Comentarios del Pueblo Araucano II/Prefacio
PREFACIO
El segundo comentario que ofrece el señor Manquilef a los amigos del Folklore Chileno será recibido con el mismo interes como el primero que trató de los adornos, de la construccion de la casa, la marcadura de los animales, la fabricacion del cerco, la vuelta del viajero, la fabricacion del mudai i de la chicha de manzana. Los argumentos tratados en este segundo comentario son los juegos i ejercicios domésticos i guerreros i los bailes de los mapuches. En una segunda parte se trata mas someramente de la aceptacion de juegos españoles, de la equitacion i de la táctica europea por parte de los indios. Aquí no se dan muchos detalles respecto a la ejecucion de estas manifestaciones de la destreza natural, sino que se insiste solo en la capacidad asimilatoria del indio, presentando algunos casos típicos.
El valor de todos estos estudios está fundado en la circunstancia de que el señor Manquilef da sus descripciones desde el punto de vista nacional del indio moderno. Cuando se trata de juegos i ejercicios que hoi han perdido su importancia primitiva, como por ejemplo en el § 14 del cap. II, el tiro de la flecha, las noticias naturalmente son científicamente incompletas. La forma del arco que da el dibujo evidentemente no tiene nada que ver con el primitivo arco guerrero de los indios de Chile, el cual, como consta de los cronistas, fué pronto abandonado como inútil contra los conquistadores protejidos por armaduras metálicas. Hasta su nombre huepüll se ha olvidada entre los mapuches modernos.
Para apreciar debidamente las esposiciones del señor Manquilef, no se debe olvidar que él es profesor de jimnasia i tiene la preparacion científica de la Escuela Normal. Pero tambien hai que tomar en cuenta que el autor escribe todo lo esencial de su estudio en sus dos idiomas patrios, porque realmente se dirije no solo al público chileno i al lector internacional interesado en el folklore de la América española, sino tambien al lector araucano. El sabe cuántos de sus compatriotas indios ya son capaces de leer su lengua, i desea aumentar el interes de los indios civilizados por su propia cultura e historia. A esta idea se deben los párrafos que contienen trozos orijinales de autores chilenos que el señor Manquilef traduce al mapuche (Cap. II, § 21. «Una partida de chueca» i § 23 «Fines morales de la chueca», ámbos por el señor L. Matus Zapata, i de la Segunda Parte, cap. II, un capítulo del libro «Raza Chilena»).
Tenemos en estas traducciones, lo mismo que en todos los párrafos bilingües orijinales de los «Comentarios», unos documentos lingüísticos que, quizas, serán únicos, i en todo caso son rarísimos i escepcionales.
Se trata de lo siguiente:
Un niño de padre indio i madre chilena (el señor Manuel Manquilef González) educado por su abuela indíjena, habla solo la lengua mapuche hasta los siete u ocho años de edad. Desde entónces aprende el castellano, hace estudios escolares de la escuela primaria i superior i algunos años de liceo. Hasta la edad de 15 años queda constantemente en contacto con la jente que habla la lengua indíjena. En seguida se separa por cinco años de ese medio [1] para hacer el curso de la Escuela Normal de Chillan i titularse de preceptor. Vuelve en seguida a Temuco donde, a la vez con la continuacion de sus estudios que lo hacen hombre culto en un grado superior al término medio del preceptorado nacional, tiene constante práctica en la lengua indíjena.
Naturalmente la costumbre de escribir la ha desarrollado con la lengua literaria castellana, pero se ha acostumbrado tambien a escribir el mapuche.
¿Cuál de las dos lenguas será hoi con mayor derecho su lengua patria? Es difícil decirlo. Evidentemente, piensa en mapuche cuando habla i escribe ese idioma i en castellano cuando escribe i habla en esta lengua. Pero no ha analizado la gramática mapuche i es completamente injenuo al usar la lengua indíjena. No se habrá dado cuenta del significado propio i primitivo de sus elementos gramaticales, i de consiguiente le es molesto hacer versiones interlineares, palabra por palabra, del mapuche al castellano [2].
Pero, ahí está la gran cuestion. ¿Es posible traducir literalmente de una lengua a la otra, cuando las dos son de estrutura enteramente distinta i representan grados de cultura enteramente diferentes? Creo que no es posible.
He llegado a la conclusion de que la idea que se tiene en jeneral del arte de la traduccion es errónea. Este hecho, lo mismo que numerosas teorías lingüísticas insuficientes i que se encuentran aun en los libros científicos mas modernos, se esplica por la circunstancia especial de que todas las teorías lingüísticas jenerales han nacido casi esclusivamente en el terreno de las lenguas indo-europeas. Apenas se ha tomado en cuenta la estructura relativamente parecida del segundo grupo de idiomas flexivos, de las lenguas semíticas. Solo el libro de Georg von der Gabelentz[3] está fundado en la práctica de idiomas como el chino, el japones, el manchú i lenguas malayas, i en efecto da muchas observaciones nuevas i útiles. Los demas autores a menudo han olvidado que todos los innumerables idiomas i dialectos indo-europeos en el fondo solo representan un mismo modo de pensar con variantes solo en los detalles. De modo que todos nuestros conocimientos lingüísticos jenerales solo están fundados en unos pocos grupos lingüísticos. Con mucho la mayor parte de los autores solo conocen las lenguas indo-europeas. Pero grupos tan distintos como el indo-europeo, el semítico, el chino, el manchú, el japones, los hai por centenares, quizas por millares.
¡Qué pobre es nuestro conocimiento!
I no basta, para juzgar de un idioma exótico, que se haya estudiado un poco una gramática. Mucho ménos cuando esta gramática quizas se funda solo en el análisis de unos cuantos testos traducidos de la Biblia u otros escritos relijiosos i cuando esa gramática está escrita segun el modelo de la latina, que no le cuadra en absoluto. Es preciso que el lingüista conozca la lengua en su uso vivo i natural, i que al menos comprenda en la lectura sin mayor dificultad cualquier testo, de modo que a lo sumo le falte el sentido de ciertas palabras que se pueden buscar en el diccionario (si hai uno).
Sin una posesion bastante completa del idioma no se puede apreciar ni la sintaxis ni el estilo, ni ménos el modo jeneral de pensar.
Resumo, pues, lo dicho: la creencia de que sea posible traducir palabras (para no decir «palabra por palabra») de un idioma al otro, se ha formado solo por la circunstancia de que casi siempre se ha tratado de idiomas de una sola familia, la indo-europea. Cuando dos lenguas pertenecen a familias distintas, el que quiere traducir debe solo fijarse en el conjunto de las ideas de su orijinal i debe ensayar de espresar ese conjunto de ideas en el otro idioma, para lo cual es indispensable dominarlo de un modo tan completo que la espresion jenuina, idiomática, acuda a la mente junto con la idea. Las palabras del orijinal, aun las proposiciones, su órden i calidad son en absoluto indiferentes para el resultado. De consiguiente, la posibilidad de la traduccion depende de la posibilidad de pensar las ideas del orijinal en la segunda lengua i ésta depende en absoluto del grado de semejanza o diferencia en que está la cultura de las dos naciones. Miéntras mas diferentes la cultura i las condiciones de vida, ménos es posible traducir fielmente.
Pero ahora se nota una diferencia importante segun estamos bajando o subiendo en la cultura. Así como en la misma lengua culta el sabio, digamos el profesor de filosofía, comprende perfectamente el balbuceo de su hijo de dos o tres años de edad, pero éste no comprende nada de un discurso académico de su padre, así es posible espresar i aun imitar en forma mas o menos parecida en el idioma culto moderno, todas las formas cultas antiguas i las incultas modernas; pero nó al reves.
La traduccion castellana que hace Manquilef de las notables poesías indias insertadas en el capítulo de los Bailes, es mui literal i refleja el carácter del orijinal bastante bien.
En castellano, aleman, ingles, i frances, se puede imitar el lenguaje de un mapuche, patagon o fueguino. Pero ninguna poesía de Goethe, ni aun la prosa Cervantes, ni siquiera el lenguaje relativamente sencillo de la Biblia, pueden traducirse fielmente a una lengua de un pueblo de baja cultura.
Tampoco podria escribirse en latin o griego antiguo un tratado de física moderna.
Entre los idiomas de alta cultura la fidelidad de la traduccion depende de la semejanza en la configuracion gramatical de los idiomas. Mientras mas complicado i flexible es un idioma mas fácilmente podrá imitar las frases de un idioma de configuracion sencilla; pero nó al reves.
El aleman que posee la formacion de sustantivos i adjetivos compuestos i derivados del mismo modo como el sanscrito i el griego antiguo, sirve para traducir por ejemplo las obras de Homero de un modo mucho mas parecido al orijinal de lo que pudiera hacerse en castellano, i aun ménos en frances.
Shakespeare en aleman i Goethe en ingles pueden reemplazar bastante bien sus orijinales, pero Heine en frances, o Nietzsche en castellano pierden toda la fuerza del lenguaje primitivo. I, en el lenguaje poético, el idioma mismo trae la metáfora que forma tantas veces la base de la fuerza i de la hermosura.
Volvamos ahora a nuestro asunto de comparar cómo el mestizo bilingüe espres a los mismos pensamientos en sus dos idiomas patrios, partiendo ya del uno, ya del otro.
El señor Manquilef en sus narraciones de las costumbres indias siempre ha apuntado primero el testo indíjena i en seguida lo ha vertido al castellano, porque, segun el mismo lo dice en una carta, esto es mas fácil que si se procede a la inversa.
Pero ¿cómo podré yo probar al lector que no habla ni entiende la lengua araucana, cuál es la diferencia entre las dos versiones? Hé aquí la dificultad. No hai mas remedio que el siguiente: debo tratar de hacer lo que quiero probar como imposible, debo imitar en castellano, en cuanto se pueda, el sentido exacto de cada palabra mapuche, así como lo he hecho en las traducciones interlineares publicadas en mis Estudios Araucanos.
Para la mejor comprension de este lenguaje forzosamente estropeado, daré primero algunas observaciones jenerales acerca de la gramática de la lengua araucana.
La particularidad mas notable que resulta en la comparacion del mapuche con el castellano, o con cualquier otra lengua indo-europea, consiste en que este idioma indíjena carece casi en absoluto de la subordinacion de proposiciones, i no posee ningunas conjunciones subordinantes o adverbios relativos, ni pronombres relativos en jeneral.
En seguida, para el castellano es notable que la proposicion mapuche no siempre necesita verbo conjugado, sino que al lado de frases que estan, por decirlo así, en indicativo, hai otras que están en forma de participio i otras que carecen en absoluto de verbo. Sin embargo, el mapuche es capaz de subordinar ideas verbales por medio de formas que se parecen a lo que en lenguas europeas se llama infinitivos, participios, jerundios, supinos etc. El verbo tiene claramente tres modos conjugados por personas: una especie de indicativo, un potencial o condicional i un optativo-imperativo. Sumamente complicada es la espresion de las relaciones pronominales complementarias que no se indican por pronombres i palabras separables sino por sílabas agregadas al verbo o intercaladas.
Enormemente rica es la lengua en composiciones verbales parecidas en su significado a combinaciones castellanas como estar haciendo, estar o ser hecho, haber o tener hecho, pasar a hacer, mandar hacer, etc., etc.
La idea temporal se espresa con mucha claridad i sencillez por una sílaba intercalada en el verbo que significa futuro i otra que significa duracion en el pasado.
En cambio de esta riqueza verbal que hace llegar a millares las formas derivadas posibles de ciertos verbos, el sustantivo no tiene ninguna variabilidad, ninguna declinacion, ningun jénero gramatical i ni siquiera diferentes números, fuera del pronombre, aunque naturalmente se puede espresar por añadidura de palabras la unidad i la multitud.
Tampoco las relaciones del sustantivo se espresan por preposiciones; apenas hai una que otra posposicion que tiene funciones parecidas. En el verbo i en los pronombres personales i posesivos se concentra toda la gramática, por ellos se aclara si la posposicion meu en una frase significa en, por, de, con, desde, hasta, hácia u otra cosa.
I
Tomo como primer ejemplo de comparacion el Prólogo del Comentario sobre Jimnasia araucana.
Doi primero el testo mapuche exactamente en la ortografía de Manquilef, añadiendo la version literal interlinear de cada palabra, en cuanto se pueda.
Despues pongo lado a lado la traduccion literaria de Manquilef i una literal, pero en construccion castellana, que indica solo el sentido de la traduccion interlinear.
Llamo la atencion del lector a las diferencias. Las palabras entre paréntesis no salen en el orijinal, pero son necesarias para la gramática castellana o para la recta comprension de la idea.
CRIANZA DEL INDIO
Traduccion libre de Manquilef | Traduccion literal de Lenz |
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1) Desde que el niño viene al mundo sabe lo que es frio, calor, agua, i prision; pues, ¿cuán doloroso no será para él permanecer encerrado en su cuna, envuelto en fajas sin poder mover ningun miembro de su cuerpo? | 1) Desde su nacimiento el indio conoce el frio, el calor, el agua i el estar amarrado; pues, cómo no habría de conocer el estar amarrado, cuando está tan bien fajado en su cuna? |
2) Al llorar se le pone el pecho para que sacie su apetito. Para asearlo se le saca i se le lanza al estero; es un placer para la madre verlo sumerjirse; sacarlo i volverlo a zabullir para tirarlo en seguida sobre el pasto a fin de que a proveche los rayos del sol. | 2) Cuando llora se le pone el pecho en la boca. Para limpiarlo bien lo echan al agua i su madre se divierte cuando (el niño) se pierde en el agua. Se le saca i se le vuelve a sumerjir en el agua; en seguida se le deja botado en el pasto para que se asolee (seque) al sol. |
3) Si crece se le manda al campo a pastorear el rebaño i aquí es donde aprende sus juegos. Junto con 10 o 20 muchachos de su edad rivaliza en ser el mas esperto para tal o cual juego. | 3) Cuando crece, lo dejan con el ganado, las ovejas, para que las cuide. Entónces aprende a jugar. Con 10 o 20 compañeros está jugando, los porfia para saber cuál es el mas listo. |
4) Al estar mas grande entra ya al servicio de emisario i a fin de que siempre ejecute con rapidez sus obligaciones le sangran las piernas con sanguijuelas (pirhuin). «La sangre es la pesadez del individuo. (se dice). | 4) Siendo mas grando lo usan como mensajero, i para que lleve cualquier mensaje lo agujerean los piés con sanguijuelas. «La sangre hace pesa da a la jente, dicen. |
5) En cuanto a indumentaria, siempre la misma: un chamal, una mantita, i un trarilonco. Anda semi-desnudo haga frio o calor; come solo en su plato, duerme fuera de la ruca, sin tener mas cama que un pellejo i por frazada su manta. Se tiende completamente desnudo. | 5) Su ropa toda es esto solo: un chamal, un poncho i una faja de cabeza. Medio desnudo anda, cualquier frio o calor que haga. Solo come en su plato, duerme afuera: como cama tiene un cuero i se tapa con el poncho. Desnudo se acuesta. |
6) Su alimento favorito es el mote i el anchi, productos de la cebada. El caldo de yuyo i la salsa de papas son sus a preciados alimentos. Hai opinion hereditaria de que estos comestibles son lijeros i hacen a los indios ájiles i lijeros. | 6) Su comida favorita son mote i anchi, que salen de la cebada. Sopa de nabos i un guiso de papas se llaman sus sopas predilectas. Estas comidas hacen lijera (?) a la jente, se dice, mui listos (se ponen) ellos, se dice. |
7) En la crianza india tiene su esplicacion el tan repetido, por ellos, aforismo araucano: «Qué nos importa el frio, el sol, el hambre o cualquier cosa que sea». | 7) En el criar a los chicos sale siempre su propio dicho i toda la jente lo sigue empleando: «¡Qué (nos hace) el frio, el sol, el hambre o cualquier otra cosa!» |
8) Costumbre innata del mapuche es la de bañarse al amanecer. Hoi dia ha tomado por norma la de hacerlo en la noche del 23 de Junio o sea en San Juan; pues miéntras mas veces se lanza al estero mas limpio de culpas o pecados está el cuerpo. | 8) Antigua costumbre, dicen, que el indio observa (es) el bañarse al amanecer. Ahora los indios solo se están bañando en la noche llamada de San Juan; miéntras mas se baña en esa noche, mas limpio sale el cuerpo de ese pecado (de lo que llaman «pecado»). |
II
Como segundo ejemplo recomiendo el estudio del § 3 del cap. I, el juego del leoncito, Komikan.
Aquí se nota que el autor ha renunciado de dar la esplicacion del número 1 en mapuche. La razon es obvia; el castellano habla de figuras jeométricas. Términos como cuadrado i triángulo equilátero no existen en lenguas en que no se ha hecho especulacion matemática.
Por lo demas, una comparacion atenta de la traduccion literaria con la literal mia, solo enseña el empeño de Manquilef de aclarar en castellano lo que el indio de hecho mostraria en el suelo con las rayas i las piedras.
Komikan; el juego del «Leoncito»
1.—Para jugar el komikan se tiene en el suelo un cuadrado compuesto de 16 cuadrados, o sea un total de 25 puntos, En el centro de cualquier lado del cuadrado descansa un triangulo equilátero, mas o ménos, unidos perpendicularmente sus puntos medios. | |
2.—Se toman 12 piedras colocándolas en dos líneas opuestas a la torre (que asi llamaremos al triángulo) i en la tercera de abajo colocan a los lados una piedra. | 2.—Para jugar se raya el suelo, doce piedras, dos se dejan puestas derechas para pelear con una grande. |
3.—Estas doce piedras se denominan perritos i tienen que encerrar a una grande que sale de la torre. Esta piedra grande se llama komikelu, el que todo lo come. | 3.—Las doce piedras se llaman perros i están trabajando para agarrar a la piedra grande, llamada «cómelo-todo». |
4.—Los perritos tienen la mision de encerrar al komikelu i éste la de comerse a aquéllos. Puede comerlo siempre que en el punto anterior no haya otro perrito. | 4.—Los perros se están animando para matar al «cómele-todo», éste mata a los perros solamente al verlos solos. |
5.—El komikelu debe tratar de comerse a todos los perritos. Se considera bueno un jugador al no perder ningun perrito. Por lo demas, este juego es mui parecido al que los niños chilenos laman «leoncito». | 5.—La piedra Cómelo-todo gana acabando con todos los perros. El buen jugador no se deja comer ningun perro. Este juego los chilenos lo llaman «leoncito». |
III
Otro ejemplo interesante para la comparacion podemos tomarlo de la descripcion de la lucha entre los araucanos.
Las diferencias no son mui grandes; pero se nota en castellano el afan de esplicar con mas detalles i abstracciones.
Mütratun, la lucha a brazo partido
1.—La lucha a brazo partido es lo que el araucano llama mütratun. | 1.—El luchar lo juegan los mapuchas, oh! |
2.—Los adversario se colocan frente a frente tratando de echarse por tierra. | 2.—Se agarran, pues, para tratar de botarse al suelo. |
3.—Los movimientos son bruscos; cada uno salta en su lugar, grita i aprieta los brazos con enerjia. | 3.—Fuertemente se mueven, parejito se llevan saltando, gritan de excitacion. |
4.—Es este un violento ejercicio de que participa todo el organismo. La respiracion se acelera i el sudor corre en abundancia por todo el cuerpo. | 4.—En este juego todo de cualquier modo va el cuerpo. El resuello de cualquier modo sale |
5.—Cuando el indio está mui hábil para la lucha a brazo partido ejercita de los brazos lipantun. En esta lucha es mas difícil que en el mütratun para echarse por tierra. | 5.—No habiendo entrar (competencia) en la lucha, cargando a hombros lo están botando al suelo. Siendo así el juego mas se esfuerza la jente para derribar. |
6.—Tambien practicó el mapuche el topeltun, la lucha por el cuello. | 6.—Aun agarrándose del cuello bota al suelo la jente, oh! |
IV
Hasta aquí las diferencias entre las dos versiones eran relativamente insignificantes i se reducian principalmente a la introduccion de muchos términos abstractos i aclaraciones secundarias añadidas en el texto de castellano. Pasemos ahora a ver cómo se cambia todo cuando el castellano literario llega a ser el orijinal cuyos rasgos principales el señor Manquilef desea esplicar a sus connacionales.
Tomemos primero un ejemplo que, sin ser difícil por las palabras, ofrece la diferencia de la cultura.
El trozo es de un artículo del señor Matus sobre el juego de la chueca; presente solo dos párrafos característicos.
Manquilef, Comentario II Cap. II § 20
1.—Pero lo que mas ha llamado la atencion de los historiadores, son los numerosos juegos que practicaban los araucanos. | 1.—Los escritores [4], oh! mas amantes entre las cosas de los mapuches lo «jugar» dicho oh! siempre lo recuerdan. |
13.—En la mitad del siglo pasado un eminente pedagogo arjentino, don Domingo Faustino Sarmiento, siendo visitador de escuelas de la provincia de Aconcagua, principió la propaganda en favor de la chueca, i, haciendo algunas reformas en las reglas del juego, obligaba a los maestros a enseñarla a sus alumnos. | 13.—En tiempo poco pasado [5], pues (el) gran enseñador Domingo Sarmiento, hombre de allende (la cordillera) venido solo para ver nuestro pais [6], vino a aconsejar que se jugara la chueca; «por la chueca, de veras, dijo (llega a) ser forzuda la jente», i vino a hacer saber como se ha de jugar la chueca. Por eso lo cuidan los escritores de Chile. |
Otro ejemplo mas característico lo tomamos del mismo capítulo el § 23, el famoso episodio de la partida de chueca por la vida del obispo Maran. En el estilo castellano de estos párrafos abundan los abstractos intraducibles. Llamo la atencion al modo mucho mas concreto de hablar en araucano, que induce al traductor a agregar en los párrafos 7, 8 i 9 rasgos importantes de hechos, que el orijinal pasa en silencio. El § 10 en mapuche dice mucho mas que en castellano. En la comparacion se notan con claridad los defectos del estilo castellano («los resplandores que son cifras (!) misteriosas que traman (!) la muerte»).
7.—Las ajitadas emociones de aquel momento produjeron en Maran una impresion profunda, hasta que al fin resolvió levantarse. | 7.—Gran Maran, oh! saltando, saltando iba su corazon de veras; (i estaba) temeroso, pues; por eso se levantó tambien para ver él mismo la gritería. |
8.—Apénas habia salido, cuando un espectáculo estraño se ofreció a su vista. | 8.—Poco despues de levantado, miró para ver la tierra con la jente levantada en efecto. |
9.—La montaña de Tirúa, que se destacaba en el horizonte, resplandecia coronada por una diadema de fuego. | 9.—El monte del alto cerro llamado Tirúa estaba brillando de fuego hecho por los indios de veras. |
10.—El Obispo quedó aterrado: esta luz era la antorcha que iluminaba su espíritu i le hacia creer que aquellas hogueras eran los telégrafos del indio i sus resplandores las cifras misteriosas que tramaban su muerte. | 10.—Todo no habló el obispo, oh! «Ese fuego es el medio de los indios para pasar la palabra quizas», dijo el gran obispo, oh! «Todito moriré, pues, aquís», dijo, pues, el que traia la palabra de la jente de Dios. |
Así como aquí ya el monólogo del obispo viene a sustituir los términos vagos del castellano, así tambien la discusion se disuelve en un diálogo del párrafo siguiente:
15.—En vano se escondió el Obispo, pues luego lo descubrieron en una cuesta tupida de coligüe i quilas. [7] Pero el tiempo que habian demorado en buscarlo habia permitido a Curimilla, el defensor de Maran, presentarse, al frente de los indios de Tirúa, Tucapel i Lleulleu, cuando se conducia en triunfo a la víctima. Por ambas partes se manifestó el mismo teson: unos por matar, otros por defender, i la tierra de Arauco iba a empaparse con la sangre de sus hijos, cuando los dos partidos convinieron en decidir por la suerte su querella i reemplazar la batalla por una partida de chueca. | 15.—Se escondió el obispo, pero luego no mas fué visto donde (estaba) su escondite. Pero miéntras era conocido, llegó pues el amigo del obispo, Curimilla, el gran ayudador de Maran, hizo llegar tanta jente de Tirúa, llegó de Tucapel i Lleulleu, miéntras iban trayendo a Maran, oh! pues. Los dos grupos de jente hablaron, pues los unos «que muera!» dijeron, los otros «que no muera!» dijeron.
Puramente se preparaba la jente a pelear. Entonces pues «juguemos a la chueca, pues!» dijeron; «cual gane, ese ganará a Maran!» dijeron pues. |
El último ejemplo lo saco del trozo escrito en estilo retórico por el doctor Palacios (en su libro anónimo «Raza Chilena»). Bajo el título mui vago de «Epico» se trata de una famosa hazaña araucana. Subrayo en el texto orijinal algunas de las abstracciones intraducibles:
«Epico», La Hazaña de Esteban Romero
Pero el hecho mas admirable de éstos, único en el mundo, no imajínado siquiera por la fantasia de los poetas, absolutamente increible si no hubiera de él constancia inconcusa, es el robo de un hombre vivo de un batallon de infantería formado en medio de un llano, rifle al brazo i bala en boca, i llevado a cabo por un valenton a caballo en pelo i a mediodia. Revela ese hecho no solo la falta completa de límites a la audacia araucana, sino tambien, por los detalles de su ejecucion, el conocimiento mas perfecto del carácter del enemigo, i el concepto clarisimo de la sucesion lójica de todos los incidentes de aquel hecho estraordinario. La serenidad imperturbable del héroe i la precision i seguridad matemáticas de todos los movimientos necesarios a su realizacion, que tal hecho suponen, podian parecer escepcionales, inusitados, inverosímiles en cualquier pais, no en Arauco. | El mayor de todos los atrevimientos de la jente, en toda la tierra no hai comparacion en la astucia, i se creeria un mero cuento, pero no es así, pues; nuestro cuento está escrito i es mui verdadero. Una vez, pues, un guerrero alzado se robó un soldado en medio de los soldados estando. Los soldados tenian rifles, todos estaban enderezados. Estando así, pues al soldado fué a robarlo el atrevido i astuto mapuche. Tan astuta fué, pues, la idea que tenia en el corazon, todo con su verdadera astucia i su buen conocimiento que tenia del pelear de los chilenos alzados i que no hai otra tierra que así lo hace como los de nuestra jente (es decir: la diferencia entre ellos i los nuestros). Pues el mui atrevido astuto al ir a robar a ese soldado completamente solo fué a robarlo. |
Sucedió así: | Así pues pasó la cosa. |
Así podria seguir con el análisis de todo el capítulo; pero basta con la prueba. El lector atento habrá comprendido cuál es la diferencia entre una traduccion literaria que pretende ser conforme a la índole de la lengua patria del traductor i una traduccion filolójica literal, que solo quiera dar una idea exacta, hasta en la forma, de su orijinal.
Ambas maneras pueden tener su razon de ser; la literaria por supuesto no se puede nunca exijir, sino cuando el orijinal es estranjero i la traduccion se da en el idioma patrio del autor (une version como se dice en frances). Es mucho mas fácil espresar sus ideas libremente en un idioma estranjero que se ha aprendido a medias, que traducir trozos orijinales del idioma patrio a un idioma estranjero. Esta tarea exije una posesion de las dos lenguas que solo un talento especial o circunstancias estraordinariamente favorables (la práctica de muchos años en el estranjero) pueden dar [8].
En el trabajo del señor Manquilef, dirijido a castellanos e indios, la forma orijinal literaria es la mas conveniente, sin duda. Los documentos orijinales mapuches, los cantos insertados en el capitulo de los bailes, reflejan en castellano perfectamente sus orijinales.
Julio de 1913.
- ↑ Sin embargo Manquilef durante las vacaciones (unos tres meses cada año) que siempre ha pasado entre los suyos, ha tenido ocasion de practicar la lengua indíjena.
- ↑ Véase mi Prefacio al primer Comentario (Rev. de Folklore Chileno II, p. 4).
- ↑ Die Sprachwissenschaft, ibre Aufgaben, Methoden und bisherigeu Ergebnisse. Leipzig 1891.
- ↑ Naturalmente la palabra mapuche solo significa «los que escriben» i podría tambien traducirse «escribientes». La idea de «historiadores» no se puede espresar.
- ↑ La idea de «siglo» no existe para el indio.
- ↑ «Visitador de escuelas» naturalmente no se traduce.
- ↑ El bosque tupido de colihue i quila para el indio es cosa tan natural que la cree superflua. Sin embargo la supresion no era necesaria, i talvez es casual.
- ↑ No es aqui el lugar para sacar las consecuencias pedagójicas en contra del sistema gramatical en la enseñanza de idiomas. La metodolojía recomendada para los liceos chilenos, comienza por esto con ejercicios prácticos de lenguaje i desarrolla la teoría gramatical, solo cuando el terreno se ha preparado inductivamente.