Correo de Comercio: 26 de mayo de 1810/1
Correo de ComercioNúmero 13 Del Sábado 26 de mayo de 1810 | ||
CONTINUA LA MATERIA DEL NÚMERO ANTERIOR. Quid non pectora mortalia cogis auri sacra fames
La única utilidad que hasta ahora se ha podido sacar de estas montañas, es el cultivo de la Coca, un arbusto pequeño, cuyas hojas mascadas han sido desde el tiempo de los Incas uno de los mayores vicios de los Indios de toda la América meridional, del mismo modo que las naciones orientales, mascan las hojas del Betel con la Bonga que es la fruta de una palma de la India oriental. Su consumo excesivo en todas partes del Reino del Perú, y particularmente en los minerales, ha estimulado á los habitantes de estas y otras provincias á su cultivo en las montanas de los Andes, que son los únicos terrenos que lo permiten por su temperamento caliente, y sumamente húmedo. Solamente estas circunstancias del temperamento, y la suma fertilidad del terreno pueden mantener la vegetación de un arbusto al que en cualquier otro temperamento se secaría inmediatamente. El establecimiento de los cocales en los montes de Yuracarees ha sido empresa, y sus fundadores tuvieron que tener mas dificultades, que en ninguna otra parte por lo fragoso y precipitado del terreno, y el difícil transito por la Cordillera. después de haber yo visto los vastos terrenos de los Yungas de la Paz, que con preferencia abastecen el Reino con este vegetal, debo decir, que hay poca esperanza para adelantar este ramo de industria, ni aun medianamente en los montes de Yuracarees. La particular formación del terreno, la angostura y fragosidad de la quebrada donde están las haciendas, las lluvias mas copiosas, que en otras partes y su profundidad según mis observaciones barométricas prometen poco progresos. Además arrasa la mayor parte de los pobladores su misma decidia, y falta de método en los plantíos, que ciertamente en sus principios requieren mucha prolijidad y considerables gastos. Los conocedores distinguen al momento la Coca de esta parte de Yucarees, que según ellos, es mas áspera que la de otros Yungas. Otro fruto de suma importancia es la cascarilla ó quina propio y exclusivo de las montañas de los Andes; aunque se consuman los montes de cascarilla en las inmediaciones de Loxa, Andamarca, Guanuco, &c. no faltará en las montañas hacia el S. á esta parte, habiendo aquí terrenos de centenares de leguas donde jamás han puesto los hombres sus pies, y que están llenos de diferentes especies de cascarilla. Yo solamente podré indicar al menos 50 parajes descubiertos por mi en mis dilatados, y penosos viajes de montes enteros de cascarilla donde jamás se ha tocado un árbol, como es la entrada al mineral de oro Tipoani: la provincia de Challana, Songo Pelechuco hasta las montañas que median desde Sta. Cruz á Cochabamba. Se hallan aquí en los montes de Yucarees 3 diferentes especies de ella. La 1ª. es la cascarilla de hoja abajo morada, y abunda en la misma entrada como llevo dicho bajando de la cumbre al sitio llamado Sillar. La 2ª. especie se encuentra en parajes algo secos, y abiertos, como en los contornos de los pajonales, y es la cascarilla de hoja angosta oblonga y de tronco bajo. La 3ª. especie la mayor de todas de tronco elevado robusto, de hoja ancha ovalada, cuya corteza se parte en hebras delgadas, y quebradizas, se halla abundante en el interior de la montaña como cerca de Itirapampa, y al paso de Milila, es de la misma calidad, como la que se apetece de los Yungas de la Paz. Encontrándose estos árboles tan abundantes en las sendas angostas que son los caminos de estas montañas ¿cuanto no habrá en lo interior de ellas? El animal es otra producción de estos montes húmedos, y calientes, es el arbusto mas vicioso, y abundante en las orillas del río S. Mateo y Paracti, cerca de la misión de Asunción. Hasta ahora se ha fomentado muy poco el cultivo del cacao, y los pocos plantíos que actualmente existen en el Coni y en la misión de Asunción, que tienen su origen de semilla traída de la provincia de Moxos con su buena calidad prueban evidentemente la fertilidad del terreno, y el temperamento muy propio para el cultivo de este fruto tan noble y tan útil. Entre los descubrimientos hechos en este viaje hay un árbol, que los naturales llaman Llaú Samora. Es por lo común de mediano tamaño, y se parece á la primera vista ser del genero de Croton que por falta de flores en tiempo de agua no he podido averiguar bastante. Su corteza es esponjosa gruesa, y es verdaderamente un compuesto de un tejido de muchísimas cortezas que como capas siguen una sobre la otra, todas ellas unidas y ligadas con una goma mucosa, transparente, tenaz y muy abundante entre sí; de modo que con poca fuerza se apartan una de la otra teniendo su hebra una textura sumamente fuerte, flexible, y dócil al mismo tiempo. Las cuerdas que sin beneficio alguno se fabricaron de ella suplieron la falta de lazos, y otras cuerdas en todos los usos domésticos con mucha resistencia, cuyas muestras remití por mano del difunto Señor Intendente Don Francisco de Viedma al Superior Gobierno de Buenos-Ayres en el año de 1798, remojando esta corteza algún tiempo, y separando con alguna maquina sus hebras se resuelve enteramente su tejido á modo de estopa, y adquiere mucha mas docilidad todavía para la fabrica de cuerdas, de color blanquisco, que sin ponderación se pudieran sostituir á las del cáñamo en embarcaciones, y para cualquier otro uso domestico por su solidez, resistencia, y duración, y no dudo que con el uso del alquitrán se lograrían las indicadas calidades todavía con mayor perfección. Esta especie de árbol abunda en toda la extensión de las Montañas de los Andes, como también en la Provincia de Moxos. Otra producción económica es la Itíra, un Arbusto poco mas ó menos de la altura de un hombre, cuyas hojas sirven en el arte de teñir. Su color natural es pálido verdoso, pero comprimidas entre los dedos despiden un jugo de un color hermoso ignorado, que en algodón con los mordientes necesarios prende con bastante firmeza. Secas se ponen enteramente moradas, y sirven aun en este estado para los tintes fuera de la montaña, pero con menos efecto. Además se cría bastante algodón. Las demás producciones y frutos para el alimento de los habitantes convienen por la mayor parte en los frutos comunes á todo País caliente en la Zonatorrida, se cultivan aquí tres especies de plátanos que son el Largo, Guineo, y Dominico; la Yucu, una raíz gruesa arinosa, blanca y de mucho alimento: el arroz, la piña, la papaya, la palta, limas, naranjas dulces y agrias, cidras, y bastante tabaco, café aunque sin estimación ni extracción, guayabas, el ambaibo, fruto muy común en Santa Cruz de la Sierra. Los frutos aceitosos de la palma tembe y urupa, son por varios meses del año, el alimento principal de los Indios Yuracarees. Entre las plantas medicinales nuevas es el Bejuquillo, Huipini (Aristolohia anguicida), un celebre remedio para picadura de víbora: el aceite de maria que en el territorio del Coni dentro de los bosques se encuentra: la resina Ipachi, y otra con el nombre equivoco de jareta del monte para distinguirla de otra del mismo nombre en los altos de la Cordillera: tengo motivos de creer, que los mismos parajes produzcan la vainilla, una especiería fina que en algunos Países de Europa se usa en el chocolate. Fuera inútil poner aquí un largo Catálogo de todos vegetales, que en estos vastos y espesos bosques nacen. La mayor parte es común con todos los montes de los Andes, y los géneros mas comunes son de la Heliconia, Piper Aristolohia, Ficus, Similax, Cissus, Passiflora, Filandeia, Melastoma, Croton, Eupatorium, Epidemdrum, Begonia, Arum, é infinitos otros. Entre las maderas para todo género de construcción y obras de Carpintería, son los Cedros, Robles, Nogales y Laureles, los mas comunes, además para fábricas de casas, y otros usos domésticos sirve la palma Real ó Huina, el Motacís, la Urupa, y varias otras. (Se concluirá.)
Buenos-Ayres: en la Real Imprenta de los Niños Expósitos.
|