Correo de Comercio: 26 de mayo de 1810/1

Correo de Comercio

Número 13

Del Sábado 26 de mayo de 1810

CONTINUA LA MATERIA DEL NÚMERO ANTERIOR.

Quid non pectora mortalia cogis auri sacra fames


Por falta de ánimos y fondos, no se han hecho hasta ahora las necesarias investigaciones, para una obra formal, y esta tentativa quedará reservada para los siglos venideros. La masa constitutiva general de toda la Cordillera, es de una piedra dura de color negrusca que los mineralogistas llaman Eshista, y esta se halla atravesada de vetas de quijo ordinariamente blanco. Muy rara es aquí la piedra de cal en una ú otra quebrada, y esto al pie ya de la Cordillera: fuera de estos cuerpos inorganizados se hallan hasta la misma cumbre nevada de la Cordillera varios vegetales de particular virtud y eficacia medicinal, como diferentes especies pigmeas del género de la Valeriana, Gensiana, Sida, Loosa, y de varias otras plantas umbelíferas, cuya descripción daré á su tiempo, y en una obra botánica separada. Además son los altos de la Cordillera la habitación de las vicuñas y guanacos, animales propios del Perú, que jamás se retiran de esta región fría. En corta distancia bajando ya al opuesto lado de la Cordillera se percibe inmediatamente el influjo de un temperamento más suave y benigno, propio á las Montañas, y se puede decir que los altos de la Cordillera son los límites de dos modificaciones distintísimas de la atmósfera. La del lado de las Montañas suave, húmeda, de un temple agradable, y llena de aire vital ó deflogisticado, de la inmensidad de arboleda, y otros vegetales, cuyos efluvios propiamente constituyen la salubridad y bondad del aire atmosférico: además comunica esta parte de la atmósfera con mas inmediación con el aire condensado, pesado, húmedo, y caliente de los países bajo trópicos, cuya situación profundísima, vista de los altos de la Cordillera, parece ser de otro mundo subterráneo: cuando al contrario la atmósfera del lado opuesto de la Cordillera tiene también calidades enteramente opuestas por la elevación suma de los terrenos, y por consiguiente por las columnas del aire mucho mas cortas, mas rarefactas, mas frías, y de menos peso, y resistencia, las cuales circunstancias causan sensibles efectos en toda la máquina; pero particularmente en la respiración de los animales: en ningún fenómeno se manifiesta mas la benignidad del temperamento que en la vegetación exuberante de árboles y plantas. Desde la ceja de la Montaña cubre un bosque espeso, y casi impenetrable toda la serranía, y las inmensas llanuras hasta donde alcanza la vista, cuando en la banda opuesta de la Cordillera en igual altura están los cerros secos, estériles y pelados. Debo advertir aquí la rara circunstancia, que los primeros arbustos que en la entrada del monte se encuentran son de unos géneros de plantas bien comunes en Europa como son el Daccinio, Andrómeda, Arbuto, Rubo, y diferentes especies de Genciana. Bajando de la ceja de la Montaña por unas sendas precipitadas, mas al interior del monte, se levantan ya árboles de mayor diámetro y altura, el calor toma á cada paso mayor incremento, é innumerables aves de singular hermosura y canto se presentan á la vista del pasajero. La caída de la Cordillera hacia el interior de la Montaña es tan repentina y tan profunda, que en la corta jornada de unas cuatro leguas, desde la ceja hasta el Río de San Mateo se baja cerca de 3184 varas castellanas, y las resultas de una caída tan violenta, y de una concusión tan continua se sienten por muchos días. Entre la inmensa cantidad de árboles, que en esta bajada en ambos lados del camino se observan, se distingue particularmente una especie de Cascarilla ó Quina de hoja morada, y es muy regular que en el interior del espeso bosque sea mas abundante; pero hasta ahora nadie la conoció aquí ni supo aprovecharse de este específico remedio. Un terreno tan pendiente, fragoso, montuoso, y lleno de profundísimas quebradas, tiene á proporción de éstas, otros tantos Ríos: no hay quebrada por chica que sea, que no tenga su Río propio, los cuales todos en la parte de esta entrada se incorporan con los dos principales de San Mateo, y el de Chilliguar, que en corta distancia del puente del tránsito común se juntan, resultando de esta unión un Río bien caudaloso, rápido, encajonado de ambas bandas entre precipicios, y lleno de pedruscos de horroroso tamaño, que en sus avenidas arrancaron con inmensas fuerzas, y los llevaron á distantes parajes; siendo por las referidas circunstancias enteramente inútiles para todo género de embarcaciones. El Río de San Mateo recibe su caudal de una dilatada quebrada de los altos de la Cordillera de San Miguel, cuya cumbre divide las vertientes del Río Paracti, y el de S. Mateo. Los innumerables Ríos menores que á cada paso entran en él, le hacen muy respetable en corta distancia. Desde su nacimiento corre entre precipicios y laderas, un salto alcanza al otro, y por su rapidez y agitación aparenta una masa de agua mucho mayor de la que verdaderamente posee. Inmediato á la primera hacienda de San Mateo facilita su tránsito un puente construido de palos, en un sitio donde sale el Río de una angostura inaccesible, y sus avenidas se llevan á cada instante el puente. Pocos pasos de esta, abajo se junta con él el Río del Chilliguar, cuyo nacimiento es en los altos de la Cordillera de Yuraxcasa y Paltacueva, corriendo en una angosta y profunda quebrada primero al N E., y después torciendo casi al N. hasta el punto de la junta. De aquí sigue su principal dirección siempre al N E., y recibe de la banda izquierda el Río Blanco, el Río Millumayo al de Milila, de la banda derecha el río de Tres Tetillas, el Río Ibirizo, estos últimos dos, bien considerables. En distancia de un cuarto de legua abajo de la misión de la Asunción se juntan los dos Ríos caudalosos, el de San Mateo con el de Paracti, y de aquí adelante llevan el nombre de Chapari. Su curso sigue desde aquí por inmensas llanuras pobladas de monte impenetrable, y permite la navegación en balsas, canoas, y lanchas. En distancia de cuatro leguas se incorpora con el Río del Coni: se explaya mas y mas en estas vastas llanuras, formando un grupo considerable de Islas. Mas abajo se junta con el Río Chimore, y en la latitud de cerca de 15° 30' el Río grande de Santa Cruz. Con el Río de Mamoré atraviesa toda la Provincia de Moxos, siguiendo casi al N. hasta juntarse con el Río Itenes, y el Río Beni, tomando desde allá el nombre del Río de Madera, que conserva hasta la entrada en el Río Marañon, ó de las Amazonas. El Río Paracti recoge del lado opuesto de la Cordillera de San Miguel, San Vicente y Yuraxcasa las aguas que por aquella parte hacia el Poniente descienden: se incorporan con él los Ríos de Santa Isabel y Viosata. Siguiendo en su curso primero casi al N.: pero desde las inmediaciones de la hacienda del Espíritu Santo tuerce mas y mas al E. al pie de la última serranía hasta la junta con el Río de San Mateo, en la inmediación de la Misión de la Asunción. Sus vertientes son las mas retiradas del Río Mamoré hacia el Poniente, y los altos de Colomi son un punto notable en la Geografía de estas Montañas, dividiendo las aguas del Río Beni y Mamoré á diferentes rumbos. La inspección del plano que tomé de estos territorios en mi último viaje dará la necesaria luz é ilustrará con prolijidad la situación Geográfica de estas Montañas, y el curso y dirección de sus Ríos.

La única utilidad que hasta ahora se ha podido sacar de estas montañas, es el cultivo de la Coca, un arbusto pequeño, cuyas hojas mascadas han sido desde el tiempo de los Incas uno de los mayores vicios de los Indios de toda la América meridional, del mismo modo que las naciones orientales, mascan las hojas del Betel con la Bonga que es la fruta de una palma de la India oriental. Su consumo excesivo en todas partes del Reino del Perú, y particularmente en los minerales, ha estimulado á los habitantes de estas y otras provincias á su cultivo en las montanas de los Andes, que son los únicos terrenos que lo permiten por su temperamento caliente, y sumamente húmedo. Solamente estas circunstancias del temperamento, y la suma fertilidad del terreno pueden mantener la vegetación de un arbusto al que en cualquier otro temperamento se secaría inmediatamente. El establecimiento de los cocales en los montes de Yuracarees ha sido empresa, y sus fundadores tuvieron que tener mas dificultades, que en ninguna otra parte por lo fragoso y precipitado del terreno, y el difícil transito por la Cordillera. después de haber yo visto los vastos terrenos de los Yungas de la Paz, que con preferencia abastecen el Reino con este vegetal, debo decir, que hay poca esperanza para adelantar este ramo de industria, ni aun medianamente en los montes de Yuracarees. La particular formación del terreno, la angostura y fragosidad de la quebrada donde están las haciendas, las lluvias mas copiosas, que en otras partes y su profundidad según mis observaciones barométricas prometen poco progresos. Además arrasa la mayor parte de los pobladores su misma decidia, y falta de método en los plantíos, que ciertamente en sus principios requieren mucha prolijidad y considerables gastos. Los conocedores distinguen al momento la Coca de esta parte de Yucarees, que según ellos, es mas áspera que la de otros Yungas.

Otro fruto de suma importancia es la cascarilla ó quina propio y exclusivo de las montañas de los Andes; aunque se consuman los montes de cascarilla en las inmediaciones de Loxa, Andamarca, Guanuco, &c. no faltará en las montañas hacia el S. á esta parte, habiendo aquí terrenos de centenares de leguas donde jamás han puesto los hombres sus pies, y que están llenos de diferentes especies de cascarilla. Yo solamente podré indicar al menos 50 parajes descubiertos por mi en mis dilatados, y penosos viajes de montes enteros de cascarilla donde jamás se ha tocado un árbol, como es la entrada al mineral de oro Tipoani: la provincia de Challana, Songo Pelechuco hasta las montañas que median desde Sta. Cruz á Cochabamba. Se hallan aquí en los montes de Yucarees 3 diferentes especies de ella. La 1ª. es la cascarilla de hoja abajo morada, y abunda en la misma entrada como llevo dicho bajando de la cumbre al sitio llamado Sillar. La 2ª. especie se encuentra en parajes algo secos, y abiertos, como en los contornos de los pajonales, y es la cascarilla de hoja angosta oblonga y de tronco bajo. La 3ª. especie la mayor de todas de tronco elevado robusto, de hoja ancha ovalada, cuya corteza se parte en hebras delgadas, y quebradizas, se halla abundante en el interior de la montaña como cerca de Itirapampa, y al paso de Milila, es de la misma calidad, como la que se apetece de los Yungas de la Paz. Encontrándose estos árboles tan abundantes en las sendas angostas que son los caminos de estas montañas ¿cuanto no habrá en lo interior de ellas?

El animal es otra producción de estos montes húmedos, y calientes, es el arbusto mas vicioso, y abundante en las orillas del río S. Mateo y Paracti, cerca de la misión de Asunción.

Hasta ahora se ha fomentado muy poco el cultivo del cacao, y los pocos plantíos que actualmente existen en el Coni y en la misión de Asunción, que tienen su origen de semilla traída de la provincia de Moxos con su buena calidad prueban evidentemente la fertilidad del terreno, y el temperamento muy propio para el cultivo de este fruto tan noble y tan útil.

Entre los descubrimientos hechos en este viaje hay un árbol, que los naturales llaman Llaú Samora. Es por lo común de mediano tamaño, y se parece á la primera vista ser del genero de Croton que por falta de flores en tiempo de agua no he podido averiguar bastante. Su corteza es esponjosa gruesa, y es verdaderamente un compuesto de un tejido de muchísimas cortezas que como capas siguen una sobre la otra, todas ellas unidas y ligadas con una goma mucosa, transparente, tenaz y muy abundante entre sí; de modo que con poca fuerza se apartan una de la otra teniendo su hebra una textura sumamente fuerte, flexible, y dócil al mismo tiempo. Las cuerdas que sin beneficio alguno se fabricaron de ella suplieron la falta de lazos, y otras cuerdas en todos los usos domésticos con mucha resistencia, cuyas muestras remití por mano del difunto Señor Intendente Don Francisco de Viedma al Superior Gobierno de Buenos-Ayres en el año de 1798, remojando esta corteza algún tiempo, y separando con alguna maquina sus hebras se resuelve enteramente su tejido á modo de estopa, y adquiere mucha mas docilidad todavía para la fabrica de cuerdas, de color blanquisco, que sin ponderación se pudieran sostituir á las del cáñamo en embarcaciones, y para cualquier otro uso domestico por su solidez, resistencia, y duración, y no dudo que con el uso del alquitrán se lograrían las indicadas calidades todavía con mayor perfección. Esta especie de árbol abunda en toda la extensión de las Montañas de los Andes, como también en la Provincia de Moxos.

Otra producción económica es la Itíra, un Arbusto poco mas ó menos de la altura de un hombre, cuyas hojas sirven en el arte de teñir. Su color natural es pálido verdoso, pero comprimidas entre los dedos despiden un jugo de un color hermoso ignorado, que en algodón con los mordientes necesarios prende con bastante firmeza. Secas se ponen enteramente moradas, y sirven aun en este estado para los tintes fuera de la montaña, pero con menos efecto. Además se cría bastante algodón.

Las demás producciones y frutos para el alimento de los habitantes convienen por la mayor parte en los frutos comunes á todo País caliente en la Zonatorrida, se cultivan aquí tres especies de plátanos que son el Largo, Guineo, y Dominico; la Yucu, una raíz gruesa arinosa, blanca y de mucho alimento: el arroz, la piña, la papaya, la palta, limas, naranjas dulces y agrias, cidras, y bastante tabaco, café aunque sin estimación ni extracción, guayabas, el ambaibo, fruto muy común en Santa Cruz de la Sierra. Los frutos aceitosos de la palma tembe y urupa, son por varios meses del año, el alimento principal de los Indios Yuracarees.

Entre las plantas medicinales nuevas es el Bejuquillo, Huipini (Aristolohia anguicida), un celebre remedio para picadura de víbora: el aceite de maria que en el territorio del Coni dentro de los bosques se encuentra: la resina Ipachi, y otra con el nombre equivoco de jareta del monte para distinguirla de otra del mismo nombre en los altos de la Cordillera: tengo motivos de creer, que los mismos parajes produzcan la vainilla, una especiería fina que en algunos Países de Europa se usa en el chocolate.

Fuera inútil poner aquí un largo Catálogo de todos vegetales, que en estos vastos y espesos bosques nacen. La mayor parte es común con todos los montes de los Andes, y los géneros mas comunes son de la Heliconia, Piper Aristolohia, Ficus, Similax, Cissus, Passiflora, Filandeia, Melastoma, Croton, Eupatorium, Epidemdrum, Begonia, Arum, é infinitos otros. Entre las maderas para todo género de construcción y obras de Carpintería, son los Cedros, Robles, Nogales y Laureles, los mas comunes, además para fábricas de casas, y otros usos domésticos sirve la palma Real ó Huina, el Motacís, la Urupa, y varias otras. (Se concluirá.)


Buenos-Ayres: en la Real Imprenta de los Niños Expósitos.




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