Cancionero (Petrarca)/Pues mi esperanza tanto se empereza
Pues mi esperanza tanto se empereza
y el curso es de la vida así encogido,
a tiempo conocerlo habría querido,
para huir de la ocasión con más presteza;
y huyo, aun renqueando con torpeza
de allá donde el deseo me ha rendido;
ya libre de él, mas con la marca herido
que Amor hizo en mi rostro y mi cabeza.
Así os digo, si andáis aun de esta suerte:
«Volved los pasos, pues Amor abrasa,
y no esperéis a arderos sin medida;
que, aunque yo viva, uno entre mil no pasa.
¡Mirad cuánto era mi enemiga fuerte,
y en medio de su pecho la vi herida!».