HISTORIA : RETRATOS

Vierten luminosos rayos y constituyen sus más lúcidos adornos. Se encuentran siempre con placer cuando presentan á nuestra vista hombres extraordinarios por sus virtudes, sus vicios ó sus talentos; hombres que han acometido grandes empresas, cambiado los destinos de un país á que dieron gloria ó vergüenza; los detalles mas pequeños sobre semejantes hombres se acogen con avidez. Pero al mismo tiempo, el historiador no debe detenerse á pintar personajes poco importantes y, por consiguiente, poco dignos de la atención de un lector razonable. Lo que se exige principalmente en estos retratos es la fidelidad y el color local; queremos también ver en ellos lo que estos personajes deben á las circunstancias de la fortuna, lo que fueron en su infancia, su juventud, su virilidad y su vejez. Lo maravilloso no conviene á la pintura de los caracteres, porque casi siempre es contrario á la verdad. Todo héroe tuvo sus debilidades, que importa tanto conocer como sus grandes acciones, para evitar las unas é imitar las otras. Casi siempre en un carácter domina una pasión principal que se quiere estudiar y desarrollar bien como signo de reunión. Es un punto importante conocer el principio que hace obrar al hombre que se quiere pintar; partiendo de aquí se descubre una multitud de pasiones subalternas que están, digámoslo así, al servicio de la pasión dominante y le dan diferentes matices.






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