Las siete partidas del rey Don Alfonso el Sabio/Libro 2/Título 3

TITULO III.
DE LA GUARDA DE LA REYNA.

Ya que fablado avemos de la guarda e de la onra de la persona del rey derecho es que fablemos de la guarda e de la onra de la reyna su mugier que esta es cosa que es mas acerca del. E dezimos que la reyna deve seer guardada en dos maneras, la una quanto al alma, la otra quanto al cuerpo. Quanto al alma deve seer guardada que ninguno nol faga fazer yerro contra su marido por quel aya a tener tuerto con otro. Ca yerro es muy grande por tres cosas. La primera que miente a su marido en fallesciendol en aquella fialdat quel prometio. La segunda miente a santa eglesia ante quien la prometió. La tercera miente a Dios por quien lo juro e por cuyo mandamiento e ordenamiento lo prometió. Ca quanto Dios fizo el primero ome nol fizo mas de una muger nin a ella nol dio mas de aquel varon solo. E por ende quiso que fuesen amos una cosa. Onde por todas estas cosas puede todo ome entender quan grant pecado es adulterio e tan grant yerro. E demas sobrestas tres mentiras savidas qui a su reyna feziese errar en esto fazel fazer tres maldades muy grandes. El primero es que desonra al rey. El segundo que avilta á si mismo. El tercero que denuesta a sus fijos e a todo su linage. E todas estas mentiras e todas estas maldades que dicho avemos caen muy peor en reyna que en otra mugier ninguna por estas razones. La una que faze tuerto a mayores omes e mas onrados e primeramiente al rey e despues a si misma e desende a todo su linage. La segunda es que quanto ella tiene mayor logar e es mas onrada que las otras del regno tanto es el enxenplo peor porque les da atrevemiento e osadia a las otras para fazer tan grant nemiga como esta. Onde dezimos que qual quier que tal traycion feziese con su reyna mugier de su señor o gela conseiase fazer o gela encobriese, es traydor conoscido quier sea varon quier mugier, e deve aver tal pena en el cuerpo e en el aver como quien mata su rey.

LEY I.
Como deve ser guardada otra mugier que el rey oviese que non fuese de bendecion.

Si por aventura acaeciese que el rey oviese otra mugier que non fuese de bendecion, lo que veemos que non es guisado nin deve seer segunt mandamiento de nuestra ley, pero si fuese, dezimos que debe seer guardada por onra del rey, ca ninguno non deve yazer con ella nin levarla nin sosacarla por casamiento nin en otra manera, fueras si ge la dies el rey o sil proguiese. Ca qual quier que dotra guisa feziese si la dueña fuese de grant linage, asi como fija de rey o de otro ome de grant guisa que es señor de grant tierra o que la tenga del rey en onor, face traycion e deve morir por ello. E si lo non podieren aver, vaya por traidor e pierda lo que oviere. E si la dueña fuese de menor guisa faze aleve e deven le sacar los ojos. E si aver non lo podieren, vaya por alevoso e pierda la meatad de lo que oviere. E si fuere mugier fija de burges o de ome onrado de villa faz deslealtad en fazer desonra a su señor. E si fuer de grant guisa el que tan grant deslealtad como esta fiziese debe seer echado del regno. E si fuere otro ome pierda cuanto que oviere. E si non ovier que pierda, sea metido en presion grant tienpo cuanto el rey toviere por bien.

LEY II.
Que ninguno non mate nin fiera la reyna nin descubra su poridat.

En estas leyes de suso dixiemos como debe ser guardada la reyna cuanto a su alma. E agora conviene que mostremos como debe seer guardada la reyna, que ninguno non la mate nin la fiera nin la prenda nin la enfame nin descubra su poridad, que sea sin daño del rey e de sus fijos e conoscidamiente del regno. Ca qual quier que alguna destas cosas feziese es grant traydor fueras ende si lo feziese por mandado del rey por justicia e por derecho por cosa que ella feziese, e merece tal pena como si la feziese al rey.

LEY III.[1]
Como se deven guardar de entrar de estudiere la reyna en su poridat.

Por bien tenemos que pues mostrado avernos en que cosa debe seer guardada la reyna en si quanto a su alma e a su cuerpo que digamos en que deve seer onrada. E dezimos que deve seer onrada en todas las cosas que dixiemos del rey en dicho e en fecho segunt su manera e en[2] alguna dellas mas por mayor onra del rey. Ca muchos se pueden legar al rey e entrar algunas veces en algunos logares o el rey soviere en su poridat que non conviene de lo facer en su casa de la reyna por onra della e por guarda del rey. E qui de otra guisa lo feziese non guardarie conplidamiente la onra de la reyna nin del rey e deve seer castigado por ende cruelmiente.

  1. El original dice IIII.
  2. f. algunas.