Poesías de Francisco de Figueroa
Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.

XXXVIII. editar

Fili, bien debe en la miseria y pena,
En que yace, morir Tirsi cuitado;
Si despues que partió donde anublado
Le fué su sol, halló una hora serena:

Y si despues que en la desierta arena
De su gloria dexó el fruto sembrado
Que al nacer se ahogó, tuvo cuidado,
De ageno fruto, ó de belleza agena:

Mas si firme y leal llorando el dia,
Que descubrió su corazon perjuro,
Qual planta sin humor se seca y muere;

Quien le dió tanto mal, Fili, debria
Darle por galardon de amor tan puro,
Un suspiro, que lágrimas no quiere.