Voces chilenas de los reinos animal y vegetal/L

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Voces chilenas de los reinos animal y vegetal
que pudieran incluirse en el Diccionario de la lengua castellana y propone para su examen a la Academia chilena (1917) de José Toribio Medina
L
Ll
L

Lahue. m. (Roterbe bulbosa).

«Planta pequeña, bulbosa, con flores bastante grandes, azules, parecidas a las del lirio.... Los bulbos se comen.» Philippi.

Córdoba y Figueroa escribía lagüe: «comida gustosa...» Otros dicen hoy lahui, pero es de preferir la forma usada por el antiguo cronista de Chile, cambiada la g en h.

Román, quien advierte que la planta es muy conocida de Chillan al Sur; Lenz, n. 686, que cita los varios testimonios de autores que, en una grafía más o menos diversa, la dan como voz araucana.

Lauco. m. (Bromus stamineus).

«...pero también hay en la tierra yerbas medicinales, como el lauco para heridas...» Marino de Lobera. «El lauco es una yerba de grande virtud, muy semejante a la grama.» Rosales. Hierba celebrada en poesía por Pedro de Oña:

Con lauco, yerba le ellos usitada,
Que en Chile por cualquier lugar se cría;

y por Alvarez de Toledo en el Purén indómito:

Los caballos sin freno sueltos pacen
La verde grama y granujento lauco,
Yerbas que dondequiera en Chile nacen...

Lenz, n. 692, quien añade que se llama también «yerba de los perros», porque los perros enfermos la comen mucho.» Sup. II. Román, que copia la siguiente descripción de Philippi: «Especie perenne, cespitosa, cuya paja alcanza a 60 centímetros de alto; la panoja es grande, floja; las espiguillas, muy comprimidas, de 16 a 26 milímetros de largo, con cuatro o seis flores; la palea inferior tiene 10 a 13 milímetros de largo, y su arista, 8 a 10.»


Latúe. m. (Lycioplesium puberulum).

«Latúe, palo de los brujos, arbusto de las provincias de Valdivia y Chiloé, con dos espinitas en las bases de las hojas, y con flores bonitas; es muy venenoso, sobre todo la corteza.» Philippi.

Su etimología es araucana.

Lenz, n. 698.


Laucha, f. (Mus musculus).

«...y el ratoncillo, llamado laucha en Chile...» Philippi.

Los araucanos decían laucha o llaucha; voz que, probablemente, tomaron del quichua ucucha, nombre que, según el Inca Garcilaso, se daba en el Perú a «los ratones de los chicos». Por más que en castellano tengamos el ratón, no estaría de más consignar como chilenismo esta voz laucha, única con que se conoce al mus musculus.

Lenz, n. 700; Román, que considera simplemente incorrecta tal voz.

Lengua, f.

Llamase así en Chile a cada uno de los ovarios (cinco) del erizo de mar; comida exquisita y muy rica en fósforo.

Lengua de gato: nombre que se da también al relbún. Véase esta voz.

Lengua de loro: llámase así a la flor de una orquídea chilena (Chloraea) por la semejanza que con ella reviste; tiene «raíces fasciculadas; las tres hojuelas del cáliz casi iguales; el ginostenio alargado... El labelo tiene con frecuencia verrugas o pelos o lacinias en forma de hoz o lamelas.» Philippi.

Lengua de vaca: planta chilena de la familia de las Alismáceas (sagittaria chilensis), de la que se conocen dos o tres especies.

Román, III, p. 289


Liguano, na.

Carnero liguano, y de ahí montura liguana, etc. Se da aquel nombre al producto híbrido del cabro con la oveja, cuya lana es áspera, larga y de color plomizo, mas resistente y fuerte que la del carnero. Proviene el nombre, muy probablemente, de la provincia de la Ligua, donde debió de tener origen aquella mezcla.

Lenz, n. 1604, que establece la etimología araucana de ligua: «maíz blanco».

Niégase ahora que exista tal cruzamiento híbrido, pero, cierto o no, el hecho es que liguano, en la acepción dicha, es corriente en Chile y no hay con que reemplazarla.


Lile. m. (Graculus Gaymardi).

Pato lile es una especie de cuervo de mar, muy común en la costa de Chile.

Lenz, n. 711, cree que esta voz se deriva probablemente de una araucana de igual significado, aunque no se registra en los diccionarios; si bien esta ahora comprendida en el del P. Augusta.

Véase yeco.

Lingue, m. (Persea lingue).

«...el lingue, excelente madera, la corteza muy buena para curtir, común en nuestras provincias del sur.» Philippi. En tal forma se halla esta voz en Carvallo y Goyeneche, y en Rosales con la de ligue y lige, ajustándose con esta última en un todo al nombre del árbol en araucano.

El lingue pertenece a la familia de las Lauríneas, es árbol grande y hermoso, con hojas elíticas, aovadas y el perigonio tomentoso, bermejo. Tal es el que crece en las provincias del sur de Chile; el de las centrales, dice Phillippi, «tiene las hojas más acuminadas en su base, mas pálidas en la cara inferior, el perigonio blanco y sedoso.» Su madera es excelente para muebles, y la corteza se usa para curtir las pieles. «Así, pedimos, dice Román, que se admita este vocablo con las dos acepciones de árbol chileno (ya descrito y clasificado), y corteza de este árbol.»

Lenz, n. 719.


Litre. m. (Litrea venenosa).

«Es muy conocido el litre, de tan maligna sombra, que si bien por ser tan frondoso y copado, convida a ella; pero es tal, que luego que uno se pone debaxo della, se hincha y entumece disformemente, y mucho más los que manosean la corteza, madera o las ramas.» Rosales. Con el mismo nombre lo trae Córdoba y Figueroa, y así también Philippi: «el litre, que a pesar de su nombre y del miedo que le tiene mucha gente, parece ser dañino sólo en casos particulares y excepcionales.» Con la forma liti lo menciona Olivares, y Molina con la de lithi. De este último es la siguiente descripción: «El lithi, que se encuentra en todo el reino de Chile, es una especie de laurel de mediana altura, que echa las hojas alternativas, ovales, rugosas, de más de una pulgada de largo, y de un color verde que toca en oscuro, cuyas hojas, aunque harto pequeñas, y cuyas frutas se parecen enteramente a las del laurel común.»

Procede del araucano, en cuyo idioma se llama como lo escribe Molina. Alcedo describe el árbol bajo el nombre de pilco, advirtiendo que en Chile se le da el de lithy.

Lenz, n. 720.

De la familia de las Anacardáceas.

Descríbelo Philippi: «arbusto y aun árbol grande, con 1¡enteiisimas, marginadas, muy nerviosas, flores amarillas numerosas, reunidas en panoja, drupas amarillentas del tamaño de un grano de pimienta.» «Es indispensable, dice Román, que el Diccionario admita la voz litre con las acepciones de árbol chileno y enfermedad que produce su sombra o su contacto.»


Liuto. m. (Alstroemeria ligtu).

«Esta planta, que los indios llaman liuto... la raíz produce cierta pulpa o tubérculo que, cocido, es de muy buen alimento.» Molina. Liutu escriben Córdoba y Figueroa y algún otro autor moderno; y así también Zerolo al hablar de la voz chuño.

Pertenece esta planta a la familia de las Amarilídeas; tiene «las flores umbeladas, de color de rosa, con las hojuelas del perigonio oblongas-lanceoladas. De las provincias centrales y sobre todo de Concepción. De sus tubérculos se prepara el chuño de Concepción.» Philippi.

Román cree que su etimología puede ser del araucano ligh, blanco, y tue, la tierra, con pérdida de la e final inacentuada. «Excusado parece decir, agrega, que la voz liuto debe entrar en el Diccionario.»

Lenz, n. 721.


Loco. m. (Concholepas peruviana).

«Pertenecen también a este marisco en concha los que llaman locos.» Ovalle. «... mereciendo particular estimación el loco, por el buen sabor de su carne, que es blanca y un poco dura... Este múrice tiene cuatro o cinco pulgadas de alto; su concha es casi oval y está llena de nudos y puntas.» Molina. «La misma variedad hay en los peces testáceos, entre cuyas especies los de nombres castellanos o indios de mas blanda pronunciación, son el piur, la taca, el pico de papagayo, el loco...» Olivares. Febrés da el nombre como araucano.

Lenz, n. 723 «Como, según parece, dice Román, (y así es la verdad) no hay completa igualdad entre nuestro loco, y el pie de burro español, convendría admitir el vocablo...»


Loica, f. (Sturnella militaris).

«La loica es muy notable por el rojo vivo de su garganta, y abunda en Chile.» Philippi. «Dos pajarillos hay, entre otros....; el segundo se dice loica; es canelado, de puntas negras, el pecho vestido de finísima escarlata....» Rosales. «... la loica y el tordo, que es de tanto cariño a su dueño, que, suelto, vuelve al amor de su prisión.» Córdoba y Figueroa. «La loica es un pájaro algo mayor que los estorninos...; el macho es de color gris oscuro, manchado de blanco, a excepción de la garganta y del pecho, que son de color de escarlata; el color general de la hembra es un gris más claro, y el de su pecho, un rojo pálido y desleído. » Molina. Ovalle escribió la voz de manera algo diversa: «los pájaros que llaman los indios lloicas son muy célebres entre ellos.» En tal forma, alternando con loica, aunque ambas escritas con y, se encuentra en el Calepino araucano de Febrés. Desde la octava edición del Diccionario de la Real Academia apareció lloica, forma que está errada. Véase Amunátegui, Al través, etc. En la décimacuarta, al mencionar esa voz, la da como sinónima de pardillo, al cual con efecto se parece, pero son dos especies diversas bien estudiadas. «Debe, pues, la Academia, concluye Román, enderezar el entuerto, escribiendo loica como provincialismo de Chile, dándole su etimología araucana y describiendo el pájaro como distinto del pardillo, pechirojo o pechicolorado

González de Nájera nos informa que el nombre que le dieron en un principio los españoles fué el de comendador, «porque tienen todo el pecho de color de un muy encendido carmesí.»

Lenz, n. 725.

Lora. f.

«Hembra del loro. Papagaya y cotorrera nos da solamente el Diccionario, siendo que lora es más suave de pronunciar y que tiene el uso de todo Chile. En Colombia, Costa Rica y el Perú dicen también lora, pero como única forma para designar la hembra y el macho. Mas natural y lógico es el uso chileno.» Así Román.


Lúcuma f.

«Y como por este tiempo hay tanta abundancia de legumbres..., particularmente membrillos... y otro género que llaman lúcumas de que se hacen regaladas viandas...» Ovalle. «En este género de membrillos hay una especie particular llamada lúcuma.... la cual es siempre dulce, de figura cónica algo umbilical, de color naranjado no menos afuera que por dentro...» Molina. «No sé si efectivamente se usa este nombre», dice Lenz; pues si se usa y es fácil distinguir este membrillo dulce del agrio, en que tiene la corteza verdosa y la carne menos compacta y mas oscura. A esta clase se aproxima el membrillo agrio corcho.

Llámase mas generalmente con este nombre al fruto del lúcumo. Véase esta voz.


Lúcumo, m. (Lucumo obovata).

Árbol muy hermoso, originario del Perú, que se cultiva en Chile en las provincias del norte y especialmente prospera bajo el clima templado de Quillota. A su fruto, de todos conocido y gustado de muchos, se llama hoy día lúcuma.

El lúcumo pertenece a las familia de las Sapotáceas; tiene las hojas «casi membranáceas, trasaovadas, adelgazadas hacia el pecíolo; fruto del tamaño de una manzana pequeña, globular, verde, con carne amarilla; semillas muy parecidas a las del castaño de la India. Es del Perú, pero se cultiva en las provincias del norte de la República y hasta en Santiago.» Philippi.

El Inca Garcilaso nos habló ya de su fruta, «que los indios llaman rucma, dice, y los españoles lucma...»

Su etimología parece ser mas bien aimará que quichua.

Lenz, n. 731.

Luche, m. (Ulva latissima).

«Críase en toda la costa una yerba a manera de escarolas que llaman luche, la cual se arranca de las peñas donde crece... y puesta a secar al sol, se hace unos panes grandes que se estiman por gran regalo... porque sirve para muchos géneros de guisados... » Ovalle. «Críase en las peñas una yerba que se llama luche, de cuarta o tercia, más o menos, crecida por primavera, que es su tiempo, y entonces se arranca de ellas, y seca es vianda gustosa.» Córdoba y Figueroa.

«En las rocas del mar chileno crece bajo del agua una yerba que llaman luche, cuyas hojas son bislungas, lisas y de un verde muy oscuro. Los nacionales del país comían dicha yerba frita, o con la carne, y gustándola los españoles, se ha extendido entre ellos su uso, de tal suerte, que no sólo se interna en el Reino sino que se lleva al Perú, y en todas partes se recibe con aprecio... Forman de ella unos grandes panes, y duran mucho tiempo sin corromperse ni descomponerse.» Gómez de Yidaurre.

El mismo nombre de esta alga marina se ha dado a varias plantas acuáticas: luche de rio, luchecillo.

Lenz, n. 732, que en apoyo del empleo de esta voz por autores modernos, cita el siguiente pasaje de la Historia de Santiago de Vicuña Mackenna: «Albas ninfas, las unas como las espumas del mar, morenas y encantadoras; Venus, nacidas del luche, las otras.»

Es voz araucana que trae Febrés en sus formas luche y lluche.


Luma. f. (Myrtus luma).

Árbol de la familia de las Mirtáceas, que puede llegar a veinticinco metros de altura; con los renuevos, los peciolos y pedúnculos pubescentes; hojas pecioladas, elíptico-oblongas, o bien aovado-oblongas, atenuadas en ambos extremos; ramas axilares, con dos o seis flores; fruto, una baya lampiña globosa, comestible.

«...luma, con la madera dura y preciosa...» Philippi. «Muchos otros árboles hay en este reino particulares dél, de maderas excelentes, y duras como un hierro, como el boldu.... luma.» Rosales. «... la luma, que puede competir con la fortísima tiga de Filipinas...» Córdoba y Figueroa. «En lo restante del reino se encuentran... la luma, especie de mirto...» Molina. Podrían multiplicarse las citas de textos en que aparece empleada esta voz de origen araucano, pero no debemos omitir la de los marinos españoles Juan y Ulloa: «El puerto de Valdivia es poco frecuentado de las embarcaciones del Perú por su corto comercio, reduciéndose éste a alguna madera de luma que se lleva al Callao, la cual, por no tener nudos, sirve para varas de calesas, y otros destinos donde se requiere de semejante calidad.» Noticias secretas de América, p. 46.

Lenz. n. 736. «Es voz que debe entrar en el Diccionario sin duda alguna... » Román.

Con el diminutivo lumilla se conoce también en Chile una planta, asimismo de las mirtáceas, que se halla en las islas de Juan Fernández.