A Blanca (2 - Zorrilla)
Despierta, Blanca mía,
Que ya brillante y clara,
A largo andar se viene
Riendo la mañana.
Despierta, que ya alegres
Los ruiseñores cantan
Sus amorosas letras
Saltando entre las ramas.
Despierta, Blanca hermosa,
Y al bosque ameno baja,
A dar al campo enojos
Y avergonzar al alba.
Y baja sin recelo,
Que quien aquí te aguarda
No ha de cansarte, hermosa,
Contándote batallas.
No de su noble estirpe
Los títulos y hazañas
Te contará altanero,
Ni necias antiguallas.
Ni te dirá en prolijas
Razones estudiadas,
Costumbres y opulencias
De tierras más lejanas.
Ni en versos lastimeros,
Al ronco son del arpa,
Lamentará, fanático,
Desastres de su patria.
No; lejos de nosotros
Creencias tan livianas,
Estúpidos ensueños
Que son al cabo nada.
Despierta y ven al bosque,
Donde te espero, Blanca,
Por verte más hermosa
Que el sol que se levanta.
Aquí hay sombríos lechos.
Con que la hierba blanda
Convida, al son acorde
De fuentecilla mansa.
Aquí las mariposas
Sobre la frente vagan,
Y las pintadas flores
Revientan en fragancia.
Y bullen los arroyos,
Y murmuran las ramas,
Al compasado impulso
De las sonantes auras.
El sol tiñe las cimas
De las rocas lejanas,
Cubiertas de rocío
Sus asperezas calvas.
Aquí todo es contento,
Seguridad y calma.
¡Oh! Ven, paloma mía,
A la floresta baja.
¡Oh! ¡Cuán hermosa viene!
¡Qué bella estás, mi Blanca!
Cantad, parleras aves,
Cantad y saludadla.
Te tengo entre mis brazos.
¿Qué espero? ¿Qué me falta?
La dicha de mirarte
Me enajena y embriaga.
Y… lejos de nosotros
Los mundanos fantasmas,
La gloria y el renombre,
La grandeza y la patria.
Locuras, Blanca mía,
Ridículas palabras;
La gloria y la grandeza
Son ilusiones vanas.
¿Te ríes, vida mía?
¿Recuerdas aún las lágrimas
Que un día por la gloria
Vertí sin esperanza?
¡Oh Blanca! Era otro tiempo:
Ya más segura el alma,
No soy más que un poeta
Que ocio y placeres canta.
¿Aun ríes? Cómo brillan
Tus pupilas Me abrasa
No sé qué fuego en ellas…
¡Oh, dame un beso, Blanca!
La gloria es un ensueño,
Todo en la tierra pasa;
Dame un beso y, si quieres,
Rompe mi lira, Blanca.