Cancionero (Petrarca)/Jamás la turbia tempestad marina
Jamás la turbia tempestad marina
a puerto el timonel huyó cansado,
como huyo el pensamiento conturbado
allá donde el deseo más me inclina.
Jamás a mortal vista luz divina
venció como a la mía el rayo echado
del suave blanco y negro deseado,
donde su flecha Amor dora y afina.
No ciego ya, mas con carcaj lo veo;
desnudo, si el pudor no me lo cubre;
no fingido niño alado, sino vivo.
Así me muestra lo que al resto encubre;
pues dentro es de sus ojos donde leo
cuanto hablo yo de Amor, y cuanto escribo.