Nota: Se respeta la ortografía original de la época

Medioeval

A Carlos Ortiz.


Profunda era la sombra
Y todo en el castillo enmudecía,
Mientras el rubio paje
Sólo con su pesar así gemía:

"Ay! mísero, en que altura,
Mi esperanza y mi amor he colocado!
Amé del rey la hija
Y vivo en la prisión me han sepultado!

"Si una gota de llanto,
Le arrancó, á su dolor, mi cautiverio,
Este horrible sepulcro
No trocara, en verdad, por un imperio!"
 

Cuando una blanca imagen
Aparece de súbito en la puerta,
Y el joven tembloroso,
Demándale — "¿Quién eres, pobre muerta?"

"Muerta no soy — responde
La aparición gentil — mírame, toca!...
¿Sabes? La escolta duerme:
Soy la hija del rey: besa mi boca!"