El médico a palos/Acto III/Escena IV
¡Ay, amigo Don Bartolo! que aquella pobre muchacha no se alivia. No ha querido acostarse. Desde que ha tomado la sopa en vino está mucho peor.
¡Bueno! eso es bueno. Señal de que el remedio va obrando. No hay que afligirse. Aunque la vea usted agonizando, no hay que afligirse, que aqui estoy yo..... (Llama, encarándose á la puerta del lado derecho.) Digo, Don Casimiro, Don Casimiro.
(Desde adentro.) Señor.
Don Casimiro.
¿Y quien es este hombre?
Un excelente didascálico..... Boticario que llaman ustedes..... Eminente profesor..... Le he mandado venir para que disponga una cataplasma de todas flores, emolientes, astringentes, dialécticas, pirotécnicas y narcóticas, que será necesario aplicar á la enferma.
Mire usted qué decaída está.
No importa, va á sanar muy pronto.