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Diccionario biográfico de Chile (1901)
de Pedro Pablo Figueroa
Cuarta edición ilustrada con retratos
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RECABÁRREN (Estanislao).— Patricio y sacerdote. Figuró entre los mas distinguidos proceres de la independencia en 1810 y fué dean de la Catedral de Santiago.

RECABÁRREN (Manuel A.)— Coronel de la independencia. Fué un acendrado patriota y tomó una participacion activa en los movimientos revolucionarios de 1810. Emigró a Mendoza en 1814, con motivo del fracaso de Rancagua y la reconquista española. Regresó al pais en 1817 en el ejército del jeneral San Martin, encontrándose en la batalla de Chacabuco. Alcanzada la libertad y organizada la constitucion política del pais, fué en diversos períodos legales Intendente de Santiago, de Coquimbo y de Talca. Fué asimismo Ministro de la Corte Marcial en apocas bien difíciles para la República. Falleció en Santiago en 1840.

RECABÁRREN (Manuel).— Abogado, estadista y servidor público. Nació en Santiago en 1827. Hizo sus estudios de humanidades en el Instituto Nacional. Cursó leyes en la Universidad y se tituló abogado el 7 de Marzo de 1855. Se inició en la vida pública en 1849. En ese año defendió en la prensa los fueros del joven estudiante de derecho don Benjamin Vicuña Mackenna, conculados por el célebre canónigo don Juan Francisco Meneses en la Academia de Práctica Forense de la Universidad. En 1850 cooperó a la fundacion de la Sociedad de la Igualdad y fué uno de sus directores con el ilustre filósofo Francisco Bilbao y Santiago Arcos. Habiendo tenido una activa i directa participacion en la revolucion del 20 de Abril de 1851, salió proscrito del pais y en el estranjero se dedicó a la carrera del profesorado. Desde 1842 fué profesor de economía política en el Instituto Nacional. A favor de la lei de amnistía, dictada por el Presidente don José Joaquín Pérez en 1862, regresó al pais y formó parte de la redaccion del diario La Voz de Chile en 1864. Eu 1866 fué electo diputado al Congreso. Sostuvo en ese período parlamentario la reforma de la Constitucion de 1833. Presentó varios proyectos de lei para reformar las leyes de elecciones y de imprenta. Se distinguió como orador parlamentario por la forma cortes de sus discursos, la enerjía de su carácter y la firmeza de sus principios liberales. Al sobrevenir la guerra contra España en 1865, fué nombrado secretario de la escuadra del almirante don Manuel Blanco Encalada. Unido al glorioso marino vino a la Moneda a proponer al Presidente Pérez la idea de enviar al almirante español Méndez Núñez, un cartel de desafío a fin de evitar el bombardeo de Valparaiso. El reto de duelo de las dos escuadras, chilena y española, no fué aceptado por el almirante Méndez Núñez, quien reconoció, sin embargo, el valor y la hidalguía de los marinos chilenos. En 1866 se dedicó a las labores agrícolas y se retiró de la política militante. En 1879, fué llamado por el Presidente don Aníbal Pinto al Ministerio del Interior, correspondiéndole la árdua empresa de organizar la espedicion a Lima en la guerra contra el Perú y Bolivia. Terminada la campaña de Lima y con motivo de las sublevaciones de las tribus de Arauco, que se aprovechaban de las consecuencias de la guerra, se hizo venir del Perú una parte del ejército espedicionario para pacificar de ese modo definitivo la Araucanía. El Ministro Recabárren dirijió personalmente la campaña de Arauco y fundó la floreciente ciudad de Temuco en las márjenes del Cautin. En 1885 fué electo Senador de la República, figurando en el Senado en las administraciones de los Presidentes Santa María, Balmaceda y Jorje Montt. Ha sido presidente del Directorio del Partido Radical. En 1891 cooperó al éxito de la revolucion del Congreso contra el Presidente Balmaceda. Desacuerdos políticos han separado al señor Recabárren del Partido Radical y al presente se halla alejado por completo de los partidos, del Parlamento y del Gobierno de la República. Es un estadista y político prestijioso del pais.

RECABARREN DE MARIN (Luisa).— Ilustre matrona. Nació en la Serena en 1777. Fueron sus padres don Francisco de Paula Recabárren y Pardo de Figueroa y la señora Josefa Aguirre y Argandoña. Don Francisco de Paula Recabárren y Pardo de Figueroa, fué hijo de don Martin de Recabárren. Oidor de la Real Audiencia de Chile, fundador de la familia de su apellido en nuestro pais. En 1785 quedó huérfana doña Luisa Recabárren, al amparo de sus tios don Estanislao Recabárren, dean de la Catedral de Santiago, i doña Juana Recabárren, quienes le dieron nobles ejemplos y brillante educacion cristiana. La escojida y culta sociedad que se reunía en su hogar, compuesta de los mas distinguidos sacerdotes i letrados de su tiempo, le permitió adquirir una ilustracion completa y un carácter lleno de gracia i de atractivos. En 1796 se unió en matrimonio con el doctor don José Gaspar Marin, hábil jurisconsulto y descendiente de las mas ilustres familias de Coquimbo. Desde esa época se consagró a los deberes de su hogar y en sus horas de reposo nutrió su intelijencia con conocimientos jenerales de historia, literatura y relijion, que lucia en su conversacion, sobre todo adquirió amplia cultura en la historia. Cuando sobrevino el movimiento revolucionario de 1810, en el cual su esposo tomó una participacion directa, su casa fué el centro de reunion de los célebres patriotas Camilo Henríquez, Argomedo, Alcalde, Vera, Mackenna y demas nobles ciudadanos que luchaban por la libertad. Su esposo, el doctor Marin, se vió precisado a emigrar a Mendoza, en 1814, a causa de la reconquista española, dejando sus intereses comprometidos por los azares de la política i de la guerra. Doña Luisa Recabárren tuvo que atender no solo a las nepor el Presidente don Aníbal Pinto al Ministerio del Interior. La guerra contra el Perú y Bolivia tuvo en él un resuelto impulsador y siendo Ministro de la Guerra, organizó la campaña de Lima, recorriendo la República para organizar el ejército de operaciones. A su regreso a Santiago, de su escursion oficial y patriótica a las provincias del Sur, traia un ejército de 10,000 hombres. Terminada la campaña del Perú y Bolivia con la rendicion de Lima y de Arequipa, y con motivo de la sublevacion de las tribus de Arauco, que se aprovechaban de las consecuencias de la guerra, se hizo venir del Perú una parte del ejército espedicionario para pacificar de un modo definitivo la Araucanía. El señor Recabárren, en su calidad de Ministro de la Guerra, se colocó al frente de la espedicion militar, dirijiéndo personalmente la campaña, llegando victorioso hasta Villa Rica y pacificando por completo la Araucanía en tres meses. Fundó la floreciente ciudad de Temuco en las márjenes del rio Cautin, hoi una de las mas progresistas de esa rejion y capital de la provincia del Cautin. En 1885 fué electo Senador de la República, figurando en el Senado en las administraciones de los presidentes Santa María, Balmaceda y Jorje Montt. Fué, en el curso de varios períodos, presidente del Directorio Jeneral del Partido Radical. En 1891 cooperó a la revolucion del Congreso contra el Presidente constitucional don José Manuel Balmaceda. Desacuerdos fundamentales con la direccion política del partido radical, lo alejaron de esa colectividad, permaneciendo fiel a sus doctrinas. Retirado de la política activa, vivió los postreros años de su vida en su tranquilo hogar. Hombre público de probidad reconocida, gozó del mas amplio prestíjio popular. Falleció en Santiago el 5 de Junio de 1901, siendo su sensible pérdida deplorada por el Congreso y la prensa en jeneral. Todos los diarios, de los diferentes partidos, le tributaron sus homenajes de respeto por su muerte. A sus funerales concurrieron los representantes de los poderes públicos, del Cuerpo de Bomberos y los miembros mas respetables de la sociedad y de las colectividades nacionales.

RECABÁRREN DE MARIN (Luisa).— Ilustre matrona. Nació en la Serena en 1777. Fueron sus padres don Francisco de Paula Recabárren y Pardo de Figueroa y la señora Josefa Aguirre y Argandoña. Don Francisco de Paula Recabárren y Pardo de Figueroa, fué hijo de don Martin de Recabárren, Oidor de la Real Audiencia de Chile, fundador de la familia de su apellido en nuestro pais. En 1785 quedó huérfana doña Luisa Recabárren, al amparo de sus tíos don Estanislao Recabárren, dean de la Catedral de Santiago, y doña Juana Recabárren, quienes le dieron nobles ejemplos y brillante educacion cristiana. La escojida y culta sociedad que se reunía en su hogar, compuesta de los mas distinguidos sacerdotes y letrados de su tiempo, le permitió adquirir una ilustracion completa y un carácter lleno de gracia y de atractivos. En 1796 se unió en matrimonio con el doctor don José Gaspar Marin, hábil jurisconsulto y descendiente de las mas ilustres familias de Coquimbo. Desde esa época se consagró a los deberes de su hogar y en sus horas de reposo nutrió su intelijencia con conocimientos jenerales de historia, literatura y relijion, que lucia en su conversacion; sobre todo adquirió amplia cultura en la historia. Cuando sobrevino el movimiento revolucionario de 1810, en el cual su esposo tomó una participacion directa, su casa fué el centro de reunion de los célebres patriotas Camilo Henríquez, Argomedo, Alcalde, Vera, Mackenna y demas notables ciudadanos que luchaban por la libertad. Su esposo el doctor Marin, se vió precisado a emigrar a Mendoza, en 1814, a causa de la reconquista española, dejando sus intereses comprometidos por los azares de la política y de la guerra. Doña Luisa Recabárren tuvo que atender no solo a las necesidades de sus hijos, sino que tambien a la defensa i conservacion de los bienes de su esposo, confiscados por los realistas que sacaron de este en el curso de su ostracismo. Ella sirvió de intermediaria a los patriotas de Chile y la República Arjentina, enviando y recibiendo correspondencia y circulando noticias de la revolucion emancipadora en el pais. Al sorprender en 1817 los españoles la correspondencia del ilustre guerrillero Manuel Rodríguez, cuando se fugó de Melipilla, encontróse en ella comunicacion en la que se le hablaba de doña Luisa Recabárren como conocedora de una carta valiosa y circunstanciada del jeneral San Martin y la clase de los nombres de las personas impuestas de ella. Marcó del Pont la hizo reducir a prision el 4 de Enero de 1817 por órden del famoso capitan San Bruno, quien la condujo con buenas precauciones al monasterio de las Agustinas, donde fué detenida miéntras se la procesaba. Allí permaneció separada de su familia hasta el 12 de Febrero de 1817, dia en que entró victorioso a Santiago el Ejército de los Andes que habia triunfado en Chacabuco. Obtenida la libertad, regresó del destierro al pais su esposo el doctor Marin, el cual continuó sirviendo a la República hasta sus postreros dias. La ilustre matrona terminó su noble existencia en su hogar de Santiago.

REIGADA (Cárlos A.)—Soldado ciudadano. Nació en Quillota en 1864, siendo miembro de una de las familias mas antiguas de ese departamento. Al estallar la guerra contra el Perú y Bolivia, en 1879, se enroló en las filas del batallon Lautaro, organizado por el coronel don Mauricio Muñoz, en calidad de soldado voluntario ciudadano. En ese cuerpo militar hizo todas las campañas del Perú y Bolivia, distinguiéndose por su bizarro valor y su brillante comportamiento en las batallas de Tacna y Arica, Chorrillos y Miraflores. En 1884 concurrió a la campaña de Arequipa. Disuelto su batallon, al terminarse la contienda internacional, el 4 de Noviembre de 1884, se retiró a su hogar a reparar sus fuerzas juveniles agotadas en seis años de continuas y penosas campañas. Falleció en Quillota a principios de 1888, victima del terrible flajelo del cólera. Su nombre, aunque modesto soldado ciudadano, ha quedado asociado a la historia de la guerra del Pacífico, por sus jenerosos servicios a la patria, por su noble comportamiento en el ejército y su abnegacion para cumplir con sus deberes cívicos. RENCORET (Juan Nepomuceno).— Doctor en medicina. Nació en Nancagua, villorrio del departamento de San Fernando, en la provincia de Colchagua, a fines de 1856. Hizo sus primeros estudios de humanidades en el Liceo de San Fernando y los terminó en el Instituto Nacional y en la Universidad. Cursó la carrera científica de doctor y cirujano en la antigua Escuela de Medicina. Habiendo quedado huérfano en la época de su carrera de estudiante, interrumpió sus cursos profesionales para dedicarse al trabajo, consagrándose al ejercicio del profesorado en diversos colejios de Santiago. De este modo, ayudándose por sí mismo, pudo lograr concluir su carrera titular, obteniendo el diploma de médico y cirujano en 1878. Establecido en la ciudad de Quillota en 1880, ha sido médico de vacuna de esa localidad y en 1885 fué electo rejidor de la Municipalidad. En 1886 se le elijió segundo Alcalde por esa corporacion. Al terminarse la guerra contra el Perú y Bolivia, en 1881, asistió gratuitamente en el Hospital de Sangre a los soldados del heroico batallón Quillota que regresaran heridos de las batallas de Chorrillos y Miraflores. Se ha caracterizado como un distinguido facultativo.

RENCORET (Frai Benjamin).— Relijioso de la orden de la Merced. Nació en Santiago en 1825 y se educó en su convento y vistió el hábito mercedario en 1840. Mui amante de la vida relijiosa, trabajó mucho por establecer la observancia en la provincia mercedaria de Chile y en el año 1847 vio satisfechos sus piadosos y ardientes deseos formando un noviciado del que fué maestro. Nombrado provincial eu el año 1861, gobernó la provincia mercedaria hasta 1871 en que fué nombrado visitador apostólico de los mercedarios del Ecuador, donde con su celo mantuvo la observancia. Era amantísimo de las letras y promovió el fervor por los estudios entre sus relijiosos. En 1869 se graduó de doctor y se incorporó a la Facultad de Teolojía de la Universidad de Chile. Relijioso de vida correcta e intachable, celoso por el bien y engrandecimiento de su orden, no omitió sacrificio de ningún jénero ya en Chile ya en los años que permaneció en Europa y Roma, donde fué mui estimado por varios notables personajes del Vaticano. Mediante su actividad y prudencia obtuvo del actual Pontífice León XIII que celebrase capítulo jeneral y que los votos fuesen enviados a Roma por cédulas desde los distintos puntos donde existían provinciales de la Merced, práctica nueva y harto difícil de conseguir de la Santa Sede, a lo que solo la infatigable actividad y constancia del Revereudo Padre Rencoret podia darle cima. Sus trabajos e influencias dieron por resultado que la eleccion de Jeneral de la Orden recayera en el reverendo padre frai Pedro Armengol Valenzuela, que actualmente gobierna la Orden, ilustre entre los ilustres sacerdotes de Chile, por su ciencia y sus vastos conocimientos en todos los idiomas conocidos. Desempeñó con prudencia y celo reconocidos el cargo de Procurador Jeneral de la Orden ante la Santa Sede durante algunos años hasta que se vino a Chile, de donde fué enviado por el Reverendísimo Padre Jeneral a visitar en calidad de Vicario Jeneral la provincia de los mercedarios del Ecuador y despues de la República Arjentina en 1886. Concluida su mision, obtuvo licencia para visitar el gran Chaco; y al efecto se trasladó al Paraguai, donde pasó algun tiempo y se ocupó en dar misiones a los indios. Lamentaba, en una carta dirijida a un relijioso de Chile, no poseer bien el idioma guaraní para conseguir mas provecho de sus predicaciones evangélicas. Falleció en Mendoza a fines de 1888. Su muerte fué mui lamentada por la sociedad chilena y por la prensa. Figuró varias veces como candidato a las prelacías de los episcopados nacionales. Sus discípulos nos han espresado que era un sacerdote verdaderamente sabio.

RENJIFO (Osvaldo).— Abogado y servidor publico. Nació en Santiago el 10 de Setiembre de 1843. Fueron sus padres el estadista y majistrado don Manuel Renjifo y la señora Rosario Vial. Hizo sus estudios de Humanidades en el Instituto Nacional, en cuyo establecimiento gozaba de una beca concedida por una lei de 1.° de Octubre de 1845 y decreto de 21 de Marzo de ese año. Cursó leyes en la Universidad y se graduó de abogado el 4 de Octubre de 1865. Su memoria de prueba para optar al título universitario, tuvo por tema Las Formalidades a que deben sujetarse los Testamentos otorgados en pais estranjero. Este valioso estudio jurídico se insertó en Los Anales de la Universidad. (Tm. II, páj. 534.) Se inició en la carrera de funcionario público en Diciembre de 1866, siendo nombrado oficial ausiliar de la Oficina Central de Estadística. Sucesivamente ha desempeñado los cargos públicos que pasamos a enumerar: Secretario de la Intendencia de Colchagua (1866); Secretario de la Intendencia de Santiago en 1869; Administrador de la Empresa de Agua Potable de Santiago en 1871; Profesor de Filosofía en el Instituto Nacional desde 1871 a 1891 Ha sido profesor suplente de Código Civil en la Universidad; profesor propietario de Código de Comercio y al presente profesor en propiedad de Práctica Forense en reemplazo de don José María Barceló. En su carácter de profesor universitario de derecho, es miembro docente de la Facultad de Leyes y Ciencias Políticas. En 1871 fué electo diputado al Congreso Nacional, ocupando un sillon de representante en el Congreso hasta 1879. En 1892sele nombró Intendente de la Provincia de Valparaiso; en 1894, Ministro de Justicia e Instruccion Pública; en 1895, Ministro del Interior. Desempeñó este elevado cargo de majistrado administrativo hasta la terminacion del período de gobierno del Presidente Almirante don Jorje Montt. Ha formado parte de la comision encargada de redactar el Código Penal, habiendo contribuido a la formacion de las actas publicadas sobre esos trabajos jurídicos. Asimismo tomó parte en la discusion de la Lei Orgánica de Tribunales. Fué uno de los miembros de la última comision redactora del Código de Procedimiento Civil, que al presente depende de la consideracion del Congreso, trabajo de lejislacion fundamental en que tomaron parte los señores Leopoldo Urrutia, Manuel Ejidio Ballesteros, Raimundo Silva Cruz y Francisco Noguera. Ha escrito y publicado diversos trabajos profesionales y ha desempeñado el cargo de abogado del Banco de Valparaiso. Actualmente es abogado del Banco Garantizador de Valores y Consejero del Banco de Chile. El señor Renjifo, como funcionario público y jurisconsulto, es uno de los magistrados y servidores mas prestijiosos del pais.

RENJIFO (Cárlos).— Ilustre sacerdote y naturalista. Nació en Santiago en 1831. Se educó en el Instituto Nacional y ha sido profesor en el Seminario Conciliar de Santiago. Se ha distinguido como naturalista, siendo una eminencia en ese ramo de las ciencias. Ha hecho un estudio completo de la flora chilena. El doctor Philippi ha dado a una planta de Chile el nombre de Renjífora en memoria de haber sido descubierta por el sabio naturalista señor Renjifo. Hombre de estudio y de verdadero talento, aunque de carácter profundamente modesto, se ha dedicado al cultivo de la poesía como complemento de sus inclinaciones a la contemplacion de la naturaleza. Es autor de un hermoso soneto a la Cordillera de los Andes. Ha colaborado en la Estrella de Chile y redactado el diario político El Estandarte Católico de Santiago. Ha sido profesor de la Universidad. De carácter humilde, desprovisto su espíritu de vanidad, quemó todos sus escritos al ordenarse sacerdote. La mas delicada espresion de la sabiduría es la modestia.

RENJIFO (Manuel).— Político y diplomático. Nació en Santiago én 1793 y falleció en 1845. Dedicado en su juventud a los negocios mercantiles, mostró desde entonces la honradez, el patriotismo y la inteligencia que lo distinguieron en todo el curso de su laboriosa existencia. En 1824 fué nombrado ajente de negocios cerca del libertador Bolívar, residente a la sazon en Lima, con el fin de cobrar al Perú la suma de 120,952 libras esterlinas que adeudaba a Chile. No le fué posible entonces, por mil circunstancias, desempeñar con buen éxito su mision. Consagrado después a las tareas agrícolas y a otros negocios industriales, fué llamado en 1830 a hacerse cargo del Ministerio de Hacienda. La lucha política acababa de cesar, y la hacienda pública se hallaba en una crisis espantosa. El señor Renjifo trabajó entonces con laudable celo y dictó disposiciones dignas de eu patriotismo. Cuatro años después de su promocion al Ministerio, fué a ocupar un sillon en el Senado de la República, y en ese mismo año presentó al Congreso la primera Memoria de Hacienda. Nombrado por el Gobierno Ministro Plenipotenciario cerca del Perú, para celebrar un tratado de amistad, comercio y navegacion, obtuvo un espléndido éxito en esa empresa. En 1835 presentó al Congreso una segunda e importante Memoria de la cartera de su cargo, y a fines de ese mismo ano se separó del Ministerio. En 1839 volvió a ser elejido Senador de la República. Al inaugurarse la administracion del jeneral Búlnes, en 1841, el señor Renjifo fué instado a hacerse de nuevo cargo de la cartera de Hacienda. Sus tareas, sus patrióticos y jenerosos deseos por el beneficio comun en este último cargo público que desempeñó, fueron el precioso sello que puso a su vida de virtuoso majistrado.

RENJIFO (Ismael).— Injeniero y servidor público. Nació en Santiago en 1845. Hizo sus estudios de matemáticas para la carrera de injeniero en el Instituto Nacional y en la Universidad. Mui jóven obtuvo su título profesional y se inició en la carrera de los servicios públicos como profesor en el Instituto Nacional. Se dedicó a la enseñanza de las matemáticas inferiores y compuso un testo de aritmética que fué adoptado para la enseñanza en los colejios del Estado. El testo de Aritmética de Renjifo, como el de Izquierdo, ha sido de los mas útiles y valiosos para el aprendizaje de la juventud. Mas tarde ingresó al profesorado de las matemáticas superiores en la Universidad, puesto que le permitió incorporarse como miembro al Consejo de Instruccion Pública. Como injeniero, son innumerables los trabajos que llevó a efecto. Merecen recordarse principalmente todos los que han tendido a la irrigacion del pais. Difícilmente habrá algun canal de los que riegan los campos y fecundizan las industrias del pais, que no haya tenido como injeniero y constructor al señor Renjifo. Proyectó las grandes obras de abastecimiento de agua potable de Peñuelas y de Santiago con los resultados mas felices. Apénas ha habido alguna obra pública de importancia en el pais que no haya contado con su cooperacion efectiva o con su consejo oportuno. Toda empresa tenia por colaborador a este laborioso injeniero, ten distinguido por su ilustracion como por su honorabilidad. La Caja Hipotecaria y otras instituciones bancarias lo contaban como su consultor. Si este distinguido injeniero no militó de una manera activa en la política del pais, ejerció en la sociedad una influencia eficaz por la sanidad de su criterio y por sus arraigadas ideas liberales. En todas las situaciones escepcionalmente graves porque ha atravesado el pais, tuvo ocasion de probar el profundo respeto que le merecían las instituciones fundamentales de la República. La índole tranquila de su bello carácter, sus estudios favoritos, el ejercicio del profesorado y sus trabajos de injeniero, le hicieron acreedor a los mayores respetos y al cariño mas sincero de todos sus contemporáneos. Falleció en Santiago el 11 de Febrero de 1898. El diario El Ferrocarril, de Santiago, le dedicó una brillante y honrosa necrolojía.

RENJIFO (Javier).— Funcionario público. Fué, durante un largo período, Ministro de Aduana en Valparaiso. Tipo de la mas perfecta probidad pública, gozó de honroso prestijio social. Falleció en Santiago el 4 de Junio de 1883.

RENJIFO Y VIAL (Manuel).— Jurisconsulto. Nació en Santiago en 1830. Desde mui jóven se distinguió en la carrera pública. Desempeñó diversas comisiones importantes, y el cargo de diputado en diferentes lejislaturas, y se hizo notar por su actividad e intelijencia. Fué uno de los mas entusiastas fomentadores de las bellas artes en Chile. Trabajó con aliento por el cultivo y adelanto de las bellas artes. Sus colecciones de pinturas, de flores y de historia natural, eran mui notables y dignas de estudio. Fué Ministro de Hacienda; director de una institucion de crédito; auditor de guerra y desde muchos años coronel de guardias nacionales. REYES (Alejandro).- Jurisconsulto y majistrado. Nació en Santiago en 1825. Fueron sus padres don Ignacio de Reyes y Saravia y la señora María Cotapos. Se educó en el Instituto Nacional y en la Universidad. Recibió su título de abogado el 24 de Febrero de 1845. Su memoria de prueba para optar al título universitario versó sobre Las Constituciones chilenas desde 1833. Este valioso estudio jurídico se insertó en los Anales de la Universidad. En 1851 fué nombrado secretario de la Municipalidad de Santiago. En 1852 fué elejido diputado al Congreso, elección que fué ratificada en varios períodos legislativos por el voto popular. En 1870 fué elejido Senador de la República. En 1852 fué nombrado, por sus trabajos intelectuales, miembro de la Facultad de Filosofía y Humanidades y en 1862 de la Facultad de Leyes y Ciencias Políticas. Al incorporarse en dicha Facultad, leyó una memoria con el título de Algo de historia de Chile. Dos nuevas e importantes obras jurídicas presentó a La Facultad de Leyes, una sobre historia nacional y la otra con el hermoso título de La noble profesión de abogado. Esta bellísima y elocuente pajina de filosofía jurídica, ha sido reproducida en dos recopilaciones de Memorias Forenses universitarias que han alcanzado éxito continental en América. En 1855 recorrió la República del Plata y fué agraciado con el nombramiento de miembro honorario de la Sociedad de Historia Natural de Buenos Aires. Una de las épocas mas brillantes de su vida pública, fué el período parlamentario de 1858. Fué uno de los mas brillantes oradores de aquella vigorosa oposición que en esa época se levantaba en todo el pais contra el Gobierno, y en la cual tomaron parte los mas distinguidos hombres públicos de ese tiempo. Puede decirse que sus ardorosos discursos fueron los preparadores de la revolución que estalló en la República el año siguiente. Envuelto en el destierro que hirió a tantos patriotas, el señor Reyes estuvo en Europa hasta el año de 1862, y desde esa época sirvió al pais en los mas elevados cargos. Jurisconsulto notable, tomó parte en la formación de los códigos de Procedimientos Civil, de Comercio, Penal y de Procedimientos criminales. Diplomático, fué nombrado en diversas ocasiones para celebrar, en nombre de Chile, convenciones y tratados con diversas repúblicas americanas, como ser con el Ecuador y Costa Rica. Desempeñó la cartera de Hacienda durante algunos años de la administración del señor Pérez (18641869, en el curso de la guerra contra España, de la época de mayor crisis económica que ha sufrido el Estado en Chile. En 1869 fué nombrado Ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, y en 1870 fué elevado a la Corte Suprema, puesto en que fué jubilado en 1883. Durante toda su vida figuró en el partido liberal. Falleció en Santiago el 8 de Enero de 1884.

REYES (Vicente).— Estadista, jurisconsulto y publicista. Nació en Santiago el 24 de Octubre de 1835. Hizo sus estudios de humanidades en el Instituto Nacional. Cursó leyes en la Universidad y se graduó de abogado el 13 de Enero de 1858. Su memoria de prueba para optar al título de licenciado en leyes, en 1857, tuvo por tema La Propiedad Literaria. Este interesante estudio de derecho natural se insertó en los Anales de la Universidad. Correspondía dicho trabajo a la índole intelectual del escritor y del jurista, cuya carrera literaria se había desenvuelto en el diarismo defendiendo el derecho público. Desde mui jóven reveló sobresalientes cualidades de escritor y de tribuno. Apareció en la escena de la prensa en 1856, escribiendo amenas revistas semanales en El Ferrocarril, siendo una de las mas notables la que trata de La Pájina en Blanco, artículo lleno de orijinalidad y donaire en su estilo y en su forma, en el pensamiento y en la frase. Por esa misma época dió a la publicidad una serie de ilustrados y espirituales estudios de costumbres patrias que lo colocaron en paralelo con los mas caracterizados críticos nacionales. Uno de sus artículos mas celebrados es el que intituló Plácemes y Pésames. En 1858 colaboró en el periódico literario La Semana, que redactaron los Arteaga Alemparte, en el cual insertó un galano estudio histórico sobre La Sarjento Candelaria. En 1861 fué elejido diputado al Congreso por el departamento de Ovalle, y se distinguió en el parlamento como orador elocuente, erudito, ilustrado y enérjico, singularizándose por el vigor de su raciocinio y la novedad de su lenguaje. En 1870 fué llamado por el sufrajio libre al Congreso nuevamente como representante del pueblo de Talca, puesto que obtuvo por la probidad de sus principios políticos y por el prestijio de que ha disfrutado en el pais en diversos períodos eleccionarios. En 1876 y 1879 fué elejido diputado por Valparaiso. En 1869 fué presidente del Club de la Reforma. En la tribuna de esta institucion brilló por su elocuencia como orador. En el curso de la administracion de don Aníbal Pinto, fué Ministro de Estado. En distintas épocas ha sido redactor principal del diario El Ferrocarril de Santiago, haciéndose notar en sus artículos de política interna y jeneral, por la elevacion de sus ideas, la correccion de su lenguaje, la imparcialidad de su carácter y la imperturbable serenidad de su intelijencia. En la campaña política presidencial de 1885 tomó una parte activa en favor de la candidatura de don José Francisco Vergara y se caracterizó como tribuno en los comicios populares. Por su honorabilidad y competencia, forma parte del cuerpo directivo de varias asociaciones bancarias, siendo presidente del Banco Agrícola. Se ha distinguido como uno de los jurisconsultos mas hábiles y honrados del pais. En 1888 fué salvado de un inminente peligro en las aguas de la bahía de Valparaiso por el respetable político y majistrado don Aníbal Zañartu, hoi Vice-Presidente de la República, hecho que el pais celebró con júbilo, porque es verdaderamente querido y respetado por su talento y patriotismo en la República. En 1889 fué electo Senador de la República por la provincia de Coquimbo. En 1896 fué proclamado candidato a la presidencia de la República por la Alianza Liberal. El pais le tributó en ese período de su vida pública los mas honrosos testimonios de admiracion i respeto por sus ejemplares virtudes republicanas. En 1894 le encomendó el Presidente don Jorje Montt la formacion del Ministerio, proponiéndole como base ministerial el gobierno de coalicion y el señor Reyes por no aceptar ese principio administrativo y político, declinó el honor que se le hacia. En 1891, siendo opositor a la política del Presidente Balmaceda, no suscribió el acta de deposicion de ese mandatario ni apoyó la revolucion. Ha sido presidente del Senado y la Comision Conservadora. Ha formado parte del Consejo de Estado. En el Senado de la República, elejido en 1896 representante de la provincia de Santiago, ha ilustrado los debates parlamentarios sobre cuestiones de derecho público, en discursos de la mas alta cultura y de las mas sanas doctrinas políticas. El señor Reyes es uno de los estadistas mas eminentes del pais.


REYES (Ignacio de).— Filántropo y servidor público. Nació en Santiago en 1812. Fueron sus padres el majistrado colonial don Júdas Tadeo de Reyes y Borda y la señora Ignacia de Saravia. Hizo sus estudios de humanidades y de matemáticas, para la carrera mercantil, en el Instituto Nacional. Se dedicó en sus primeros años juveniles al comercio. Algun tiempo despues fué nombrado tesorero de los Establecimientos de Beneficencia de Santiago, empleo creado en 1832. En 1850, durante la Administracion del Presidente Búlnes, fué nombrado ministro de la Tesorería Jeneral y poco mas tarde director de la Contaduría Mayor, puesto en el cual jubiló en 1870. Fué sucesivamente, en diversos períodos legales, presidente de la Junta de Beneficencia y rejidor de la Municipalidad de Santiago. Asi mismo fué diputado al Congreso. Practicó con noble desprendimiento la caridad cristiana, siendo un ejemplar benefactor social. Su filantropía le ha conquistado, mas que los servicios públicos, un nombre ilustre en la historia nacional. Falleció en Santiago en 1873. Su memoria ha sido recordada con respeto y con cariño en instituciones de cultura popular. En 1871, cuando alentaba vida modelo, recibió el homenaje público de sus merecimientos sociales. El distinguido educacionista don Adrian Araya y Nieto, fundó en Santiago el Colejio Ignacio Reyes, en testimonio de respeto por el prestijio de su nombre. Sus virtudes filantrópicas y sus meritorios servicios públicos han sido recordados en los anales históricos del pais.


REYES (Blas de).—Sacerdote patriota. Nació en Santiago en 1793. Fueron sus padres el majistrado de la colonia don Júdas Tadeo de Réyes y Borda y la señora Ignacia de Saravia y Valtierra. Militó, primeramente, con heroísmo, en las campañas de la independencia y despues se hizo sacerdote cristiano. Terminada su mision patriótica, abrazó el estado sacerdotal en 1826. Su condicion eclesiástica no le impidió continuar sirviendo al pais en la vida pública. En 1828 fué electo diputado al Congreso Constituyente y suscribió la Curta Fundamental dictada por el gobierno liberal del ilustre jeneral don Francisco Antonio Pinto. Fué vicepresidente de la Cámara de Diputados en ese período histórico, uno de los mas memorables del pais despues de la independencia, por sus instituciones políticas verdaderamente republicanas. Poco despues se le nombró Rector del Instituto Nacional. Consagrado al ministerio parroquial, sirvió, en el curso de cerca de 30 años, el curato de San Isidro, de la diócesis de Santiago. Falleció en Santiago en 1855. Dejó en el curato de San Isidro un archivo histórico valioso, que, al presente, es uno de los mas importantes y mejor conservados de la capital.


REYES (Pedro José).—Militar de la independencia. Nació en la ciudad de los Anjeles, en la Araucanía, en 1787, en plena época colonial. Fueron sus padres el capitan don Juan Esteban Reyes y la señora Escolástica Ruiz. Siguió la carrera de las armas en el período patriota. Fué de los soldados de la Patria Vieja. Hizo las campañas del sur en 1813 y 1814, hasta la reconquista española. El desastre militar de Rancagua (1.° de Octubre de 1814), lo obligó a espatriarse y emigró a Mendoza, donde ingresó en el ejército organizado por el jeheral San Martin. Regresó al pais en el ejército de los Andes y asistió a las batallas de Chacabuco y de Maipú, en 1817 y 1818, distinguiéndose por su bravura. En 1820 formó parte de la espedicion libertadora del Perú. Retirado del ejército, falleció en Santiago en 1843.


REYES (Pedro De).—Ilustre sacerdote. Nació en Santiago el 2 de Julio de 1788. Fueron sus padres el digno majistrado de la colonia, asesor jeneral del capitan jeneral don Ambrosio O'Higgins, don Judas Tadeo de Reyes y Borda y la señora Ignacia Saravia y Valtierra. Hizo sus primeros estudios en el Real Colejio Carolino y los completó en la Universidad de San Felipe, ámbos establecimientos coloniales de educacion de Santiago. Obtuvo su título de bachiller en teolojía en 1808 y el de doctor en cánones y en leyes en 1811. Llamado al sacerdocio, fué conciliario mayor y catedrático en la Universidad de San Felipe. En 1811 ingresó en el presbiterado. Por su ciencia fué miembro de la Facultad de Teolojía y Ciencias Sagradas de la Universidad. Asimismo fué gobernador de la Diócesis de Santiago en dos épocas, canónigo penitenciario de la Iglesia Metropolitana y presidente de la Junta de Inspeccion de ordenados. Se distinguió por su ilustracion y talento, como secretario del arzobispo Vicuña; prelado delegado en el Gobierno de la arquidiócesis, capellan del monasterio de las Capuchinas y decano de la Facultad de Teolojía. Falleció en Santiago el 9 de Marzo de 1852. Su sensible pérdida fué muy deplorada en la prensa y en el Colejio Universitario, a cuyo ilustrado gremio pertenecía. Los Anales de la Universidad le consagraron una honrosa necrolojía.


REYES (Judas Tadeo de).— Ilustre majistrado de la colonia. Nació en Santiago en 1755. Fueron sus padres don Matías de los Réyes y Alfonso y la señora Ines de Borda e Hidalgo. Dotado de una selecta educacion, desempeñó un rol brillante en la época de la colonia y aun en el período de la independencia. Su historia abarca las dos épocas mas importantes de la vida inicial del pais, habiéndole correspondido un papel espectable en los sucesos que marcaron las primeras etapas de nuestra nacionalidad. En el curso del dominio colonial, fué secretario y asesor de la capitanía jeneral durante cuatro administraciones sucesivas. En ese elevado cargo fue el mas activo cooperador del marques de Osorno y de Vallenar, don Ambrosio O'Higgins, sobre todo en sus trabajos de fundacion de ciudades. Conservaba memoria de todos los acontecimientos notables de esa época de iniciativas administrativas. Su archivo era igualmente valioso en documentos históricos de ese tiempo, acaso el mas rico en antecedentes e informaciones públicas. El señor Júdas Tadeo de Réyes, aparte de su carácter de funcionario y majistrado colonial, fué el fundador de una ilustre familia de patricios, que contribuyeron a la organizacion de la independencia, en la carrera militar, en la política y en el sacerdocio. Con los papeles de su archivo se ha escrito una importante relacion histórica, en la prensa de Concepcion, que abarca los períodos completos de su vida de servidor público. Ese estudio compendia toda la época en que le cupo la mision de actuar como asesor jeneral de los capitanes jenerales y presidentes coloniales del reino de Chile. Ese ilustre majistrado falleció en Santiago el 17 de Noviembre de 1827. Su nombre ilustra una de las pájinas mas estensas de la historia nacional.


REYES (José Olegario).— Abogado y escritor. Nació en Concepcion el 31 de Enero de 1829. Fueron sus padres el benemérito coronel de la independencia don Pedro José Réyes y la señora Dolores de la Barrera. Su digno abuelo fué el capitan colonial don Juan Estéban Réyes, que se distinguió en las continuas guerras de la Araucanía. De sus projenitores provienen familias caracterizadas de Concepcion, cuyos deudos han sabido ilustrar el nombre que han heredado con honor. Hizo sus estudios de humanidades en el colejio dirijido por don Juan de Dios Romo, en Santiago, distinguiéndose por su dedicacion a la filosofía y al conocimiento filolójico de la lengua castellana. Mas tarde pasó al Instituto Nacional y fué alumno aventajado de don Ramon Briceño, quien lo estimulaba en el estudio de la filosofía, habiéndole dedicado cariñosamente su testo de enseñanza, Curso de Filosofía Moderna. Cursó los principios de la gramática castellana con el sabio maestro del idioma don Andres Bello, quien lo denominaba su mas aventajado discípulo. Mas tarde lo demostró de una manera elocuente el señor Réyes, escribiendo y publicando su notable testo de Gramática Castellana, en el que se ha educado toda la jeneracion moderna de nuestro pais. La Gramática Castellana compuesta por don José Olegario Réyes, siendo la espresion de las doctrinas del ilustre Bello, es el testo mas claro y preciso que se ha escrito en Chile en su jénero, porque hace fácil, comprensible y espedito el estudio y el aprendizaje de la lengua. En nuestro sentir, es el libro de enseñanza de la gramática castellana mas apropiado para el conocimiento del idioma y de sus reglas fundamentales de construccion y de forma, para la juventud, porque presenta con mas espedicion y claridad las doctrinas en que se basa el conocimiento de la lengua. La Gramática Castellana de don Andres Bello es la filosofía razonada del idioma, el código filolójico y fundamental de la lengua, exijiendo una intelijencia poderosa para comprenderlo y analizarlo y un espíritu estudioso para darse cuenta de sus fundamentos. No hai libro de su índole igual en nuestro idioma; por eso Bello es el príncipe del lenguaje en la literatura castellana. El señor Réyes, siendo su mas aprovechado y talentoso discípulo, pudo lograr hacer la síntesis de sus principios gramaticales en su libro de estudio y de enseñanza del idioma, en un lenguaje claro y espedito y estableciendo reglas de fácil comprension y de razonable aplicacion en la vida social. Cursó leyes en la Universidad, y siendo casi un niño, en 1846, se graduó de bachiller en leyes. Obtuvo su título de abogado ante la Corte de Justicia de Santiago, el 17 de Diciembre de 1855. En ese mismo año se le nombró secretario de la Intendencia de Chiloé, captándose la estimacion del jefe de la provincia, señor Albano, y de la sociedad de aquella rejion austral. Poco mas tarde, fué nombrado secretario de la Intendencia de Valparaiso, sirviendo el puesto de majistrado de la provincia don Jovino Novoa. Desempeñó su delicado cargo con la mayor nobleza y probidad, en el período de las ajitaciones políticas que conmovieron al pais en esa época. Leal y sincero, dió pruebas de la mayor adhesion a su jefe y supo honrar su cargo, mereciendo ser enaltecido por el señor Novoa. Sucesivamente fué nombrado juez de letras de los departamentos de Ovalle, Illapel y Cauquénes. En Cauquénes se conquistó el respeto de la sociedad entera como majistrado judicial íntegro y fiel cumplidor de las leyes. Su rectitud y el conocimiento que poseia del derecho, hacían sus fallos casi irrevocables, pues la Corte de Justicia rara vez le revocó sus sentencias. Conmovido el departamento de Cauquénes con las elecciones para diputado, siendo candidato el brillante tribuno don Isidoro Errázuriz, el señor Réyes elevó su espediente de jubilacion. Alejado de la majistratura judicial, se estableció en Valparaiso, donde abrió su estudio de abogado. Se dió a conocer en diversos juicios como un notable criminalojista. Conocía, de un modo fundamental, la lejislacion chilena, española, francesa e italiana, siendo un escritor jurídico de inflexible lójica y de una erudicion profunda. Durante varios años fué redactor del diario El Mercurio, de Valparaiso. Fué, asimismo, rejidor de la Municipalidad, de aquel departamento, en diversos períodos legales. Fué presidente de la Junta de Mayores Contribuyentes, que, por la antigua lei, elejia los funcionarios electorales, que precedió a la designacion del candidato y despues a la eleccion presidencial del eminente ciudadano don José Manuel Balmaceda, de cuyo majistrado fué amigo. Durante el conflicto revolucionario de 1891, se mantuvo retirado de la política militante. Retirado a Quilpué, en 1892, por motivos de salud, fué elejido presidente del Partido Liberal Democrático de esa localidad. Allí vivió por algun tiempo, dedicado a la lectura de los tratadistas en derecho, siendo sus autores favoritos los grandes criminalistas. Tenia predileccion por el célebre criminalojista italiano César Lombroso, el propagandista mas famoso, en la edad contemporánea, del derecho positivo esperimental. Adicto a las flores y a las plantas, cultivaba con delicado afecto los estudios de las ciencias de la naturaleza. Sus sentimientos filantrópicos se traducían en jenerosos y silenciosos donativos a la amistad en desgracia o al infortunio sin amparo. Falleció en Quilpué el 21 de Marzo de 1895. Como su discípulo que le debí noble respeto por las lecciones que aprendí en su libro sobre nuestro idioma castellano, cumplo con el grato deber de tributarle este sincero y entusiasta homenaje de justicia y de recordación a su memoria.


REYES (Toribio).—Patriota de la independencia. Nació en Concepción el 17 de Abril de 1794. Se educó en la escuela dirijida por don Máximo Bonavente. En 1810 figuró al lado de su padre don Martin Plaza de los Réyes, en el movimiento patriota. En 1814 prestó valiosos servicios a su pueblo natal, con motivo de la reconquista española. En 1817, antes de la batalla de Chacabuco, fué nombrado rejidor de Concepción. Habiéndose negado a dar al jeneral realista Ordóñez dos mil panes que pedia para el ejército de la reconquista, fué apresado y conducido a Casas Matas del Callao y en 1819 trasportado cautivo a Valdivia, a bordo del bergantín Potrillo, buque peniusular que fué apresado por la O'Higgins. El señor Reyes fue desembarcado en Talcahuano después de la victoria de Chacabuco. Tomó una participación activa en la revolución política de 1851, en favor del jeneral Cruz. Falleció en Concepción el 12 de Noviembre de 1888.


REYES Y CAMPOS (José).— Militar y periodista. Nació en Rengo en 1845, en el seno de una familia agraria. Mui joven se incorporó en el ejército. En 1865 hizo su primer servicio de campaña con motivo de la guerra contra España. Retirado a su hogar en 1877, se dedicó al periodismo redactando el diario La República. Se caracterizó como un periodista hábil e ilustrado. En 1879, al estallar la guerra contra el Perú y Bolivia, volvió a tomar la espada de los combates. El soldado de la pluma, se hizo nuevamente guerrero. En las filas del glorioso rejimiento 2.° de línea, se batió heroicamente en la desastrosa batalla de Tarapacá, al lado del bravo e infortunado comandante Ramírez, que murió quemado por bárbaros soldados bolivianos en el pajizo rancho donde se encontraba herido, acompañado de sus leales subalternos invalidados por las balas y la noble cantinera de su rejimiento, la mártir Leontina. Cuando se trató en el Senado de Chile de la batalla de Tarapacá, calificando esa accion de guerra como una derrota por siete senadores, Reyes Campos protestó en la prensa por haber negado esos representantes la honra de la batalla. Tarapacá, en la guerra del Pacífico, fué un heroico desastre como el de Rancagua en la independencia. El periodista hizo de su pluma una bayoneta para vengar la memoria de los mártires de la gloriosa batalla. Concurrió después a la campaña de Moquegua y a la de Lima, muriendo al pié de su estandarte y en las filas de su rejimiento en la cruenta batalla de Chorrillos. El heróico soldado selló con su sangre y la ofrenda de su vida, al pié de su bandera, la historia del periodista, en defensa de la patria.


REYES Y GOMEZ DE BELLO (Rosario).— Distinguida matrona, era oriunda de Santiago y fueron sus padres don José Reyes y la señora Luisa Gómez. Se distinguió en la culta sociedad de Santiago por su belleza y por su admirable talento. Fué la virtuosa compañera del hogar del ilustre poeta y diplomático don Juan Bello. Falleció en Santiago en 1885. Consagramos a su memoria este recuerdo por haber sido en la sociedad y en su hogar, un astro de esplendorosa virtud y de estraordinario injenio.


REYES Y LAVALLE (Julio).— Abogado y escritor. Es natural de Santiago y proviene del jurisconsulto don Alejandro Reyes. Cursó humanidades en el Instituto Nacional y en el Colejio Ignacio Reyes, dirijido por el notable educacionista chileno, don Adrian Araya y Nieto. Hizo sus estudios de leyes en la Universidad y se graduó de abogado el 7 de Junio de 1877. Ha sido juez letrado interino de Santiago, y en 1889, fué redactor de sesiones del Congreso Nacional. En el Certámen Universitario de 1888, obtuvo el primer premio con su trabajo jurídico intitulado El Mejor Sistema de Nombrar los Funcionarios Judiciales. Ha sido miembro activo del Club del Progreso, de la Academia de Leyes y del Ateneo de Santiago.


REYTES (Domingo).- Militar. Nació en los Anjeles en 1848. Se hizo soldado raso en 1863, como Pedro Lagos y el bravo Juan José San Martin, el heroe del Morro de Arica, teniendo por hogar el cuartel desde la niñez. Se encontró en las batallas de Arauco y en la guerra contra España, sirviendo en el ejército con abnegacion y patriotismo. En 1876 emprendió las campañas del Perú y Bolivia, en el 4.° de línea, con el grado de capitan. Asistió a la sangrienta y reñida batalla de Chorrillos (13 de Enero de 1881) en las filas del batallon Colchagua. Allí rindió, en los altares de la patria y bajo la sombra de su gloriosa bandera, su juvenil y honrosa vida. Fué un soldado de vocacion, cuya existencia la consagró por entero al ejército y a la patria.