[ fol. xxxiiij. ]

Capitulo veynte y quatro
delas costumbres delos indios de aquella tierra.

D

Esde la ysla de Malhado todos los indios que hasta esta tierra vimos tienen por costumbre desdel dia que sus mugeres se sienten preñadas no dormir juntos hasta que passen dos años que han criado, los hijos, los quales maman hasta que son de edad de doze años que ya entonces estan en edad, que por si saben buscar de comer. Preguntamos les que porque los criavan assi, y dezian, que por la mucha hambre que en la tierra avia : que acontescia muchas vezes como nosotros viamos estar dos o tres dias sin comer, y a las vezes quatro : y por esta causa los dexavan mamar, porque en los tiempos de hambre no muriessen : y ya que algunos escapassen saldrian muy delicados y de pocas fuerças. Y si acaso acontesce caer enfermos algunos dexanlos morir en aquellos campos, sino es hijo, y todos los demas sino pueden yr con ellos se quedan : mas para llevar un hijo o hermano se cargan y lo llevan acuestas.

Todos estos acostumbran dexar sus mugeres quando entre ellos no ay conformidad, y se tornan a casar con quien quieren : esto es entre los mancebos, mas los que tienen hijos permanescen con sus mugeres y no las dexan.

Y quando en algunos pueblos riñen y travan quistiones unos con otros apuñeanse y apaleanse hasta que estan muy cansados, y entonces se desparten : algunas vezes los desparten mugeres entrando entre ellos que hombres no entran a despartirlos : y por ninguna passion que tengan no meten en ella arcos ni flechas. Y desque se han apuñeado y passado su quistion : toman sus casas y mugeres y vanse a vivir por los campos y apartados de los otros hasta que se les passa el enojo. Y quando ya estan desenojados y sin yra, tornanse a su pueblo : y de ay adelante son amigos como si ninguna cosa hoviera passado entre ellos, ni es menester que nadie haga las amistades, porque desta manera se haze. Y si los que riñen no son casados vanse a otros sus vezinos, y aun que sean sus enemigos los resciben bien y se huelgan mucho con ellos y les dan de lo que tienen, de suerte que quando es passado el enojo buelven a su pueblo y vienen ricos.

Toda es gente de guerra, y tienen tanta astucia para guardarse de sus enemigos como ternian si fuessen criados en Ytalia y en continua guerra. Quando estan en parte que sus enemigos los pueden ofender, assientan sus casas a la orilla del monte mas aspero y de mayor espessura que por alli hallan : y junto a el hazen un fosso y en este duermen. Toda la gente de guerra esta cubierta con leña menuda, y hazen sus saeteras : y estan tan cubiertos y dissimulados que aun que esten cabe ellos, no los veen. Y hazen un camino muy angosto y entra hasta enmedio del monte : y alli hazen lugar para que duer[ fol. xxxv. ]man las mugeres y niños, y quando viene la noche encienden lumbres en sus casas, para que si hoviere espias crean que estan en ellas. Y antes del alva tornan a encender los mismos fuegos : y si acaso los enemigos vienen a dar en las mismas casas, los que estan en el fosso salen a ellos y hazen desde las trincheas mucho daño sin que los de fuera los vean ni los puedan hallar. Y quando no ay montes en que ellos puedan de esta manera esconderse y hazer sus celadas, assientan en llano en la parte que mejor les paresce : y cercanse de trincheas cubiertas con leña menuda y hazen sus saeteras con que flechan a los indios, y estos reparos hazen para de noche.

Estando yo con los de Aguenes,[1] no estando avisados vinieron sus enemigos a media noche y dieron en ellos y mataron tres, y hirieron otros muchos, de suerte que huyeron de sus casas por el monte adelante : y desque sintieron que los otros se avian ydo bolvieron a ellas : y recogieron todas las flechas que los otros les avian echado, y lo mas encubiertamente que pudieron los siguieron y estuvieron aquella noche sobre sus casas sin que fuessen sentidos : y al quarto del alva les acometieron y les mataron cinco sin otros muchos que fueron heridos, y les hizieron huyr y dexar sus casas y arcos con toda su hazienda. Y de ay a poco tiempo vinieron las mugeres de los que se llamavan Quevenes, y entendieron entre ellos y los hizieron amigos, aun que algunas vezes ellas son principio de la guerra. Todas estas gentes quando tienen enemistades particulares quando no son de una familia se matan de noche por asechanças, y usan unos con otros grandes crueldades.

Notas editar

  1. Comparar con "Deaguanes" (cap.16), y "Doguenes" (cap.26).