Cancionero (Petrarca)/La aura celeste, que en el verde lauro
La aura celeste, que en el verde lauro
aquel que a Apolo hirió de amor a un lado,
suspira, y yugo al cuello tal me ha echado
que ya mi libertad tarde restauro,
obra en mí, cuanto obró en el viejo mauro
Medusa, al ser en piedra transformado;
no puedo desatar ya el nudo amado
que en ámbar y oro vence al sol con lauro;
las rubias hebras, digo, y crespo lazo,
que tan suave me liga el alma y ciñe,
armada de humildad y de arma inerme.
Por sombra suya el pecho al hielo abrazo,
y el gesto de pavor blanco se tiñe,
que tiene ella el poder de jaspe hacerme.