Moro Rasis: 68
16. Mafomad, el fijo de Mafomad, dijo que él estaba delante quando esta Blaca dixo á Belacin: «Que mala costumbre han estos moros, quando entran ante sus señores, solamente nunca se humillan, nin le façen reverencia; cierto si yo fuesse rey, guisara como se humillassen. Entonces mandó facer Belacin en aquel palacio en que él estaba un postigo pequeño, et mandó cerrar la puerta grande, et fiço en guissa que ninguno podia entrar por la puerta que se ante non humillassen. Et quando se pagaua de estar en su alcaçar, poníale ella la corona en su cabeça. Et acaesció ansi que él estando un dia con la corona puesta, llegó una muger que fuera fija de Rey, et era casada con Zeyed[1], et quando le vio ansi estar, parecióle muy fermossa, tanto que dende se partió, et dijoselo á Zeyed, et él dixo que no lo podia creer, que tuviesse corona en la caueça, fasta que lo viesse, et fuesse entonces Zeyed, et dijolo á Abid et Abid dixolo á otro su amigo; et andaronlo diciendo en esta guisa, fasta que non obo home de cuenta en la torre[2], que algo valiesse, que lo non sopiesse. Entonce se apartaron todos á fablar entre si, et dixeron que se tornara christiano, et obieron consejo que lo matassen. Entonce Zeyed et sus amigos llevaron consigo sus espadas, et guardáronle quando estaua en su mezquita faciendo sus oraciones, et vino por detras Zeyed, et dióle con su espada por el pescueço un golpe que se echó la cabeça á longe et reinó dos años.