HISTORIA : FÁBULAS

Todas las historias, como ya hemos dicho al principio de este articulo, están llenas de fábulas, de prodigios, de cuentos, de sueños; frutos de la ignorancia, del engaño, de la superstición ó del fanatismo. Este funesto ejemplo es un escollo de que debe alejarse con el mayor cuidado todo historiador moderno. La invención de lo falso y maravilloso es ya cosa muy gastada. Una necia credulidad no encuentra hoy más que una desaprobación que hace indeleble el sello del ridículo. En nombre de la razón y de la verdad, el historiador debe reprobar todo lo que se oponga á ellas. Si no tiene el valor suficiente para esto, que renuncie á escribir la historia y no la haga cómplice de la codicia, el engaño y la necedad; que no imite á la mayor parte de los historiadores, que no sientan un principio fijo y cuya política flota al capricho de las embravecidas olas de los acontecimientos ó de las preocupaciones de su tiempo. "Que el historiador sea libre, dice Lucien; que no tema á nadie; que no espere nada; que prefiera la verdad á sus amigos; que desee mas agradar á la posteridad que á sus contemporáneos; que deseche toda adulación y servilismo ; que haciéndose superior á todas las preocupaciones de todos los gobiernos, no pertenezca á ningún país, á ningún partido."






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