Cancionero (Petrarca)/Oh almo sol, el solo árbol que amo
Oh almo sol, el solo árbol que amo
y tú primero amaste, hoy reverdece,
sin otro igual que verde igual ofrece
después que Adán tomó el mal de aquel ramo.
Por que la mires, sol, te ruego y llamo,
y en cambio escapas, sol, y se ensombrece
el campo, pues la luz desaparece,
hurtando el día y lo que más reclamo.
La sombra que ya cae de aquel collado
donde mi fuego antes fue centella,
y antes el laurel menudo tallo,
creciendo mientras hablo, de aquel prado
hurta a mis ojos, ¡ay!, la vista bella
en que en alma junto A ella yo me hallo.