Historia (DEIE)/Precauciones para leer la historia

HISTORIA : PRECAUCIONES PARA LEER LA HISTORIA

la duda, el espíritu de examen y algunas veces la incredulidad deben acompañar al estudio de la historia, particularmente al de la antigua. Cuántos hechos absurdos! Cuántas fábulas se nos presentan en ella como verdaderas! Si se nos dice que el pueblo romano ha vencido y destruido á Cartago, que Cesar ha subyugado á los Galos, puede creerse; pero aunque cien historiadores aseguren que Numa tenia relaciones amorosas con la ninfa Egeria, que un golfo se cerró después de haber tragado á Curcio, &c. &c, no puede creerse, porque todo es absurdo.

Establecido este útil precepto vamos á indicar sucintamente los autores que conviene leer en cada división histórica, limitándonos á lo estrictamente necesario para no molestar á nuestros lectores.

Para estudiar la historia sagrada el mejor libro es la Biblia, esto es, el Antiguo y Nuevo Testamento, la Historia del pueblo de Dios, por Fleuri y su Historia eclesiástica compendiada.

Para la historia griega, la Iliada y la Odisea. Homero se muestra en ellas historiador, geógrafo, mitologista, moralista, &c. Es la enciclopedia de la época heroica y fabulosa.


HERODOTO (nacido en 484 y que murió á los 71 años de edad). Se le ha llamado el padre de la historia; nos ha trasmitido en nueve libros, llamados las Nueve Musas, del estilo mas dulce y agradable, un espacio de ciento veinte años, desde Ciro hasta Xerxes. Abunda en episodios y digresiones agradables á la manera de Homero. No solamente se le debe la historia de su país, sino también la de los Egipcios que fueron los primeros maestros de las ciencias en la Grecia; la de los Medas, Persas, &c. y se puede asegurar que ha servido de guía á todos los historiadores que le han seguido.


TUCÍDIDES, (nacido en 471 y que murió á los 80 años de edad) y XENOFON, (nacido en 449 y que murió á los 90,) han contado la guerra del Peloponeso. Tucídides, que á los quince años lloraba de admiración oyendo á Herodoto leer su historia, nos ha dejado veinte y un años de la guerra del Peloponeso. Es vivo, conciso, severo y encierra tantos pensamientos como palabras; se ocupa mucho menos en agradar que en instruir.


XENOFON, esclarecido capitán, filósofo é historiador, concluye la guerra del Peloponeso empezada por Tucídides y llega hasta la batalla de Mantina. Ha dejado además la historia del gran Ciro y la retirada de diez mil griegos, de que fué el héroe. Su estilo sencillo, persuasivo y lleno de gracia ha hecho que se le llame la abeja griega.


CTESILAO, herido en Cunaxa y prisionero de Artaxerxes, de quien fué médico diez y siete años, escribió la historia de los Asirios y los Persas en veinte y tres libros de que no quedan mas que algunos fragmentos.


POLIBO (nacido en Megalópolis), discípulo de Filopemen y amigo de Escipion el Africano, ha escrito una historia general de cincuenta y tres años, desde la segunda guerra púnica hasta la reducción de la Macedonia en cuarenta libros, de los que no quedan mas que los cinco primeros y algunos fragmentos. Murió á los ochenta y cuatro años de edad.


DIODORO DE SICILIA nos ha trasmitido con el titulo de Biblioteca histórica, la historia de los Egipcios, Asirios, Medas, Persas, Griegos, Romanos y Cartagineses, en cuarenta libros; no quedan mas que quince que tratan de las antigüedades bárbaras y griegas, la vida de Alejandro y el desacuerdo de sus capitanes.


JOSEPHO, llamado el Tito-Livio judío, prisionero de Vespasiano y de Tito que le condujeron á Roma, donde escribió la historia de su nación.


PLUTARCO, escribió una obra con el titulo de Los hombres Grandes. A la lectura de estos historiadores griegos se puede añadir con mucha utilidad la de los Viajes de Anacarsis, donde Barthelemy ha reunido todo lo concerniente á la Grecia.






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