Moro Rasis: 67
15. Et de si Mafomad fijo de Hisca: quando Belacin[1] fijo de Muça fincó por señor de Espanya, et obo mui bien parada su facienda, et mui bien adereçada, dijeronle nuevas de Ulaca[2], muger que fué del Rey Don Rodrigo, et que era mui buena dueña et mui fermossa, et de mui grant linaje, et que era natural de África, et embió luego por ella, et mandóla dar bestias, et mucho auer, et sierbos et sierbas, et todas las cossas que obiesse menester, fasta que llegasse á él, et traxeronsela, et quando la él vido, pagósse mucho de ella, et dijola: «Blaca, dime tu facienda, et non me niegues ninguna cossa della, que bien ves que yo puedo facer de ti á mi voluntat; ansi como de mi cautiva». Et ella, quando esto oyó, obo la cuita tan grande, et doblóse el pessar que tenia en el coraçon: que por poco non cayera muerta, et rrespondió, llorando, et dijole: «Varón, que quieres saber mas de mi facienda, ca todo el mundo la saue, que yo doncella pequeña, seyendo casada con él Rey Don Rodrigo, fui con el señora de Espanya, et honrrada et viciossa mas que io non merecía; et por esto quiso Dios que me durasse tan poco et aora só en tal deshonra qual nunca fué otra dueña de gran guissa, ca só robada, et non tengo un palmo de heredat, et só cautiva, et metida en serbidumbre, et toda la tierra que veo, ya fui señora de ella. Et, señor, pesevos de mi daño, et por honra del grant linaje, que vos sabedes que yo vengo, non consintades á ninguno que me faga mal nin fuerza. Et, señor, si la vuestra mercet fuesse que me quisiesedes vender á homes que yo sé, se dolerán de mi, et darbos hi an por mí grant algo.» Et Belacin dixo: «Sed vos cierta que mientras yo fuere vivo, que vos nunca salgades de mi poder.» Et Blaca dixo: «Pues señor, que quieres á mi facer.» Et dijole Belacin: «Quiero que finques en mi casa, et andaredes mui quitada de lazería con otras mis mugeres.» Et dixo ella: «Malo fué el dia en que yo naci: ca de ser verdat que yo fui muger del honrado Rey de Espanya, et agora tengo de andar en cassa agena por barragana et por cautiua de otro. Et bien juro yo aquel Dios que ha grant saber de me enterrar, que esto non puede ser, ca antes buscaré mi muerte lo mas aína que pudiere. Et agora venga lo que venir pudiere, ca yo non quiero sofrir mas malandança, pues por la muerte de ella puedo salir.» Et quando Belacen la vio assi quejar, dixole, «Buena dueña, non cuidedes que no abemos barraganas; mas avemos ley que podamos aver siete mugeres, si las podieremos complir; et por esso seredes vos mi muger, como cada una de las otras, ca todas las cossas que vuestra ley manda que home faga á su muger, yo vo las faré, et por esto non abedes porque vos quejar: et creed que vos faré mucha honra, et faré á todos los que me quissieren bien que vos sirban et quiero que seades señora de todas las mugeres.» Et á esto respondió ella, et dijo: «Señor, non me fagades fuerça, mas façedme vivir, como christiana.» Et desto non pessó á Belacin, antes se lo otorgó et fiço con ella boda, ansi como manda la ley de los moros, et pagauasse cada dia mas de ella, et tanta honra le facía que non podia mas ser. Et acaeció assi que un dia, estando Belacin con Blaca, dijole ella: «Señor, no tengades á mal una cossa que vos quiero decir, en que vos non facedes como deuedes.» Et dixo él «¿Qué es esto en que yo yerro?» «Señor, dixo ella, porque non tenedes corona, ca ninguno en Espanya fué confirmado, si ante non tuviesse corona en su cabeça.» Dixo él: «Non es esto nada que vos decides, que nos non abemos de linaje, nin de costumbre de traher corona.» Dixo ella: «Muchas buenas raçones ay porque la corona preste, et non vos empesçe nada, antes vos es bien. Et quando la vos leuaredes en vuestra cabeça, qualquiera que vos vea, aunque non vos conozca, conoceruos ha mui grant nobleça, et trairedes en ella muchas piedras que vos serán buenas.» Et donde á poco fuesse Belacin á morar á Sevilla, et lleuó consigo á Blaca, et ella tomó de su oro, et de sus piedras que avia muchas, et fíçole la mas noble corona que home viesse, et diossela, et mandóla tomar et que la pussiese mui bien guardada. Et Blaca, como era muger de seso, ordenó su façienda también como Belacin, porque él la amaua mui mucho, et le façía mucha honra, el façia mucho de lo que ella quería, en guissa que él se pagó mucho de los cristianos et les façía mucho bien.