Los césares de la decadencia:003

Los césares de la decadencia:003​ de José María Vargas Vila

EN COLOMBIA editar

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La TIRANÍA, ha tenido en Colombia, un solo nombre: La REGENERACIÓN;

fundada por la Traición de Núñez, en 1885, para asesinar la Libertad, ha terminado, en 1903; por vender la Nacionalidad;

hecha por un partido, para castigar el orgullo de otro, ha terminado por deshonrar el orgullo de todos;

principiando por dominar a unos, ha acabado por castigarlos a todos;

y, como Saturno, devoró sus propios hijos; merced a una amalgama impura, de traiciones y de claudicaciones, en que la imbecilidad de los hombres, superó a la fatalidad de los acontecimientos, el crimen de LA REGENERACIÓN, es decir, el Crimen de la TIRANÍA, ha venido a pertenecer por igual a todos los partidos de Colombia;

el día en que la venalidad cobarde de ciertos facciosos, hartos de revuelta, entregó a la Dictadura, la bandera del Partido Liberal, vencido con ellos, y, vendido por ellos, la responsabilidad histórica del Partido Conservador, en el Crimen de la Regeneración, cesó por completo, y, la responsabilidad bochornosa y terrible del Partido Liberal, en ese Crimen, comenzó, ante la Historia;

merced a la abyecta actitud de esos tránsfugas, que no contentos con abandonar su bandera en la derrota, han querido llevarla consigo a la Traición, la Regeneración ha venido a dividirse en dos períodos:

el período de la Regeneración conservadora;

y, ¡oh mengua!...

¡el período de la REGENERACIÓN LIBERAL!...

tiembla la mano al escribir la extraña amalgama de estas dos palabras...

pero es necesario, tener el valor de la Historia, para no traicionar nunca la Verdad;

el período conservador de la Regeneración, vade NÚÑEZ a SAN CLEMENTE;

el período de los liberales, se sintetiza en RAFAEL REYES; el período de los conservadores, es el de la Dictadura Conslitucional;

el de los liberales, ha sido el de la Dictadura Personal;

los conservadores pusieron el despotismo en la Ley;

los liberales han puesto el despotismo en el hombre;

los conservadores hicieron la TIRANÍA;

estaba reservado a los liberales, hacer; el Tirano;

y. lo hicieron (1).


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Antes de ellos, el despotismo era prisionero én la Constitución, como en una jaula;

ellos, lo libertaron;

y, saltó como una fiera: a pleno campo;

el período de los conservadores, se conservó aún, por ciertos lados, dentro de la civilización;

con este período de los mercenarios, la Tiranía, entra ya, en plena barbarie;

la ficción de la República, una república de Cromwell, existía aún bajo los conservadores;

nada de ella queda, en este campamento de bárbaros, bajo la espada de Atila...


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En la Regeneración Conservadora, hubo siquiera la sombra de un Poder Legislativo;

hubo cámaras;

Si no fueron dignas, al menos fueron graves; si no llegaron nunca a la grandeza, guardaron cierta compostura que hacía la ilusión de la dignidad; sabían fingir cierta actitud de corrección, que casi se parecía al decoro; su mansedumbre abyecta, se refugiaba en la disciplina, y, se excusaba con ella; aquel rebaño, a veces violento, guardó siempre la actitud de un Partido; esas cámaras se consolaban de su servidumbre, diciéndose esclavas de los principios; y, se agrupaban bajo la bandera de la Tiranía, proclamando ostentosamente, que ese era el estandarte de las Ideas; y, cuando les tocó morir, la tempestad las halló de pie; y, desaparecieron entre el huracán que fragmentaba la República, prefiriendo sucumbir ante la Fuerza, a sancionar con su voto la venta de la Patria...

y, así, ¡un poco de sol de Gloria, se extendió sobre el pantano de su fangosa Ignominia!...


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el Poder Judicial, también, tenía una apariencia de vida; se alzaba fantosmal, como la sombra de un gran muro, que el rayo oblicuo de la tarde, alarga desmesuradamente; el irrespeto, que había hecho la Ley, cruel, no había hecho aún a los jueces, viles; la ola de la violencia, que había acabado ya con la Justicia, no había llegado aún hasta los encargados de ejecutarla.

aun había jueces;

el despotismo, no los había matado;

ocultando la librea bajo la toga, ellos guardaban aún cierto aire de majestad, que era como el último homenaje de la Justicia a la República; y si no sabían ya cumplir la Ley, les quedaba aún el derecho de ampararse bajo ella;

la sombra de la Ley, reinaba aún...

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El Poder Municipal, guardaba la ficción de su Independencia; y, las sesiones de ese pecorismo rural, se alzaban a veces, hasta la apariencia de una Asamblea de hombres.

la demagogia conservadora, harta de violencias, se detenía aún en el umbral de la Legalidad, como amparándose a ella, sobrecogida de respeto ante los grandes principios...

aquel respeto, era una palabra, pero, bajo aquella palabra, vivía aún una sombra de Estado...

¿qué catástrofes, qué sacudimientos, qué convulsiones morales se han sucedido para acabar con esta ficción de República?...

las victorias de la Traición, están allí para atestiguarlo...

de ellas son toda la responsabilidad y todo el oprobio, de esta terrible hora contemporánea, tan llena de sangre y de presagios;

bajo la Regeneración conservadora, murió la Libertad, en Colombia...

bajo esta otra, ha muerto la nacionalidad;

y, cuando en un país, tras del espíritu de la Libertad, muere el espíritu de la Nacionalidad, ya no queda allí un pueblo, sino una tumba...

sobre esa tumba la Historia es un Epitafio...

Escribámoslo.