Cancionero (Petrarca)/¡Oh cuartito, que fuiste un tiempo abrigo
¡Oh cuartito, que fuiste un tiempo abrigo
a las graves tormentas mías diurnas,
fuente eres de lágrimas nocturnas
que el día ocultas por pudor mitigo!
¡Oh camastrillo, asilo y fiel amigo
en tanto afán, de qué afligidas urnas
te baña Amor, con manos siempre eburnas,
crueles sólo a mí en tan gran castigo!
No sólo mi retiro y mi reposo
huyo, sino aun yo y mi pensamiento
que me alzó con su curso a excelso polo;
y el vulgo a mí enemigo y a mí odioso
(¿quién lo pensara?) por refugio tiento:
tal miedo tengo de quedarme solo.