Convalecencia
(Redirigido desde «Estancias: XXXIV»)
Es como un lento y triste retornar a la vida...
y es el inevitable cansancio de volver
del borde de la negra playa desconocida,
donde mueren tus olas, ¡oh, río del No-ser!
Y el alma, que creía mirar la aurora eterna,
vuelve, cual un iluso viajero macilento
que fue a calmar su sed a lejana cisterna,
equivocó el camino... y ¡torna más sediento!