ó nó algún estado patolójico de las membranas que puedan producir la formación de tubérculos en el pulmón.»

    El 13 de Junio, reunida la comisión y en presencia de los candidatos se sacó á la suerte, á las nueve de la mañana, para la segunda prueba oral, conforme al 2.º inciso del artículo 18 del citado reglamento de 1849, el punto siguiente: «Diagnóstico diferencial entre las enfermedades del encéfalo y comprobándolo en cuanto se pueda por la anatomía patolójica»

    El mismo dia, á las seis, improvisó cada candidato una lección sobre el tema, observando todo la prevenido por este artículo. La improvisación de don Manuel Cortes duró 50 minutos; la de don Pedro Herzt, una hora; la de don Juan Mackenna 47 minutos, y la de don Juan Miquel 56 minutos.

    «Acto continuo, habiendo decidido la comisión que ha sido indispensable para este concurso una prueba práctica que recaiga sobre clínica, que es uno de los ramos esenciales de la cátedra, citó á cada uno de los candidatos que se presentasen el 15 de Junio para esta última prueba en el hospital de San Juan de Dios. Con este objeto escojió de antemano la comisión dos enfermos mas aparentes para esta clase de pruebas, y dio á cada candidato igual tiempo para que los examinasen en presencia de los comisionados y en ausencia de los opositores. Luego después, al salir de la sala de los enfermos, cada candidato improvisó una lección clínica sobre los dos mencionados enfermos y la comisión ha cuidado de que los que no hayan hablado no asistiesen á esta prueba.

    Concluidas todas las pruebas prescritas por la ley, la comisión ha procedido inmediatamente á resolver en votación secreta, conforme al artículo 20 del reglamento de 1849, si los candidatos se han desempeñado ó nó de un modo satisfactorio en dichas pruebas y verificado el escrutinio para cada candidato, por separado, se declaró como dignos de ser presentados para la cátedra los señores: Manuel Cortes, Pedro Herzt, y Juan Miquel, puestos en órden alfabético por acuerdo unánime de los comisionados.

    «Pasando en seguida á calificar especiamente las aptitudes que ha manifestado cada uno de los tres candidatos, acordó por unanimidad esponer lo siguiente:

    «En primer lugar, en cuanto á la memoria escrita, la comisión opina que la memoria de don Juan Miquel, considerada como obra de su propia reflección, esperiencia y orijinal en sí, y por ceñirse al tema, se prefiera a las demas, aunque éstas sean mas largas, y como punto de una competencia estudiosa, tienen su mérito.

    «En segundo lugar, por lo que toca a la segunda prueba oral, la comisión, ante todo debe confesar a Ud. que, habiendo visto por la prueba escrita cuán difícil era apreciar los conocimientos y aptitudes de cada candidato, independientemente de los que pudiera adquirir en corto intervalo de tiempo, copiando libros que tuviera a la mano, se esforzó en elejir para esta prueba oral el tema en que del mejor modo pudiesen manifestar el juicio sano, la propia esperiencia y aptitud profesional de cada opositor, y para cuyo desempeño no les fuese suficiente consultar por un rato los autores mas acreditados en la ciencia. Con este motivo la comisión hadado a esta prueba una importancia mucho mayor que a las demas; y habiendo prestado a ella su atención, la mas escrupulosa posible, tiene el mayor gusto en declarar una superioridad inmensa en la prueba oral de don Juan Miquel, habiendo este señor manifestado un método profesoral práctico y erudición mas que suficiente para llenar el tema a que se ciñó. Sin embargo, la comisión se complace en declarar que las pruebas orales de los señores Hertz y Cortes manifiestan también mucho mérito.

    «En tercer lugar, en la prueba práctica es donde ha sido mui difícil calificar los méritos relativos de los candidatos, no habiendo ninguno satisfecho plenamente a la comisión. Sin embargo, si es necesario citar a los que mejores pruebas dieron de su juicio clínico, deben considerarse con preferencia a los señores Miquel y Cortes.

    «En cuanto a lo prevenido en el inciso 2.º del artículo 20 de la citada lei de 1849, la comisión no hallando a los tres candidatos arriba espresados en la supuesta igualdad de circunstancias, no se cree en la necesidad de juzgar los méritos a que se refiere dicho artículo y recomienda al Supremo Gobierno a don Juan Miquel.—Sazie.—Raventos.—Veillon.—Padin.—Domeyko.»

    Tomando en cuenta este acuerdo, el Gobierno decretó lo siguiente:

    Santiago, junio 20 de 1853.

    Visto el informe que precede de la comisión encargada de presidir la Oposición a la cátedra de Patolojía y Clínica interna de la Universidad, se nombra profesor de dicha clase a don Juan Miquel.—Montt.—Ochagavia.

Historia general de la medicina, tomo I de Pedro Lautaro Ferrer

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