El pecado mortal
Nota: Se ha conservado la ortografía original.
De la serie:
EL PECADO MORTAL.
¡Pequé, mi Dios! Del vicio que domina
víctima fui, postrado en la demencia,
y la maldad triunfó de mi conciencia
y de mi flaca humanidad mezquina.
Pequé, Señor, contra tu Ley Divina
consecuente en el dolo y la licencia,
sordo á tu voz, ingrato a tu clemencia,
ciego á la fe, rebelde á tu doctrina.
Mas concédeme un soplo de tu aliento
para llorar contrito y humillado,
hasta que exhale mí postrer lamento:
Que aunque en la tierra gima condenado,
yo te ofrezco, Señor, este tormento
porque me limpies del mortal pecado.
Fernando Martínez Pedrosa