Viaje maravilloso del Señor Nic-Nac/XXV

CAPÍTULO XXV.
¿por qué nó?

En la Tierra, nada hubiera sido mas delicado ni mas penoso que comunicar una noticia como aquellla, á una persona que se hallara en las circunstancias del Doctor; pero en Marte, y particularmente en Sophopolis, ¡cuanta diferencia!

La franqueza, esa sublimacion del sentimiento moral del individuo, vive en todos los corazones, y todas las almas le rinden homenage.

Un momento despues de leer la terrible carta, comuniqué al Doctor su significado.

—"¿Por qué nó?" me dijo, "¿acaso los espíritus imágenes son formas pasajeras del infinito, existencias efímeras? nó, Nic-Nac. Las almas que se buscan de transmigracion en transmigracion, de planeta en planeta, se reunen al fin, se funden en un alma sola, se transfiguran, se amalgaman. Si en un momento de mi vida Marcial debí de realizarse el divino misterio de la fusion psíquica. ¿por qué no confiar en el destino, esperando firmemente que pueda realizarse alguna vez esa fusion? Si derramando los efluvios de esa alma blanca en el espíritu del Theopolita se ha de convertir este en un ser feliz, ¿por qué no hacer un débil sacrificio?"

—"¡Y qué! no sabeis que esa alma blanca es de sustancia femenina?"

—"Bien está; pero eso no impide su Martificacion en un ser masculino. ¿Acaso los espíritus imágenes tienen sexo? ¿no comprendeis que ellos no son sino conjuntos de cualidades espirituales con imágen?'

—"Sí, Doctor; pero al aceptar la conversion del Theopolita, debeis comprender que privareis á vuestra prometida de cualidades extraordinarias, y sobretodo ¿cómo sabeis si ella acepta vuestras opiniones?"

—"Nic-Nac,......nuestra felicidad, os lo puedo asegurar, no depende exclusivamente de la posesion del espíritu blanco......"

—"Lo comprendo, Doctor, lo comprendo muy bien; pero......"

—"Pero qué?"

—"Pero...... se hará como gusteis. Vuestra noble alma tiene un caudal inagotable de bondades."