Granada mía!: 01
TRENO I. GRANADA
editarHija del Sol, Granada, fanal del paraíso,
de las hurís espejo, de sus cinturas chal,
que un día Aláh en el cielo con dos luceros quiso
prender, porque sombreara sus puertas de coral;
joyero de ámbar y oro del kiosko Nazarita,
de perlas criadero, de esencias manantial;
como la Meka santa, como Salém bendita,
katifa de la gloria tendida ante el umbral:
Sultana, que oro pisas
en polvo entre tus flores,
ante quien van las brisas
abanicando olores,
y a quien de amor sonrisas
envía en sus albores
el ángel que trae trémula
la luz matutinal…
¿Qué ha pasado en mi ausencia para que llores?
Tienes los ojos mustios y sin destellos,
flotan tus vestiduras sin ceñidores,
y sueltos por tus hombros caen tus cabellos.
¡Sultana mía!
¿quién dejó tus mejillas tan sin colores?,
¿quién ahogó los cantares de tu alegría?,
¿por qué pálida tiemblas con los temblores
de una agonía?
¿Por qué cuando a ti vuelvo, redil de amores
no hay en tus miradores sin celosía
jaulas con pajarillos, tiestos con flores
y muchachas de alegre fisonomía?
¿Qué ha pasado en mi ausencia?, di y no me azores
escondiendo tus ojos del sol del día;
dime, ¿qué te ha pasado para que llores,
Granada mía?