Geografía (DEIE)/Razas de hombres

Nota: En esta transcripción se ha mantenido la ortografía original.

Geografía : Razas humanas

Aunque la especie humana es única, se notan en ella conformaciones hereditarias que constituyen lo que todavía algunos científicos llaman "razas".

Tres de entre ellas sobre todo, parecen enteramente distintas: la blanca o caucásica; la amarilla o mongólica y la negra o etiópica.

La raza caucásica o árabe europea, que ha poblado casi toda Europa, a excepción de las partes mas septentrionales, el sur de Asia, el norte de África, como Egipto, Tamazgha (conocida como Berbería); la parte occidental de Asia, a saber: Arabia, Persia, Tartaria, Siria, una gran porción de Oceanía, y que ha fundado colonias en todas las partes del globo. Esta raza se conoce por su color blanco y la forma de óvalo que forma la cabeza; es la que ha dado nacimiento a los estados más civilizados, a los que más han dominado a los otros; varía por el color del cabello. Se llama caucásica o del Cáucaso porque las tradiciones y la filiación de los pueblos quieren llevarla hasta este grupo de montañas entre el mar Caspio y el Negro, desde donde se ha extendido. Ocupa en el globo entre el Círculo Polar y el Trópico de Cáncer, un espacio medido por un arco meridiano de cerca de cincuenta grados.

Los pueblos del Cáucaso, los Georgianos y Circasianos son considerados aún hoy por algunos "científicos" rascistas como "los más hermosos de la Tierra". Se puede distinguir a las principales ramas de esta raza por la analogía de sus lenguas.

1.º LA RAMA ARAMEA O DE SIRIA, que se dirige hacia el mediodía y que ha producido los Asirios, Caldeos, Árabes, Fenicios, Palestinos, Israelitas, Abisinios y probablemente los Egipcios. En esta rama han tenido su origen las religiones que más se han extendido; las Ciencias y las Letras han florecido en élla en algunas épocas, siempre con formas artísticas y en un estilo figurado para velar sus mensajes.

2.º LA RAMA INDIA, GERMANA Y PELÁSGICA, mucho más extensa, y dividida desde tiempo más remoto. No obstante se encuentra mucha analogía en sus cuatro lenguas principales: el sanscrit, lengua sagrada de los Indos; la antigua lengua de los Pelasgos (pelasgí, griegos), madre de la griega, de la latina, de muchas lenguas muertas y de todas las del mediodía de Europa; el gótico o tudesco, de donde se han derivado las lenguas del norte y del noroeste; en fin la lengua slava, de donde descienden las del nordeste. Esta gran rama de la raza caucásica es la que ha perfeccionado más la filosofía occidental, sus ciencias y su arte.

Había sido precedida en Europa por los Celtas, pueblos venidos del Norte, muy extendidos en otro tiempo y confinados hoy hacia las puntas más occidentales, y por los Iberos que vinieron de África a España y que hoy están casi diseminados entre las naciones, cuya posteridad se ha mezclado en esta península.

Los antiguos Persas tenían el mismo origen que los Indios y sus descendientes tienen todavía ahora las mayores señales de relación con nuestros pueblos de Europa.

3.º LA RAMA SCITA y TÁRTARA. Dirigiéndose en un principio esta rama hacia el norte y el nordeste, los Scitas, los Partos y los Turcos, eran como unos enjambres de ella; los Finlandeses y los Húngaros son pueblos pertenecientes á ella, extraviados en cierto modo entre las naciones Slava y Tudesca. El norte y el este del mar Caspio, su parte originaria, alimentan todavía pueblos que tienen el mismo origen y hablan lenguas iguales; pero se encuentran mezclados con una infinidad de otras naciones pequeñas de origen y lengua diferentes. Los pueblos Tártaros han quedado más intactos en todo este espacio, desde donde han amenazado mucho tiempo a Rusia y donde ésta los ha subyugado desde las bocas del Danubio hasta la otra parte del Ertich.


RAZA MONGÓLICA. Al oriente de esta rama tártara, de la raza caucánica, empieza la mongólica que domina hasta el océano oriental y ocupa en el globo un espacio medido por un arco de setenta y cinco grados.

Esta raza se conoce por los juanetes salientes, la cara chata, los ojos pequeños y oblicuos, los cabellos negros y fuertes y el color verde aceituna. Ha formado grandes imperios en la China y el Japón y extendido algunas veces sus conquistas mas allá del gran desierto del Asia central.

Las ramas todavía errantes de la raza mongólica, los Calmucks y los Kallas, recorren el gran desierto del Asia central. Los Chinos, que fueron los primeros en el mundo que dieron muestras de civilización, son una de estas ramas. Una tercera, los Mantchoux han conquistado recientemente la China y la gobiernan todavía. Los Japoneses y casi todos los pueblos que se extienden por el noroeste de la Siberia, bajo el dominio de los Rusos, pertenecen también a esta rama, al menos en gran parte. Si se exceptúan algunos letrados chinos, toda la raza mongólica sigue el culto de Fo.

El origen de la raza Mantchoux se cree que es en el monte Ataï, como el de la nuestra en el Caúcaso: pero no es posible seguir tan bien la filiación de estas diferentes ramas. La afinidad de sus lenguajes es poco conocida para que pueda guiarnos a través de este laberinto.

Las lenguas del norte de la península a la otra parte del Gange, tienen también, como las del Tibet, alguna relación con la de la China, cuando menos por su naturaleza monosilábica, y los pueblos que la hablan se parecen también algo en las facciones a lo otros mongoles; pero el mediodía de esta provincia está habitado por los Malais, cuya raza y lengua se han extendido por todas las costas de las islas del archipiélago Índico y han ocupado casi todas las del gran océano. En la mayor parte de las primeras, principalmente en los lugares más salvajes, habitan otros pueblos de cabello encrespado y tez negra. Los mas conocidos tienen el nombre de Papous; lo mismo que los Malais, no se puede asegurar que pertenecen a una de las tres razas en cuestión. Los Malais no tienen características suficientes para que pueda distinguírselos de sus vecinos los Indos caucásicos y los Chinos mongólicos. No se conoce bastante a los Papous para decir con certeza si son negros que se han retirado en lo antiguo para habitar en las costas del mar de las Indias.

Los habitantes del norte de los dos continentes, los Laponeses, los Samoiedes, los Ostiacks, los Esquimaux descienden, según algunos, de la raza mongólica, y según otros, no son más que unos retoños de la rama Seythe y Tártara de la raza caucásica. Mr. Dumeril y algunos otros naturalistas han formado con ésta otra variedad, a que han dado el nombre de raza hiperbórea.


RAZA NEGRA o ETIÓPEA. Está confinada en el mediodía del Atlas. Su tez es negra, sus cabellos del mismo color, cortos, finos y encrespados como lana; su cráneo comprimido, la frente aplastada, la nariz chata, los labios abultados y salientes. Se divide en rama etiópea, en el centro del África; cafre en toda la costa sudeste y hotentote en la parte meridional. Otra rama ha poblado la nueva Holanda y casi toda la Milanesia.


RAZA AMERICANA. Aunque muchos lo han escrito, es difícil creer que los Americanos indígenas pertenecen a la raza amarilla o mongólica, ni a ninguna otra del antiguo continente. Sin embargo, tampoco presentan caracteres bastante constantes para constituir una raza particular, pues su tez roja y bronceada no es suficiente para ilustrar este punto. Por sus cabellos negros y su barba rara se parecen bastante a los Mongoles; pero sus facciones muy pronunciadas y nariz saliente son enteramente diferentes. Sus lenguas son tan numerosas como sus poblaciones, y todavía no se ha podido encontrar analogía alguna entre ellas, ni tampoco comparándolas con las del nuevo mundo.

Aunque los límites de este diccionario nos reducen a un estrecho círculo, vamos a ocuparnos sin embargo con la mayor concisión posible de lo concerniente a la España geográfica.