Curso Zodiacal: Escorpio

Curso Zodiacal:
ESCORPIO​
 de Henrich Arnold Krumm-Heller

Querido Discípulo:

Los Discípulos casados que hayan logrado en su matrimonio ejercitar las funciones sexuales como un acto sagrado o una operación religiosa, han conseguido una gran ventaja, pues, ambos seres, de este modo, pueden ayudarse mutuamente. En general, cada uno de nuestros Discípulos ha de tener una mujer para efectuar el connubio, pero hasta no habrán hecho otra cosa que desperdiciar sus valores, su vida misma, pudiendo haber conquistado una eterna juventud. No hay que olvidar que la sensación del coito es demasiado corta, para que luego se acerque al actuante el aburrimiento, el desgano, el fastidio como una tristeza asqueante y es forzoso volverse a cargar magnéticamente para tornar a sentir la atracción amorosa. Ya lo dijo Ovidio: “Post coitum omnia animalia tristia”.

En la función sexual, debe tenerse en cuenta sólo dos objetos: o la conjunción de dos almas dentro de un suave y tierno espasmo espiritual, o la creación directa de un nuevo ser. Los animales sólo buscan este instante para el último fin en la época precisa en que la hembra está en brama y pide ser fecundada, pero el hombre, el animal sublime, el ser ángel, es el único que repite diariamente esta función para irse agotando lentamente y sin consciencia.

Catálisis, llamamos a una acción acelerante que ejercen ciertas substancias sobre otras aumentando o disminuyendo la velocidad de sus reacciones químicas, y si trasladamos esa idea de catálisis al terreno del parapsiquismo, ya podemos darnos cuenta de las funciones sexuales verificando como un intercambio de sus fuerzas. La Pelvis, en la mujer, vierte corrientes femeninas, mientras que los pechos las dan masculinas. En el hombre la corriente femenina radica en la boca y la masculina en su miembro viril. Todos estos órganos, por consecuencia, deben estar excitados al objeto de dar y recibir, transmitir y recoger, y entonces se provocan corrientes que van en más y en más, buscando cantidad y calidad. El baile y el beso, donde se pone en tan íntimo contacto la pareja, no es más que una manifestación intuitiva para lograr esa Magnetización entre el hombre y la mujer.

Aquí en Alemania y en muchos otros países había sociedades que cultivaban el desnudo y hacían bailes. Sirvió esto muchas veces para excesos inmorales y es bueno que se haya prohibido. Estas cosas sólo deben ser manejadas por personas seleccionadas de sentimientos puros, y no olvidemos que para el puro mentalmente todo es puro y que la inmoralidad no está fuera sino dentro de nosotros, y en los Misterios de Eleusis, donde se practicaban estas cosas, nadie pensaba en porquerías sino en cosas santas.

Ya en las Iniciaciones del antiguo México, se unían jóvenes de ambos sexos durante meses, completamente desnudos, a quienes se les permitía acariciarse mutuamente sin llegar jamás al acto carnal. Debían dominar la pasión despertada para que una vez en auge todos los jugos glandulares, pudieran ser transmutados en fuerza espiritual. En nuestra obra “ROSA CRUZ” decíamos que, en ese instante, el Semen se cerebriza mientras que el Cerebro se seminiza, cuya clave radica en lo que ya hemos explicado.

Los matrimonios Rosa Cruz, nuestros Discípulos, deben hacer caso omiso de lo que otros hagan y guardar este secreto para que seamos los privilegiados, los superhombres, los de carácter. Esto parecerá un egoísmo, pero es que no deben darse a conocer ciertas Claves a quienes atraviesan una vida puramente materializada y no han hecho prácticas Rosa Cruz. En vez del coito frecuente que llega al orgasmo, deben prodigarse reflexivamente dulces caricias, frases amorosas y delicados tanteos, manteniendo constantemente apartada la mente de la sexualidad animal y sosteniendo la más pura espiritualidad como si el acto fuera una verdadera ceremonia religiosa. Sin embargo, puede y debe el hombre introducir el pene con dulzura y mantenerlo en el sexo femenino para que sobrevenga a ambos una sensación divina, llena de gozo, que puede durar horas enteras, retirándose en el momento que llegue el orgasmo para evitar la eyaculación de semen. De este modo, tendrán cada vez más ganas de acariciarse.

Esto se puede repetir todo cuanto se quiera y pueda y jamás sobrevendrá el cansancio, pues, todo lo contrario, es la Clave Mágica para ser diariamente rejuvenecido, manteniendo el cuerpo sano y prolongando la vida, ya que es una fuente de salud esa constante Magnetización. Sabemos, pues, que, en Magnetismo ordinario, el Magnetizador comunica fluidos al sujeto y si el primero tiene estas fuerzas desarrolladas, puede, sanar al segundo. La transmisión de fluido magnético se hace de ordinario por las manos o por los ojos, pero es necesario decir, que no hay un constructor más poderoso, mil veces superior a los demás, que el miembro viril y la vulva como órgano de recepción.

Si muchas personas practican eso, a su alrededor se esparcirá fuerza y éxito para todos los que se pongan en contacto social o comercial con ellos. Pero en el acto de Magnetización Divina, sublime, a que nos referimos, ambos, hombre y mujer, se Magnetizan recíprocamente siendo el uno para el otro como un instrumento de música que, al ser pulsado, lanza o arranca sonidos prodigiosos de misteriosas y dulces armonías. Las cuerdas de este instrumento están esparcidas por todo el cuerpo; nuestros labios y nuestros dedos son los principales pulsadores de él, a condición de que presida este acto la pureza más absoluta que es la que nos hace Magos en ese instante supremo. Conseguido un buen cúmulo de fuerzas en ebullición, se dice: YO SOY FUERZA, YO SOY FUERZA, YO PUEDO TODO CUANTO QUIERO, y entonces se dirige la Mente sobre aquello que se quiere conseguir. Repetimos, como lo hicimos en nuestras Obras, que tenemos derecho a comodidades, riqueza, poderío, siempre que no sea en perjuicio y sí en provecho de los demás. La utilidad general está por encima de la particular. Guardad esto en secreto, y obrad según vuestro ser interno os aconseje.

Llegamos a las Glándulas últimas del Septenario que hemos seguido. Comenzamos por la Epífisis recomendando el camino de LUZ, AMOR, VIDA, LIBERTAD Y TRIUNFO, y si el Discípulo ha hecho conscientemente las prácticas ha debido encontrar la última puerta, la del TRIUNFO. Le recomendamos también concentrarse sobre la Fuente de Luz en su frente interior repitiendo siempre YO SOY, YO PUEDO. Era la práctica correspondiente a Aries dominado por Marte, el Luchador. Hoy llegamos, en sentido inverso, a los dominios del mismo Marte, pero en Escorpión, que rige las partes sexuales. En las antiguas Iniciaciones, llamaban a Escorpión EL GRAN FECUNDADOR.

De las partes sexuales viene la corriente terrestre, que sólo tuvo ligera oposición en las rodillas y las articulaciones de los pies, al chocar y mezclarse con las que ha pasado por tantos cedazos hasta los testículos. Ahora se trata del gran laboratorio donde se fija el destino de todo. Toda la Creación está regida por dos fuerzas, la de arriba (positiva) y la de abajo (receptiva).

Basado en el Amor, se repite esta misma actividad emisiva y receptiva, los dos polos, representados aquí por el hombre (principio positivo) y la mujer (principio receptivo). Hay en esto un íntimo secreto, pues, en el plano mental, mediante nuestra acción, la mujer se convierte en positiva y el hombre en receptivo, cuya transformación transciende al sexo. Es decir, una tendencia andrógina en nosotros donde luchan ambos principios, que nos hacen comprender las Leyes del Biorritmo. Ya hemos visto, que en nuestro Sistema Nervioso Liquido nos componemos de Glándulas masculinas y femeninas (nuestro libro “Biorritmo”), que vibran en un constante camino de acción y reacción, ascenso y descenso, aumento y disminución, y esa lucha la opera Marte y sus efluvios en la constelación de Escorpio dentro de nosotros.

Escorpio corresponde a la 8a. Casa en Astrología. Esta Casa es la de la Muerte, y la estadística prueba que la mayoría de los seres fallecen cuando actúa la constelación de Escorpio. Esto es debido a que hemos perdido la Clave de manejar a Escorpio.

Recordemos que en Escorpión está la acción y función de los órganos sexuales, cuyo poder pasional sólo es comparable con un brioso corcel que tirara de nuestro carro de vida. Mientras tengamos en nuestras manos firmes las riendas de este corcel, podemos dominarle aunque salte y brinque y se enfurezca altivo, pero el día que estas riendas se nos van, el animal se desboca y sale a galope tendido, volcando nuestro carro y arrastrándonos por las piedras y el lodo del camino hasta quedar extenuados y muertos. He ahí la causa de tantas muertes en esta Constelación. Pero la Muerte y la Vida, están íntimamente ligadas y depende de nosotros podernos burlar de los efectos maléficos de Marte en Escorpión, saliendo triunfantes con la Vida, acaparando nueva Vida y nuevos bríos. La clave es esta.

Por todo nuestro cuerpo, están repartidas una porción de Glandulitas más o menos grandes o pequeñas, como son las sudoríparas y las sebáceas que, por millones, están en la piel, siendo cada una de ellas de carácter masculino o femenino. Estas Glandulitas, en su intimidad, son aisladamente un acumulador de Fuerzas Magnéticas con sus respectivas corrientes, buscando en todo instante las masculinas chocar con las femeninas y viceversa, como en un constante intercambio de principios positivos y negativos. Este intercambio, que se prolonga hasta un estado divino, sublime, no es otra cosa que el Amor.

Pero esas fuerzas están aletargadas, dormidas, y es nuestro deber despertarlas, ya excitándolas o provocándolas, y unidos el Hombre - como principio positivo - y la Mujer - como principio receptivo - en un mutuo acuerdo y armonía, pueden ambos realizar la Gran Operación de Magia Sexual. Tenemos para ello 22 puntos eróticos en nuestro organismo. Observé que muchas mujeres se excitan copiosamente si se les toca el extremo de las orejas; otras son los pezones, pero la excitación no es local sino que abarca todo el cuerpo. Es igual en el hombre, que tiene también sus puntos eróticos. Este último es excitable rozándole el pecho que es su parte femenina, mientras que la mujer tiene su clítoris como parte excitable masculina.

En esta carta nos hemos abierto más, poniendo en cada lugar la palabra clara y precisa para que nuestros Discípulos comprendan y se hagan cargo de cuanto es esta práctica y hasta donde alcanza. Sólo deseamos que la comprensión justa entre en cada uno y hagan las cosas adecuadamente a nuestros deseos. Yo insisto en que esta carta no debe ser profanada y que nadie debe enseñarla a otro. Es estrictamente individual y el indiscreto comete una mala acción, que nunca queda sin castigo kármicamente. Además no está completa. En el curso sobre Magia volveremos sobre esto.