Los Keneddy: Un diálogo

Así les toma un llamado telefónico del Gobernador de Entre Ríos. Atiende Mario Kennedy.
- “Han hecho una enormidad” – dice el Sr. Etchevehere.
- “Hemos cumplido con nuestro deber” – responde el revolucionario.
- “Están solos. Han sido engañados miserablemente”
- “Si lo estamos” – replica Kennedy – “será porque los demás no han podido accionar y no porque nos hayan traicionado”.
- “En este momento mando doscientos hombres para que los tomen”
- “Será si pueden”
- “Depongan las armas. Eviten el derramamiento inútil de sangre; porque los van a matar”.
- “Nosotros no atendemos otras indicaciones que las de nuestro comando.
Obedecemos a un plan general. No obramos por nuestra cuenta”.
Y cuelga el tubo.
Hablan como vencedores. Saben que están perdidos. Tenían pólvora en las alas del poncho; polvo dorado. La adversidad los toca brutalmente y ya no pueden volar hacia el Sur. Mas no por eso han de aceptar las sugestiones del enemigo.
Vuelven a pedir noticias a Concordia.