Cancionero (Petrarca)/Ay, que me lleva Amor donde no quiero
Ay, que me lleva Amor donde no quiero
y más allá donde el deber abarca,
y así a la que de mí dentro es monarca,
más importuno soy que fui primero.
Jamás guardó de escollo el marinero
nave cargada con preciosa arca,
cuanto he guardado yo mi débil barca
de la embestida de su orgullo fiero.
Pero lluvia de llanto y fiero viento
de suspiros sin fin, la arrastra a solas
al mar mío en que es ya noche y solo invierno,
donde enojos a ella, a sí tormento
carga, y no más, vencida de las olas
y ya sin vela apenas ni gobierno.