Libro de Buen Amor: 077
De cómo el arçipreste fue enamorado de una dueña que vido estar façiendo oraçión
Día era de Sant Marcos, fue fiesta señalada,
toda la santa iglesia fas' proçesión honrada,
de las mayores del año de christianos loada:
acaeçiome una ventura la fiesta non pasada.
Vi estar una dueña fermosa de beldat,
rogando muy devota ante la magestat,
rogué a la mi vieja, que me oviese piedat,
et que anduviese por mí pasos de caridat.
Ella fiso mi ruego, pero con antipara,
dixo: «Non querría ésta que me costase cara,
como la marroquía, que me corrió la vara,
mas el leal amigo al bien e al mal se para.»
Fue con la pleytesía, tomó por mi afán;
físose que vendíe joyas, ca de uso lo an,
entró en la posada, respuesta non le dan,
non vido a la mi vieja ome, gato, nin can.
Díxol' por qué iva, e diole aquestos versos:
«Señora», dis', «comprad traveseros e abiesos.»
Dixo la buena dueña: «Tus desires traviesos
»entiéndelos, Urraca, todos ésos y ésos.»
«Fija», dixo la vieja, «osar vos he fablar.»
Dixo la dueña: «Urraca, ¿por qué lo has de dexar?»
«Señora, pues yo digo de casamiento far,
ca más val' suelta estar la viuda que mal casar.
Más val' tener algund cobro mucho ençelado,
ca más val' buen amigo, que mal marido velado,
fija, quál vos yo daría que vos seríe mandado,
muy loçano et cortés, sobre todos esmerado.»
Si recabdó o non la buena mensajera,
vínome muy alegre, díxome de la primera:
«El que al lobo envía, a la fe carne espera.»
Éstos fueron los versos que levó mi trotera.
Fabló la tortolilla en el regno de Rodas:
diso: «Non avedes pavor vos las mugeres todas
de mudar vuestro amor por aver nuestras bodas,
por ende casa la dueña con caballero apodas.»
Et desque fue la dueña con otro ya casada,
escusose de mí, e de mí fue escusada,
por non faser pecado, o por non ser osada:
toda muger por esto non es de ome usada.
Desque me vi señero et sin fulana solo,
envié por mi vieja, ella dixo: «¿A dolo?»
Vino a mí reyendo, dis: «Homíllome don Polo:
»fe aquí buen amor qual buen amiga buscolo.»