Los doce trabajos:5



El segundo trabajo fue cuando Ércules mató el león en la selva o montaña espessa de árboles nombrada por los de aquel tiempo Nemea. De aquesto fabla Boeçio e muchos istoriales e poetas, por cuya concordia paresçe que sin ficçión contesçió en la que se sigue manera.


Es en Greçia una grant selva o espessura de árboles antigua e espantable, esquiva e non abitada, áspera de peñas e foyada de cuevas, sombrosa e oscura, dicha Nemea, acompañada de fieras e salvajes bestias, entre las cuales avía un león muy grande e bravo, gastador de los pobladores e de allí vezinos. Por miedo del cual los viandantes desamparavan los caminos que pasavan çerca de aquel lugar. E labradores con los bueyes mansos non osavan rebolver la dura tierra nin encomendar las simientes al labrado campo. Los pastores dexavan sus ganados sin osarlos bolver cuando se llegavan a aquel lugar. E los moradores en las caserías e aldeas dexavan su labrança, ençerrándose en el fuerte muro de los mayores logares, recogéndose en las fortalezas e casas altas. Tanto era el temor que del dicho león, e non menos dapño, avido e conçebido avían.


Oyendo esto el virtuoso e valiente cavallero Ércules, acorrió e ayudó al hermamiento e daño que resçibién los de aquella tierra, non aviendo miedo, maguer oyera dezir de otros muchos cavalleros que de ante d'él avían dubdado matar el león dicho, e aún algunos que lo provaron fenesçieron í sus días e entre los dientes del cruel león la suya sin defensión perdieron rebatadamente vida. Antes con virtud non sobrada andovo a la silva dicha buscando el espantable león, combidándolo viniese a él por bozes e amenazas, fasta que llegó a la dura cueva onde el cruel león se reçebtava o estava.


El cual prestamente salió contra él con salto liviano, mostrando las corvadas uñas, los ojos bermejos e sangrientos por muchiguada ira, las crines levantadas, rugiendo con boz desacordada e agra, esforçándose comer a Ércules, usando de tal vianda, es a saber de carne de omnes. Mas Ércules, que mucho mejor de dentro por virtud que de fuera por armas era guarnido, non dubdó el fiero esperar león, nin mudó el valiente propósito. A la fin, con su fuerte maça enclavada derribó el corporiento león e desnudó la piel de los sus miembros e fizo a sí d'ella vestidura bien adobada, que traía sobre las armas. E guarneçió las uñas e los dientes de oro de aquella piel por fermosura. E así se falla esculpido o entallado en algunas imágines de Hércules en las antigüedades de Greçia. Por esta manera fue librada aquella provinçia e fue a memoria e loor del dicho Ércules este trabajo istoriado.



Aquesta istoria mençioriaron los istoriales a fin que por ella pudiessen por fermosas e cubiertas palabras reprehender los sobervios, que en la naturaleza del león son entendidos, e para esforçar los virtuosos a sobrar e domar la sobervia. La cual con osadía e fuerça leonina gasta las vezinas virtudes e arriedra del omne en do se reposa toda compañia de buenas costumbres, queriendo paresçer mayor sin méritos entre aquéllos que mejor d'él lo meresçen e aun non conosçiendo sus proprias e manifiestas culpas e erroneamente estimándose o cuidando ser virtuosos e quererse honrar así como si lo fuesen çierto.



E la verdat de aqueste trabajo fue así como la istoria lo cuenta en el párrafo primero sin ficçión poética o semejança metafórica alguna. Por ende en este párrafo terçero non es menester apurar la verdat de la istoria, segúnt la orden començada e departida en estos capítulos.



E puédese moralmente aplicar a los estados del mundo; e mejor e muy propriamente e singular al estado del perlado, entendiendo por aquella comarca onde el león morava cualsequier perlatura a quien la selva de viçios es açercada, E maguer tenga en sí muchas bestiales costumbres, la sobervia es aquélla entendida por el león, que da el enojo mayor e por seer cabeça de los viçios e primero en orden de las culpas mortales. Éste faze vanos e vazíos de bien los estados que le siguen, contra el cual cada uno de los dichos estados se devrié levantar e oponer a defendimiento del bien común, a quien mucho nuze. Mayormente pertenesçe esto fazer al estado de perlado, paresçiendo Ércules en esta parte. Deve por visitaçiones e enxemplos e correcçiones estirpar e desechar la sobervia con sus causas e çircunstançias de las almas a él encomendadas, non con cuchillo de justiçia temporal, sinon con maça de madero, por cuya blandura la piedat eclesiástica es entendida; e al cabo es enclavada de fierros, que demuestra la çensura canónica que sin romper la piel corporal magula dentro en el ánima spiritualmente.

Aun se puede entender en otra manera cuando el perlado contradize o se opone al poder temporal, que por manera leonina quiere las preheminencias e derechos e imunidades de la Iglesia antonomásica infringir o quebrantar. Estonçes el perlado derribe e abaxe la sobervia de los tales por muniçiones e piadosas exortaçiones, siquiera requerimientos, antes de otras cosas por la blandura del madero començado; e después, si menester fuere, que non dubde con la parte enclavada de la maça ferir la leoníl temeridat, amatando el sobervio movimiento fasta le quitar el proprio cuero, que son los benefiçios e sacramentos que el estado seglar resçibe de la Iglesia. E traiga aquel cuero sobre sus armas por enxemplo e testimonio, es a saber que lo faga públicamente, por que conoscan los menores que serán más ásperamente corregidos cuando el león ha quitado la piel sin dubdarlo. E allende d'esto, si el caso lo requiere, guarnesca el perlado las uñas e los dientes de aquesta piel en oro. E esto demuestra los feudos e jurediçiones, poderíos, çensos e tenençias qu'el lego terná, con que muerde e rescuña a su perlado, resistiendo al justo spiritual mandado. E desuéllale el perlado la piel, quitándole estas cosas que lo fazían ensoberveçer e guarnesçe de oro las cosas dichas, reduziéndolas a la Iglesia. E allí quedando, así queda el tal león desollado a enxemplo de los atrevidos. Aqueste tal despojo a gloria de tal perlado deve ser recordado siempre.

Podía seer al estado del cavallero esto aplicado o allegado, a quien conviene contradezir a los soberviosos enemigos invasores de la patria, tolléndoles los despojos en testimonio del vençimiento e reducçión o recobramiento de virtud e paz. E así a cada uno de los otros estados, dexándolo al avisto entendimiento vuestro que lexos mejor de mí la començada sabrá seguir e continuar materia.