El pasado: 14
Escena IX
editar- Dichos, MAMECA y SILVIA.
Mameca. -(Que aparece discutiendo con SILVIA.) Si no se ha ido ¿qué te hago?... ¿Ves como está?...
Silvia. -(Abandonándola junto a la puerta.) ¿Qué ha sucedido?... ¿Qué tienes mamá?... ¿Ernesto?... ¡Dios mío!...
José Antonio. -Luego sabrás. Llévate a abuelita. ¡Pronto!...
Silvia. -No. ¡Dígame!...
José Antonio. -Llévala y vuelve. (Obligándola.) ¡Anda! (A MAMECA.) Abuelita. Aguárdame un momento. En seguida voy en tu busca.
Mameca. -No, yo veo todavía. Aquí pasa algo. ¡Ustedes están tristes!...
José Antonio. -No, señora. ¡Vaya!
Mameca. -¿Me quieren echar?... No... ¡no me voy ¡Debo saber!... ¿Creen que ya no soy nadie?... (A SILVIA.) Acompáñame, hija. (Apoyada en SILVIA se encamina hacia un sillón donde se sienta.) La pobre vieja todavía sirve para dar un consejo... Hablar ahora; pero que hablen un poco fuerte para que oiga. ¿Qué es lo que les pasa, muchachos?
José Antonio. -Nada grave, abuelita; una contrariedad de Ernesto.
Mameca. -Será de amores. ¿Verdad?
José Antonio. -Precisamente.
Mameca. -¿Y por eso están todos tristes?... Ernesto, hijo mío. Eso no está bien hecho. ¿Qué ganas con afligirnos a todos? ¡Si remediaras algo!... Si nuestra pena pudiera ayudarte a conquistar el corazón de esa niña, me explicaría que nos hicieras llorar... Mira: tu padre al principio era como tú, pero luego, cuando tuvo experiencia tenía por costumbre decir: No hay camino más seguro para llegar a la felicidad que el de la esperanza.
Ernesto. -Sin embargo, ¡se mató!...
Mameca. -¿Qué?... ¿Cómo?...