Cancionero (Petrarca)/Tranquilo puerto Amor había mostrado
Tranquilo puerto Amor había mostrado
a mi tormenta dilatada e infesta,
al tiempo de la edad madura honesta,
desnudo en vicio, y de virtud tocado.
Ya sus ojos mi pecho habían mirado,
y no les era más mi fe molesta.
¡Ay, Muerte, qué solícita, qué presta
tan madurado fruto has malogrado!
Pues, de vivir, habría conducido
a aquel oído casto, razonando,
la suma de mi cuita y de mi brío;
y ella quizás me habría respondido
palabra alguna santa suspirando,
mudados gesto y pelo de ella y mío.