Cancionero (Petrarca)/Esta, ya tigre u osa, humilde fiera
Esta, ya tigre u osa, humilde fiera,
que en gesto humano y forma de ángel viene,
tanto entre llanto y risa me sostiene
que todo firme estado en mí vulnera.
Si en tenerme o soltarme más se espera
y, como suele, entre los dos me tiene,
del veneno que en mí ya se reviene
siento mi vida al fin de su carrera.
No puede la virtud que el pecho aloja
sufrir más las mudanzas de esta rueda,
que hiela y arde a un tiempo, blanca y roja.
Huyendo, espera que su daño ceda,
y así menguando va entre la congoja;
que nada puede el que morir no pueda.