Póstuma (Guerrini)

Traducciones (1897)
traducción de Leopoldo Díaz
Póstuma de Olindo Guerrini
Nota: Se respeta la ortografía original de la época

Póstuma

I

Oh pobres rimas que abandono al viento
De la risueña cdad dulce memoria,
Rimas de ira, de placer, de gloria,
Rimas que condensais mi sufrimiento;

Volad, volad y conducid mi acento,
Que aprenda el mundo de mi amor la historia;
El mundo es vil, lo sé, pero su escoria
Nunca pudo manchar mi sentimiento.

Si por ventura halláis la amada mia,
Por quien la angustia de la muerte siento
Y a quien abri mi corazón un día,
 

Contadla mi pasión y mi tormento,
Cuánto, cuánto la adoro todavía,
Oh! pobres rimas que abandono al viento.

LIV

En alta noche, solitaria y muda,
Alguna vez en tu balcón sentada,
Oirás en los espacios, desolada,
Un grito que se extingue y te saluda.

En tus rubios cabellos, gentil hada,
Pon esta flor de mi existencia ruda
La horrible pena, la implacable duda,
Verás en su corola condensada.

La bañaron mis lágrimas, bien mio,
Que traducen mi a argo sufrimiento
Y creerás que son gotas de rocío.

Ni aquel grito será rumor del viento:
Seré yo que me muero y que te envio
Mi último beso y mi postrer lamento.

XVIII

Si ha sido mi pasión por ti burlada,
No quiero averiguarlo todavia,
Y si esconde tu seno, amada mía,
Un corazón de santa ó condenada.

¿Qué me importa saber si mi adorada,
En pos de una promesa me mentía?
¿Y entonces, por qué hacer anatomía,
De la radiante juventud pasada?

No indagaré si el vino que he apurado
Contuvo alguna droga forastera:
Tu vino era muy bueno y me ha gustado.

Yo no quiero saber si aún eres casta,
Nos amamos realmente una hora entera,
Fuimos felices casi un dia, y basta.