Vida y escritos del Dr. José Rizal/Segunda época, I

Vida y escritos del Dr. José Rizal: Edición Ilustrada con Fotograbados (1907)
de Wenceslao Retana
Segunda época, I
Nota: Se respeta la ortografía original de la época

SEGUNDA ÉPOCA




(1882-1887)


I


Cuando Rizal llegó á España (á principios de Junio de 1882), apenas eran conocidos aquí los filipinos; pues aun el mismo Paterno, el cantor de las Sampaguitas, que le había precedido, no adquirió la nombradía que tuvo hasta pasado algún tiempo, y adquirióla, más que por sus producciones literarias, por aquellas sus tertulias, á las que consiguió que concurrieran personas de calidad (Castelar, Balaguer, Núñez de Arce, etc.), con las que se confundieron gorrones profesionales y sablistas de ocasión. Paterno alardeaba de espléndido; algunos le tomaron por un verdadero potentado, y es fama que entre sus numerosos contertulios no faltó desaprensivo que en los bolsillos del frac se llevase las cucharillas de oro con que Paterno servía á sus convidados. Bien pudo decir el hombre; «Si buenos bombos me dan, mis cucharillas me cuestan». Poco á poco, la juventud filipina fué aumentando y esparciéndose en Europa: y en París el pintor Luna, á quien dió su Spoliarium cierta fama; en Barcelona el orador y periodista demagogo Graciano López Jaena (protegido por el republicano Sol y Ortega), y en Madrid el mencionado Paterno y Marcelo del Pilar (grande amigo de Morayta), lograron adquirir algún renombre. De quien nadie sapo nada, salvos sus paisanos y condiscípulos, fué del austero Rizal, enemigo de exhibiciones, no ya por la modestia en que forzosamente vivía, sino por su manera de ser, propenso al retraimiento, á la meditación, al estudio.

Al desembarcar en Barcelona, procedente de su país, venia ya perfectamente definido: Rizal era un nacionalista, y este sentimiento fué infiltrándose tanto más en su corazón cuanto mayores eran los dolorosos efectos que el mal de la nostalgia le causara. Quizá no se había repuesto de las molestias de tan largo viaje, cuando pergeña su primer articulo, en Barcelona mismo, bajo el epígrafe El amor patrio. Barcelona debió de aplanarle; la gran urbe catalana, donde se respira libremente todo linaje de ideas, debió de producirle tristeza, melancolía, al considerar sobre todo que en ella el Pensamiento no tenía inquisidores, mientras que en Manila sí. En prosa nostálgica, con dejos de filosófica, casi siempre apacible, Rizal, reconociendo que el tema estaba ya trilladísimo, lo acomete, sin embargo, ganoso de contribuir con su «óbolo, pobre, pero entusiasta»[1]. «A la manera (dice) de los antiguos hebreos, que ofrecían en el templo las primicias de su amor, nosotros, en tierra extranjera, dedicaremos los primeros acentos á nuestro país, envuelto entre las nubes y las brumas de la mañana, siempre bello y poético, pero cada vez más idolatrado á medida que de él se ausenta y aleja». Para Rizal; España era «tierra extranjera»; para él no había más patria que Filipinas. No tenía el concepto de «patria chica» y «patria grande», tan generalizado en estos últimos años: es la chica, el pueblo, la provincia, la región á lo sumo; y es la grande, la nación completa, con todos los territorios que la integran, por remotos que se hallen. La patria grande, para un filipino verdaderamente adicto á España, no debía ser otra que la España peninsular con sus provincias y posesiones ultramarinas, y la chica, la región. Pero Rizal no tenía patria «chica» ni «grande», sino Patria; que para él no era Calamba, ni la región tagala, ni Luzón siquiera, sino el conjunto de islas que constituyen el Archipiélago magallánico. Más aún: para él España no era la «madre-patria»; esto, si acaso, para el criollo, para el descendiente de españoles; pero no para quien la sangre de sus venas era oriental exclusivamente. España era á lo sumo su «segunda patria», si ha de aplicársele las teorías de Ibarra, el protagonista de Noli me tángere, que tan á maravilla refleja las prendas morales y las ideas político-filosóficas del Autor; mas si se prescinde de este supuesto, queda lo que queda dicho, es á saber: que España, para Rizal, era una tierra extranjera.

El no puede olvidar la suya: «allí (escribe) están los primeros recuerdos de la infancia, hada alegre, conocida sólo de la niñez;… porque allí duerme todo un pasado [el país independiente] y se transparenta un porvenir [la redención de la raza por el estudio]; porque en sus bosques y en sus prados, en cada árbol, en cada flor, veis grabado el recuerdo de algún ser que amáis, como su aliento en la embalsamada brisa, como su canto en el murmullo de las fuentes, como su sonrisa en el iris del cielo, ó sus suspiros en los confusos quejidos del viento de la noche…»— Esto es muy de Rizal: entretejer lo conceptuoso, lo intencionado, con frases de vaga poesía; tal es su estilo, su manera, y casi no hay composición por él firmada, en prosa ó en verso, en que no se observe; en que un espíritu crítico medianamente sagaz no descubra entre líneas, en la urdimbre literaria, la idea política que predominaba en aquel cerebro de patriota ardiente. —«¡El amor á la patria (exclama) no se borra jamás, una vez que ha entrado en el corazón!, porque lleva en sí un sello divino, que le hace eterno, imperecedero.»— Y en seguida, cual si quisiera infundirlo en las personas á quien consagra su trabajo, anímalas con estas reflexiones: —«Se ha dicho siempre que el amor ha sido el móvil más poderoso de las acciones más sublimes: pues bien; entre todos los amores, el de la patria es el que ha producido las más grandes, más heroicas y más desinteresadas. Leed la Historia…»— Después de algunos párrafos muy sentidos y razonados, para probar que todo es pasajero en la vida, describe lo que ocurre cuando cunde el grito de «¡la patria está en peligro!»; los sacrificios de todo género que consigo trae… Pero «¡no importa! Ha defendido á la que le dió la vida: ¡ha cumplido con un deber! Codro ó Leónidas, quienquiera que sea, ¡la patria sabrá recordarle!»

Y como si presintiera una anteautobiografia, escribe: «Unos han sacrificado su juventud; otros le han dado los esplendores de su genio; éstos vertieron su sangre; todos han muerto legando á su patria una inmensa fortuna: la libertad y la gloria. Y ella, ¿qué ha hecho por ellos? Los llora y los presenta orgullosa al mundo, á la posteridad y á sus hijos, para que sirvan de ejemplo».— Rizal es un escritor eminentemente impersonal en la forma, pero en el fondo subjetivista en grado extraordinario: ahondando en la esencia de todo cuanto escribió, no sólo se trasluce su particular espíritu, sino que predice lo que piensa hacer y hasta lo que habrá de acontecerle, Y como si se creyera con una misión providencial sobre la tierra, impregnada su alma, cuándo de cierta unción tolstoiana, porque predica la paz, cuándo de exaltación napoleónica, porque, enardecido, estimula á sus paisanos á la guerra, concluye diciendo:


«;Oh Patria!… Desde Jesucristo, que, todo amor, ha venido al mundo para bien de la humanidad y muere por ella en nombre de las leyes de su patria, hasta las más obscuras víctimas de las revoluciones modernas, ¡cuántos, ¡ay!, no han sufrido y muerto en tu nombre, usurpado por los otros! ¡Cuántas victimas del rencor, de la ambición ó de la ignorancia no han expirado bendiciéndote y deseándote toda clase de venturas![2].

»Bella y grandiosa es la patria cuando sus hijos, al grito del combate, se aprestan á defender el antiguo suelo de sus mayores; fiera y orgullosa cuando desde su alto trono ve al extranjero huir despavorido ante la invicta falange de sus hijos; pero cuando sus hijos divididos en opuestos bandos se destruyen mutuamente; cuando la ira y el rencor devastan las campiñas, los pueblos y las ciudades, entonces, ella, avergonzada, desgarra el manto y arrojando el cetro viste negro luto por sus hijos muertos.

»Sea, pues, cualquiera nuestra situación, amémosla siempre y no deseemos otra cosa que su bien. Así obraremos con el fin de la humanidad dictado por Dios, cual es la armonía y la paz universal de sus criaturas.

»Vosotros, los que habéis perdido el ideal de vuestras almas; los que, heridos en el corazón, visteis desaparecer una á una vuestras ilusiones, y, semejantes á los árboles en otoño, os encontráis sin flores y sin hojas, y deseosos de amar no halláis nada digno de vosotros, ¡ahí tenéis la patria! ¡Amadla!

»Amadla, ¡oh, sí!; pero no ya como la amaban en otro tiempo, practicando virtudes feroces, negadas y reprobadas por una verdadera moral y por la madre Naturaleza; no haciendo gala de fanatismo, de destrucción y de crueldad; no: más risueña aurora aparece en el horizonte, de luces suaves y pacíficas, mensajera de la vida y de la paz; la aurora, en fin, verdadera del Cristianismo, présago de dias felices y tranquilos. Deber nuestro sera seguir los áridos, pero pacíficos y productivos senderos de la Ciencia, que conducen al Progreso, y de ahí á la unión deseada y pedida por Jesucristo en la noche de su dolor


Hacer patria, patria á toda costa, es el ansia más viva de Rizal; poro patria digna, por virtud de la evolución, de la cultura y dignificación de los ciudadanos. Éste era también el mayor de los anhelos de Ibarra, el interesante protagonista de Noli me tángere. Y obsérvese cómo Rizal acaricia la idea de morir por la patria; la cual idea se hace tan persistente en él, que llega á convertirse en obsesión.— Ocasiones habrá de comprobarlo.

No debió de permanecer mucho tiempo en Barcelona: á lo menos desde primero de Octubre hallábase ya en Madrid, y estudiaba simultáneamente las carreras de Medicina y Filosofía y Letras. Ambas las cursó con rapidez, y la segunda de ellas con un aprovechamiento extraordinario, porque cuadraba mejor á sus gustos y aficiones. Basta una rápida ojeada por los títulos de los libros que adquiría, para que de este pormenor podamos formar concepto, En su cuaderno de Clínica figuran algunas listas, con el recibí del librero de lance (Antonio Rosés) que le vendía las obras. Hé aquí la primera de esas listas, escrita por el citado librero:

  Obras completas de Voltaire ........................................................................................................................................................................................................
9 tomos.
  Obras completas de C. Bernard ........................................................................................................................................................................................................
16 »
  Ilustración Ibérica ........................................................................................................................................................................................................
1 »
  Vida de los animales ........................................................................................................................................................................................................
1 »
  Obras de Boileau ........................................................................................................................................................................................................
2 »
  Felipe II ........................................................................................................................................................................................................
1 »
  Crestomatía Arábiga ........................................................................................................................................................................................................
1 »
  Gramática Hebrea ........................................................................................................................................................................................................
1 »
  Histologia normal ........................................................................................................................................................................................................
1 »
  Atlas histórico de Lesage ........................................................................................................................................................................................................
1 »
  Obras de Horacio ........................................................................................................................................................................................................
3 »
  Enfermedades de las vías urinarias ........................................................................................................................................................................................................
1 »
  Pi y Margal [¿...?] ........................................................................................................................................................................................................
1 »
  Víctor Hugo [¿...?] ........................................................................................................................................................................................................
1 »
  Caracteres, de Labruyère ........................................................................................................................................................................................................
2 »
  Geografía Universal ........................................................................................................................................................................................................
4 »


A esta lista siguen otras tres, algo extensas, escritas con lápiz por Rizal; merecen citarse:

Thucídades.
Novelas varias.
Historia de los Presidentes de los Estados Unidos.
América Pintoresca.
El Mundo Físico.
Poesía Antigua.
El Austria.
Pedro el Grande.
Restauración y Revolución.
Grecia y Roma.
Luis XIV y su Corte.
Renacimiento.
Anglo-sajones.
Europa Occidental.
Revolución de Inglaterra.
Imperio Bizantino.
Imperio Romano.

Al pie de dichas listas, el recibí de Antonio Rosés (rubricado).

Estos libros debió de leerlos Rizal en los últimos meses de 1884 y primeros de 1885. Antes había ya adquirido, por suscripción ó por compra, algunos otros, según se verá en su Diario, que más adelante se copia íntegramente casi. Por cada obra de Medicina hay lo menos diez ajenas á esta ciencia. Y es que gustaba preferentemente de los estudios históricos, literarios, sociológicos y políticos. Por probar de todo, en su afán de instruirse, llegó á estudiar fortificación militar, y no de plaza, sino «de campaña», lo que induce á sospechar si esto lo aprendería en previsión de que sobre la materia se viese algún día precisado á dar lecciones, no obstante que era más partidario de la paz que de la guerra. A juzgar por el punto que ocupa en el cuaderno de Clínica (después de los temas de alemán, trabajados en Madrid, y antes de las crónicas que escribió en francés ballándose en Alemania), puede inferirse que el espacio consagrado á la fortificación lo llenó en los últimos meses que pasó en la capital de España. Pero esas páginas de fortificación están escritas en correcto inglés, idioma que Rizal, según creemos, no llegó á dominar hasta más tarde; por lo que puede conjeturarse que ese breve tratado de fortificación debió de copiarlo de alguna obra, ó tal vez de alguna revista técnica. El trabajo va ilustrado con los siguientes dibujos:

Parapeto simple.
Caballo de frisa.
Trampas de lobo.
Estacada.
Estacada de perfil.

Sigue á este trabajo otro más breve; «Reglas para determinar las dimensiones de los parapetos»; las primeras líneas en castellano (¿traducción?); las demás en inglés (¿copia?). Ocupa tres páginas muy nutridas, con varias fórmulas matemáticas, é ilustran el texto dos nuevos dibujos.

Del estudiante de Medicina (curso de 1883-1884) nos da buena idea la serie de lecciones que escribió en su cuaderno de Clínica. Llenan las páginas 9 á 133; todas están redactadas bajo el mismo método: 1.º, antecedentes del enfermo; 2.º, lo que se hizo para curarlo; y 3.º, descripción de la operación, si la hubo. No nombra nunca á los profesores; sólo una vez al Dr. Encinas, con gran elogio. Véase un sumario de las lecciones; algunas van ilustradas con dibujos. La lectura es muy metida; no queda nada de margen; aprovechaba el papel.

«Lección primera. Octubre 4» [1883]. — Sin indicación del asunto.
Deja luego el nombre de «lección», para enumerarlas según el de la «cama» que ocupaba cada enfermo.
«Cama núm, 1. Mujeres. (3 Octubre. ) — Adeno-carcinoma de la mama izquierda.»
«Cama núm, 6. Mujeres. Adeno-sarcoma de la mama izquierda.» — Ilustrada con dibujos.
«Cama núm. 2. Mujeres. Epitelioma del labio inferior.»
«Cama núm. 7. Hombres. Epitelioma del labio inferior ó carcinoma epitelial.»
«Cama núm. 8. Mujeres. — Y 23. Hombres. Cataratas»[3].
«Sobre tumores mamarios.» — Sin cama.
«Cama núm. 3. Mujeres, Epitelioma del ala de la nariz.»
«Cama núm. 4. Mujeres. Esclerodermia.»
«Cama núm. 7. Mujeres. Sarcoma.» — Ilustrada con un dibujo. (Esta lección concluye con las siguientes notas: «El 5 de Octubre fiebre traumática: 40º. — Sigue la temperatura oscilando. — El 1.º de Febrero aun continúa en la Clínica».)
«Sarcoma de la amígdala?» — Sin cama.
«Cama núm. 5. Hombres. (31 Octubre.) Amputación de la muñeca.» — Ilustrada con dibujos.
«Cama núm. 10. Hombres. Pterigion doble.» (Al final, con tinta de otro color: «Véase pág. 96».)
«Cama núm. 6. Mujeres. Sarcoma periuterino?» — Ilustrada.
«Cama núm. 15. Hombres. Epitelioma del labio inferior.» — Ilustrada con dos dibujos. (Con tinta de otra clase: Tuvo erisipela después en la Clínica».)
«Cama núm. 1. Hombres. Fractura doble de la tibia y del peroné.»
«Cama núm. 21. Hombres. Fimosis.» — Ilustrada con un dibujo.
«Cama núm. 12. Hombres. Hipospadias.»
«Cama núm. 25. Hombres. Epitelioma del p.» — Ilustrada.
«Cama núm. 18. Hombres. Tumor blanco de la rodilla.» (Operado el 17 Noviembre.) — Ilustrada con dos dibujos.
«Cama núm. 11. Hombres. Periostitis supurada de la extremidad superior del fémur.»
«Cama núm. 4. Mujeres. Sarcoma del maxilar superior derecho.» — Ilustrada con dos dibujos.
«Sin cama. Mujeres. Desarticulación de la 1.ª falange del dedo anular de la mano izquierda.» «Esta enferma había sufrido anteriormente una amputación de este mismo dedo, tal vez por el método circular, haciéndose un estropicio que llamarían cronicidad del muñón. Empleamos el método oval muy oblicuo en forma de raqueta.»)
«Cama núm. 9. Mujeres. (6 de Octubre.) Sarcoma ó Carcinoma?» — Ilustrada con dos dibujos.
«Cama. Hombres. 17. Labio leporino en 1.er grado.» — Ilustrada con un dibujo.
«Cama núm. 2. Mujeres. (4 Diciembre.) Carcinoma de la mama con infección local.» — Ilustrada con dos dibujos.
«Cama núm. 3. Hombres. Osteoperiostitis.»
«Cama núm. 1. Mujeres. (31 de Enero.) Queiloplastia.» — Ilustrada con un dibujo.
«Cama núm. 5. Hombres. (4 de Febrero.) Cálculo vesical.» — Ilustrada con un dibujo.
«Cama núm. 20. Hombres. (5 de Febrero.) Caries del peroné.» — Ilustrada con dos dibujos.
«Cama núm. 12. Hombres. (5 Febrero.) Epitelioma de cara.» — Ilustrada con un dibujo.
«Cama núm. 9. Mujeres. (7 de Febrero.) Fibroma ó fibrosarcoma intersticial de las paredes del vientre.» — Ilustrada con dos dibujos.
«Cama núm. 8. Mujeres. (9 de Febrero.) Tumor blanco de la rodilla izquierda (vendaje silicatado).» — Ilustrada con un dibujo.
«Cama núm. 14. Hombres. Operación del 14 de Febrero. Secuestro de la tibia, parcial é invaginado.» — Ilustrada con dos dibujos.
«Cama núm. 25. Hombres. Epitelioma del labio inferior.» — Un dibujo; sin texto.
«Cama núm. 3. Mujeres. (16 Febrero.) Linfoma reblando de la axila.» — Ilustrada con un dibujo.
«Cama supletoria. Mujeres. (19 de Febrero.) Flemón del maxilar.» (Concluye: «Véase pág. 96.» — Así en la pág. 71.)
«Cama núm. 24. Hombres. Fractura consolidada del húmero.»
«Cama núm. 9. Mujeres. (1.ª Obs.) Análisis microsoópico. — Para analizar el tumor mamario objeto de este informe, separamos un trozo como de un centímetro cúbico, que fué sometido para su endurecimiento á la acción simultánea del alcohol y la goma. Obtuviéronse finas laminillas que fueron entintadas por el picrocarminato y conservadas en la glicerina. Se observó que: — La textura propia de la glándula había desaparecido; el tejido conjuntivo que normalmente forma su estroma se había cambiado en otro constituído por elementos embrionarios, los más de forma redondeada, y tan abundantes en algunos puntos, que habían hecho desaparecer los aceimi (?) y tubos propios de la glándula; en otros puntos dichos elementos se hallaban en número más escaso, separando sólo los globulillos de la glándula, algunos de los cuales eran asiento también de una verdadera hiperplasia y se encontraban dilatados por una materia caseosa. En algunos puntos notábanse á simple vista focos de reblandecimiento formados por una sustancia blanquecina y que el microscopio indicó no ser otra cosa que la materia caseosa ya indicada. — De los datos anteriormente expuestos deducimos ser la neoplasia sometida á nuestro juicio un adeno-sarcoma en degeneración grasienta.»

En las páginas que siguen estudia por el mismo método casos de:

Sarcoma del hombro.
Flemones profundos del dedo medio.
Sarcoma del muslo, con infección.
Tumor blanco de la rodilla.
Fibro-sarcoma de la pared interior de los pechos. — Ilustrada.
Fractura del cuello del húmero.
Fistula del ano.
Cálculo vesical.
Pterigion doble.
Uteritis: traumática, espontánea, virulenta.
Quiste recto-faríngeo.
Necrosis del maxilar inferior.
Carcinoma reproducido en la lengua.
Resección de las dos falanges del dedo.
Extracción de un proyectil.
Fistulas uretro-perineales.
Hemiplegia consecutiva.
Pólipos naso-craneales.
Fractura del 3.º infr. de la tibia y peroné.
Fistula del ano ciega-externa.
Catarata senil simple izquierda.
Epitelioma del labio inferior.
Linfo-sarcoma de la región lateral del cuello.
Osteomielitis complicado. — Con un dibujo.
Pólipo sarcomatoso maligno.
Quiste del ovario y matriz doble. — Con un dibujo.
Caries del calcáneo. — Con un dibujo.
Carcinoma del cuello. (29 de Mayo [1884].) — Última lección.

Como se ve, desde el principio del curso hasta el último día, Rizal con una laudable constancia, anotaba sus observaciones. Su voluntad era firme; su laboriosidad, pasmosa; puesto que, después de todo, á lo que menos consagró su atención fué á la Medicina. Comenzó esta carrera, según queda indicado, en Manila, en 1878. Hé aquí las notas obtenidas, tanto allá como en Madrid:

EN MANILA
  Curso de 1878-79. — Fisica ........................................................................................................................................................................................................
Aprobado.
   » Química ........................................................................................................................................................................................................
Sobresaliente.
   » Historia Natural ........................................................................................................................................................................................................
Aprobado.
   » 1.º de Anatomía ........................................................................................................................................................................................................
Bueno.
   » 1.º de Disección ........................................................................................................................................................................................................
Bueno.
  Curso de 1879-80. — 2.° de Anatomía ........................................................................................................................................................................................................
Bueno.
   » 2.º de Disección ........................................................................................................................................................................................................
Bueno.
   » Fisiología ........................................................................................................................................................................................................
Bueno.
   » Higiene privada ........................................................................................................................................................................................................
Bueno.
   » Higiene pública ........................................................................................................................................................................................................
Bueno.
  Curso de 1880-81. — Patología general ........................................................................................................................................................................................................
Aprobado.
   » Terapéutica ........................................................................................................................................................................................................
Sobresaliente.
   » Operaciones ........................................................................................................................................................................................................
Bueno.
  Curso de 1881-82. — Patología médica ........................................................................................................................................................................................................
Notable.
   » Patología quirúrgica ........................................................................................................................................................................................................
Notable.
   » Obstetricia ........................................................................................................................................................................................................
Notable.


EN MADRID
  Curso de 1882-83. — 1.º de Clínica médica ........................................................................................................................................................................................................
Bueno.
   » 1.º de Clínica quirúrgica ........................................................................................................................................................................................................
Bueno.
   » Clínica de Obstetricia ........................................................................................................................................................................................................
Aprobado.
   » Medicina legal ........................................................................................................................................................................................................
Sobresaliente.
  Curso de 1883-84. — 2.º de Clínica quirúrgica ........................................................................................................................................................................................................
Notable.
   » 2.º de Clínica médica ........................................................................................................................................................................................................
Bueno.
  Licenciado en Medicina (21 Junio 1884) ........................................................................................................................................................................................................
Aprobado.
   » Análisis quirúrgico ........................................................................................................................................................................................................
Bueno.
   » Histología normal ........................................................................................................................................................................................................
Sobresaliente.

(Como no leyó el discurso del Doctorado ni sacó el Título[4], resulta que Rizal, si bien era Doctor moralmente, no lo era legalmente. Él jamás se firmó Dr. Rizal ni se llamó Doctor; pero se lo llamaba todo el mundo.)

Esta su hoja de estudios es honrosa, pero no brillante: en ella hay tan sólo cuatro sobresalientes, para seis aprobados, doce buenos y cuatro notables. Compárese con la de Filosofía y Letras:

EN MANILA
  Curso de 1877-78. — Cosmología metafísica ........................................................................................................................................................................................................
Sobresaliente.
   » Teodicea ........................................................................................................................................................................................................
Sobresaliente
   » Historia de la Filosofía ........................................................................................................................................................................................................
Sobresaliente


EN MADRID
  Curso de 1882-83. — Historia Universal ........................................................................................................................................................................................................
Notable.
   » Literatura general ........................................................................................................................................................................................................
Sobresaliente.
  Curso de 1883-84. — 2.º de Historia Universal ........................................................................................................................................................................................................
Sobresaliente
   » Literatura Griega y Latina ........................................................................................................................................................................................................
Sobresaliente
y premio.
   » 1.° de Griego ........................................................................................................................................................................................................
Sobresaliente
y premio.
  Curso de 1884-85. — Literatura Española ........................................................................................................................................................................................................
Sobresaliente
y matricula de honor.
   » Lengua Árabe ........................................................................................................................................................................................................
Sobresaliente
y matricula de honor.
   » 2.º de Griego ........................................................................................................................................................................................................
Sobresaliente
   » Historia de España ........................................................................................................................................................................................................
Bueno
   » Hebreo ........................................................................................................................................................................................................
Sobresaliente
  Licenciado en Filosofía y Letras (19 Junio 1885) ........................................................................................................................................................................................................
Sobresaliente.


Tenemos que para un bueno y un notable hay doce sobresalientes y dos premios, y, por tanto, dos matriculas de honor.

En lenguas descolló sobre todos sus compañeros: no tuvo rival[5]. Sin duda fué en lo que rayó más alto. Acerca de este particular, un panegirista suyo refiere[6] que, viviendo Rizal en Madríd [1890], celebrábase en su casa una tertulia de amigos, y se habló de Frenología; y á este propósito contó Rizal que, hallándose en Londres, leyó que un doctor frenólogo, por un duro, decía á quien quisiera consultarle cuáles eran las facultades que tenia más desarrolladas. Rizal sintió el deseo de consultarle, y acudió á ver al doctor; y describe así la consulta, por boca del biógrafo aludido:

—…«aquel doctor, después de hacerme sentar cómodamente, estuvo un buen rato examinándome la cabeza, tocando y frotando todas las desigualdades; tomó después con un compás especial diversos diámetros de mi cráneo, y luego de estar reparándome un buen rato, me preguntó: —«¿Habla usted muchos idiomas?»— «Sí, señor», le contesté. —«¡No me había equivocado!; porque si acaso no fuera así, iba á decirle que se dedicase á poliglota, que para usted será estudio fácil, por lo mismo que tiene aptitudes.»

Rizal llegó á saber casi todos los idiomas europeos, sin excluir el ruso; varios asiáticos y algunos oceánicos; y cuenta que esto de aprender idiomas fué en él á manera de distracción, ya que la mayor parte del tiempo lo invertía en otras cosas[7]. Verdaderamente, admira el acierto con que sabía distribuirlo.

Pero nada se ha dicho todavía de la impresión que le produjo España. Óigase al que fué depositario de las intimidades de Rizal, el Prof. Blumentritt; el cual, en su necrología citada, eseribe:

«La permanencia en España le descubrió un nuevo mundo. Su horizonte espiritual se ensanchó considerablemente, adquiriendo nuevas ideas. Venía de un país donde la gazmoñería tenía su asiento; donde los españoles, frailes, empleados, militares, etc., tenían un poder ilimitado sobre almas y cuerpos. En Madrid pudo ver todo lo contrario: librepensadores y ateos hablaban libremente y de un modo sangriento de su religión y de su Iglesia; la autoridad del Gobierno, la encontró mínima; no pudo ver la lucha que él esperaba entre liberales y clericales; vió, por el contrario, que republicanos y carlistas se unían muchas veces para conseguir algún ideal político. Al observar todo esto, un sentimiento de amargura le embargó al comparar la diferencia que existía entre la ilimitada libertad de la madre-patria y el absolutismo teocrático de su país. Estudió entonces los diferentes partidos de España, y este estudio no le condujo sin embargo á formar mejor idea de los europeos. Encontró que, en verdad, todos los partidos tenían hermosos programas; pero observó que si bien en estos partidos se trabajaba á impulsos de las mejores ideas, á la mayoría en cambio no les guiaba más mira que la del egoísmo. La masa del pueblo vió que, ó era indiferente, ó era manejada por cualquier cacique; que de cién europeos, noventa y nueve creen sin ninguna crítica lo que el periódico que leen les comunica; todo, sin detenerse á analizarlo, lo encuentran bueno; en fin, que en esta masa observó una gran analogía con el modo de ser de sus tagalos.»

Hasta entonces (por los años de 1884) nada había publicado en España, que se sepa. En cambio estaba en comunicación con algunos de sus amigos de Filipinas; los parientes de Rizal mostraban á los más íntimos las cartas del estudiante, y del efecto que éstas causaran da buena idea Antonio Luna en el siguiente sincero párrafo[8]:

«Para nosotros, estudiantes de quince á veinte años, en Filipinas en 1884, que resultábamos cobardes é hipócritas, como si fuera un crimen el amor á la patria, nos parecía Rizal como hombre extraordinario que allá, en lontananza, sobre el pedestal labrado por su actividad, nos enseñaba el camino del progreso. Vientos de fraternidad, como á las hojas el huracán, nos llevaba, de tarde en tarde, trozos de su pluma, y los leíamos con admiración, los escuchábamos con sagrado recogimiento, asimilándonos aquellos conceptos, pesando los pensamientos, entusiasmándonos fácilmente, porque también entre nosotros un eco había que, aunque tímido, respondía á su voz.»

Sin duda había nacido para apóstol; pruébalo el que lo fué desde muy joven.


  1. Este articulo lo fechó en «Barcelona, Junio de 1882», y está firmado con et pseudónimo de Laón Laang; destinólo al Diariong Tagálog, de Manila, donde se publicó en el número del 20 de Agosto de dicho año. — El Diariong Tagálog fué el primer diario bilingüe de la Prensa filipina. Lo creó, puede decirse, la fecunda iniciativa de Marcelo H. del Pilar, gran tagalista y político muy calificado, á quien no faltó el apoyo material de algunos compatriotas suyos. Como la tendencia del papel era esencialmente reformista, los filipinos del Diariong tuvieron buen cuidado de poner al frente, á guisa de director-pantalla, al notable periodista peninsular D. Francisco Calvo Muñoz, que por entonces ocupaba en Manila un alto cargo en Hacienda. La publicación mencionada, por su tendencia y espíritu, duró unos meses tan sólo. — El amor patrio reprodújose en La Solidaridad, núm. 42 (Madrid, 31 de Octubre de 1890). — La Solidaridad, quincenario democrático, órgano en la Península de los filipinos avanzados, comenzó á publicarse en Barcelona el 15 de Febrero de 1889; pero se trasladó á Madrid en Noviembre del mismo año, y en Madrid continuó viviendo basta el 15 de Noviembre de 1895, en que dió su último número. En España circuló muy poco, y en Filipinas secuestraban casi todos los ejemplares las autoridades: de suerte que las colecciones completas de este quincenario deben reputarse raras.
  2. Recuérdese la célebre poesía de Rizal, escrita en la capilla, horas antes de ser fusilado, que comienza:

    «¡Adiós, Patria adorada, región del sol querida,
    Perla del mar de Oriente, nuestro perdido Edén!
    A darte voy alegre la triste, mustia vida;
    Si fuera más brillante, más fresca, más florida,
    También por ti la diera, la diera por tu bien.»

  3. Ésta fué luego su especialidad; amplió sus estudios en París y en Alemania, como veremos: la primera operación que hizo en Filipinas fué en su propia madre, á la cual curó de una doble catarata.
  4. El que sacó fué el de Licenciado, que debió de extraviársele; porque habiéndoselo librado en 1.º de Junio de 1887 (lo que prueba que no le urgía ejercer la profesión), el 11 de Marzo de 1892 recibio en Hong-Kong un duplicado de dicho Título. — Datos obtenidos del expediente original escolar, existente en el Archivo de la Universidad Central, según queda escrito en una de las notas precedentes. — Véase la 32.
  5. Hará cosa de ocho ó diez años, venía yo á Madrid procedente del Norte, y en mi mismo compartimiento el catedrático de Árabe Sr. Amador de los Ríos, profesor que había sido de Rizal: no sé cómo recayó en éste la conversación; pero apenas fué citado, el Sr. Amador de los Ríos declaró que nunca, jamás, en todo el tiempo que llevaba ejerciendo el profesorado, había tenido un alumno que aventajase a Rizal, de quien se hizo lenguas, ponderando extraordinariamente sus facultades, que calificó de portentosas.— Mr. Hughes, profesor de idiomas bien conocido en Madrid, á quien he tratado mucho, me aseguró, más de una vez, que no había tenido otro discípulo que superase á Rizal.
  6. En La Independencia, número citado de 25 Septiembre 1898.
  7. «Rizal hablaba, además de varios dialectos de su país, el español, el latín, el francés, el italiano, el inglés, el alemán, el japonés y el holandés; traducía el griego, el hebreo, el árabe y el sánskrito. Y por último, en su destierro de Dapitan, consiguió aprender el ruso, por medio de una novela, sin gramática ni diccionario.»— La Independencia, número citado. — Fáltale añadir que traducía el portugués, hablaba el catalán, tenía extensas nociones de sueco y sabía algo de chino.
  8. Fragmento de un capitulo de Hojas íntimas, de Taga-Ilog (Antonio Luna), publicado en La Solidaridad: Madrid, 31 de Octubre de 1891.