Los condenados: 31


Escena XV editar

JOSÉ LEÓN, PATERNOY; SANTAMONA, presurosa por el fondo.


SANTAMONA.- ¡Santiago, Santiago!...

PATERNOY.- ¿Qué?

SANTAMONA.- Mira, mira. Ginés se escapa en tu caballo.

JOSÉ LEÓN.- (Mirando.) ¡Oh! sí... va como una exhalación. (Aterrado.) ¿Y quién viene por allá?

SANTAMONA.- Barbués, y con él mucha gente...

PATERNOY.- Estás perdido. No quisiste fiarte de mí.

JOSÉ LEÓN.- Que hagan de mí lo que quieran. Me defenderé.

PATERNOY.- Imposible. Son muchos.

SANTAMONA.- ¡Pobrecillo! De esta no escapas. (Señalando el hueco bajo la escalera.) Escóndete aquí.

JOSÉ LEÓN.- (Ocultándose.) Sea de mí lo que Dios quiera.