Julieta y Romeo/Acto 2/Escena 9
Mis deudos, mis amigos, venid todos.
Ya descansan en paz de mi Tebaldo
los restos, ay de mí! junto á las tumbas
do yacen los guerreros Capuletos.
Su muerte nos reclama la venganza,
venganza pronta, amigos. Yo á don Alvar
hoy, al darle la mano de una esposa,
encargo esa venganza placentera.
Celebremos, mis deudos, su himeneo,
aclamadle por gefe, y mi bandera
le conduzca á la lid, y de su hermano
vengue la muerte fiera
matando al asesino por su mano.
Ven, mi Julieta; deja que tu padre
te conduzca al altar, y ojalá el cielo
derrame sobre tí todas las dichas
que el eterno Señor á mí me niega!—
Que fría está tu mano!—Di, qué tienes?
Nada, señor, (aparte). Mi vista se oscurece!
Su palidez me anuncia que ha seguido
mis consejos.
mis consejos. Señor!
mis consejos. Señor! Ay! desfallezco!
Vamos, don Alvar. Nobles y señores,
acompañadme todos hasta el templo.