La piedra cansada: cuadro noveno

La piedra cansada
de César Vallejo
ACTO SEGUNDO

ACTO SEGUNDO

Cuadro Noveno


En casa de Uyurqui, en Tampumachay. Claro de luna. Escalinata de piedra, al centro de la escena, comunicando el piso bajo con un pequeño torreón. Al fondo, a izquierda y a derecha, corredores y habitaciones.


MAMA PAYO: — Ya es tiempo de reposarse, hijita. Esta vez, sí, a descansar...


KAURA, ORUYA: — Bueno, mama. Wajnoskaman.(Mama Payo va por la derecha y desaparece. Pausa. Kaura da unos pasos agitada. Oruya la observa)


ORUYA: — Kaura, ¿qué tienes? (Kaura cruza la escena y entra en una de las habitaciones del fondo. Oruya la sigue. La escena queda desierta. Pausa. Al cabo de unos instantes, Kaura, taciturná, crispada, sale de la habitación. Está ya en traje de dormir. Un grande sasosiego la posee; da unos pasos; reflexiona. Va a mirar por la derecha, el claro de luna en los jardines)


KAURA: — La cuenca se ennegrece... Un arriero va por el abra de las tunas; lo oigo gritar a sus acémilas... (En un ruego desgarrado) ¡Viracocha, protege a tu raza!... (Sigue mirando el valle. Después, abatida, paso a paso, retorna a su habitación. Una larga pausa. Tolpor entra en puntillas y como sonámbulo, por la izquierda; se detiene en el centro de la escena, atisba, escucha. Abre cautelosamente la puerta de la habitación de la ñusta y entra en ella)


TELÓN